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Efesios 2:12 - Biblia Castilian 2003

12 estabais en aquel tiempo lejos de Cristo, privados de la ciudadan a de Israel y extra os a las alianzas de la promesa, sin tener esperanza, y sin Dios en el mundo.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

12 En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

12 En esos tiempos, ustedes vivían apartados de Cristo. No se les permitía ser ciudadanos de Israel, y no conocían las promesas del pacto que Dios había hecho con ellos. Ustedes vivían en este mundo sin Dios y sin esperanza,

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Biblia Católica (Latinoamericana)

12 En aquel tiempo no esperaban un Mesías, no tenían parte en el pueblo de Israel y no les correspondían las alianzas de Dios ni sus promesas; ustedes vivían en este mundo sin esperanza y sin Dios.

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La Biblia Textual 3a Edicion

12 en aquel tiempo estabais sin el Mesías, apartados de la ciudadanía de Israel, y extraños a los pactos de la promesa, no teniendo esperanza, y sin Dios en el mundo.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

12 estabais en aquel tiempo lejos de Cristo, privados de la ciudadanía de Israel y extraños a las alianzas de la promesa, sin tener esperanza, y sin Dios en el mundo.

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Efesios 2:12
51 Referans Kwoze  

En aquel d a hizo Yahveh alianza con Abrán, diciéndole: 'A tu posteridad entrego yo esta tierra desde el torrente de Egipto hasta el gran r o, el r o Éufrates:


Durante mucho tiempo, Israel estará sin verdadero Dios, sin sacerdote, que lo ense e y sin ley.


Pero Zorobabel, Josué y los demás jefes de familia de Israel les respondieron: 'No podéis colaborar con nosotros para edificar un templo a nuestro Dios, sino que hemos de ser nosotros solos quienes lo edifiquemos en honor de Yahveh, Dios de Israel, pues as lo dispuso Ciro, rey de Persia '.


pero no podrán comerla ni los jornaleros ni los extra os.


Yahveh se compadecerá de Jacob, elegirá de nuevo a Israel y los asentará en su pa s. El forastero se les unirá y se asociará a la casa de Jacob.


As dice Yahveh, Rey de Israel, su redentor, Yahveh Sebaot: 'Soy el primero y el último, y fuera de m no hay ningún dios.


¡Reun os y venid! ¡Acercaos todos juntos salvados de las naciones! No entienden los que llevan su dolo de madera y suplican a un dios que no salva.


Se presentarán extranjeros y apacentarán vuestras ovejas, serán gente de fuera vuestros labradores y vi adores.


Esperanza de Israel, su salvador en tiempo de apuro, ¿por qué eres como extranjero en el pa s y como viajero que sólo se detiene para pernoctar?


¡Yahveh, esperanza de Israel! Todos los que te abandonan serán confundidos, los que de ti se apartan serán inscritos en el polvo, porque abandonaron a Yahveh, fuente de aguas vivas.


Extenderé mi mano contra los profetas que ven vanidades y adivinan mentiras; no estarán en la asamblea de mi pueblo, no serán inscritos en el libro de la casa de Israel, no entrarán en el territorio de Israel; y sabréis que yo soy el Se or Yahveh.


Haré con ellos una alianza de paz; será una alianza eterna con ellos. Los estableceré y los multiplicaré, y pondré mi santuario en medio de ellos para siempre.


Lo sortearéis como propiedad hereditaria entre vosotros y entre los forasteros que residen con vosotros y que hayan engendrado hijos entre vosotros, porque serán para vosotros como israeltias nativos. Junto con vosotros participarán en las suertes de la propiedad hereditaria entre las tribus de Israel.


Porque durante mucho tiempo estarán los hijos de Israel sin rey y sin pr ncipe, sin sacrificio y sin estela, sin efod y sin terafim.


Todo lo que de las cosas santas se pone aparte, y que los israelitas reservan para Yahveh, te lo entrego a ti, a tus hijos y a tus hijas por ley perpetua. Éste es un pacto perpetuo de sal ante Yahveh, para ti y tu descendencia'.


tener misericordia con nuestros padres, y acordarse de su santa alianza,


Tengo, además, otras ovejas que no son de este redil: también a ellas tengo que conducirlas; ellas oirán mi voz, y habrá un solo reba o, un solo pastor.


Yo soy la vid, vosotros los sarmientos. El que permanece en m y yo en él, ése da mucho fruto; porque separados de m no podéis hacer nada.


Vosotros adoráis lo que no conocéis; nosotros adoramos lo que conocemos, pues la salvación viene de los jud os.


porque esta promesa es para vosotros y para vuestros hijos, y para todos cuantos, estando lejos, el Se or nuestro Dios se dignare llamar'.


Por esta causa he pedido veros y hablaros. Porque por la esperanza de Israel llevo yo esta cadena'.


Vosotros sois los hijos de los profetas y de la alianza que Dios estableció con nuestros padres cuando dijo a Abrahán: Y todas las naciones de la tierra serán benditas en tu descendencia.


Es decir, no por ser los hijos del linaje son hijos de Dios, sino que los que cuentan como descendencia son los hijos según la promesa.


Es verdad que en otro tiempo, cuando no conoc ais a Dios, estabais esclavizados a dioses que no lo son en realidad;


As, pues, ya no sois extranjeros ni forasteros, sino que compart s la ciudadan a del pueblo santo y sois de la familia de Dios,


que están entenebrecidos en su pensamiento, ajenos a la vida de Dios a causa de la ignorancia que hay en ellos, derivada del endurecimiento de su corazón;


Y a vosotros, que estábais antes distanciados y animados de disposiciones hostiles acausa de vuestras malas obras,


al que Dios ha querido dar a conocer cuál es la riqueza de la gloria de este misterio entre los gentiles, que es Cristo entre vosotros, la esperanza de la gloria.


movidos por la esperanza de lo que os está reservado en el cielo y acerca de lo cual habéis sido informados en el mensaje de la verdad, del Evangelio,


No queremos, hermanos, que ignoréis la suerte de los que ya murieron, para que no estéis tristes como están los demás, que no tienen esperanza.


no por el ardor de la pasión, como los gentiles que no conocen a Dios;


Y el propio Se or nuestro Jesucristo, y Dios, nuestro Padre, que nos amó y nos dio, en su gracia, una consolación eterna y una maravillosa esperanza, consuele vuestros corazones y los afiance en toda obra y palabra buena.


Pablo, apóstol de Cristo Jesús por encargo de Dios nuestro Salvador, y de Cristo Jesús, nuestra esperanza,


apagaron la furia del fuego, escaparon al filo de la espada, recibieron fuerza en su debilidad, fueron valientes en la guerra y rechazaron invasiones de extranjeros.


para que por estas dos cosas irrevocables, en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos poderoso aliento los que nos acogemos a él, para asirnos a la esperanza que se nos presenta.


Pero ahora, él ha obtenido un ministerio tanto más excelente cuanto que es también mediador de una alianza superior, legalmente instituida en virtud de promesas superiores.


los que por él creéis en Dios, que lo resucitó de entre los muertos y le dio la gloria, de modo que vuestra fe y esperanza estén puestas en Dios.


Bendito Dios, Padre de nuestro Se or Jesucristo, quien según su gran misericordia, nos reengendró a una esperanza viva por la resurrección de Jesucristo de entre los muertos,


Antes bien, en vuestro corazón, tened por santo al Se or, a Cristo, siempre dispuestos a responder a cualquiera que os pida razón de vuestra esperanza;


Quien tiene esta esperanza en él se vuelve puro, como puro es él.


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