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Eclesiastés 3:22 - Biblia Castilian 2003

22 Y he concluido que no hay otra dicha para el hombre que disfrutar de sus obras, pues ésa es su suerte. Porque, ¿quién le permitirá contemplar lo que ha de venir tras él?

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Biblia Reina Valera 1960

22 Así, pues, he visto que no hay cosa mejor para el hombre que alegrarse en su trabajo, porque esta es su parte; porque ¿quién lo llevará para que vea lo que ha de ser después de él?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

22 Entonces me di cuenta de que no hay nada mejor para la gente que ser feliz con su trabajo. Ese es nuestro destino, y nadie nos puede traer de regreso para ver qué pasa después de que hayamos muerto.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

22 Y vi que lo único que el hombre puede esperar es gozar del fruto de sus obras; porque ésa es su condición. Pero, ¿quién le dará a conocer lo que pasará después?'

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La Biblia Textual 3a Edicion

22 Así, pues, he visto que no hay nada mejor para el hombre que alegrarse en sus obras, porque ésa es su porción. Porque, ¿quién lo llevará para que vea lo que habrá después de él?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

22 Y he concluido que no hay otra dicha para el hombre que disfrutar de sus obras, pues ésa es su suerte. Porque, ¿quién le permitirá contemplar lo que ha de venir tras él?

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Eclesiastés 3:22
24 Referans Kwoze  

Son alabados sus hijos, y él lo ignora; son despreciados, y él nada sabe.


El necio multiplica las palabras. El hombre ignora lo que ha sucedido; y lo que ha de suceder después de él ¿quién se lo manifestará?


Alégrate, joven, en tu adolescencia y vive feliz en los d as de tu juventud. Sigue los impulsos de tu corazón y da placer a tus ojos. Pero sábete que por todo ello Dios te llamará a juicio.


Detesto cuanto yo mismo hice bajo el sol, porque habré de dejarlo a mi sucesor.


No hay otra dicha para el hombre que comer y beber y regalarse con el fruto de sus fatigas. Yo veo que también esto viene de la mano de Dios;


¿Quién sabe lo que es bueno para el hombre durante la vida, durante los d as de su vana vida, por la que pasa como una sombra? ¿Quién indicará al hombre lo que después de él sucederá bajo el sol?


En los d as de dicha sé feliz, y en los d as de miseria reflexiona: Dios hizo la una y la otra, para que el hombre no descubra su futuro.


Y alabo la alegr a, porque no hay otra dicha para el hombre bajo el sol que comer, beber y gozar: es lo que le queda de su esfuerzo durante los d as de vida que Dios le concede bajo el sol.


porque nadie conoce lo que ha de suceder. ¿Y quién podrá indicarle cómo sucederá?


El hombre desconoce su hora: como los peces capturados en la red o los pájaros presos en el lazo, as son atrapados los hombres por la desventura cuando cae sobre ellos de improviso.


Perecieron sus amores, sus odios, sus envidias; jamás tomarán parte en cuanto acaece bajo el sol.


Mas tú, vete y descansa. Al final de los d as te levantarás para recibir tu parte'.


No os afanéis, pues, por el d a de ma ana, que el d a de ma ana traerá su propio afán. Bástenle a cada d a sus propias preocupaciones.


Sólo ante Yahveh, tu Dios, en el lugar que Yahveh, tu Dios, haya elegido, all lo comerás tú y tu hijo, tu hija, tu siervo, tu sierva y el levita que more dentro de tus ciudades; y te regocijarás delante de Yahveh, tu Dios, por todo lo que has conseguido en tus empresas.


All comeréis en presencia de Yahveh, vuestro Dios, y os regocijaréis, vosotros y vuestras familias, por todo lo que vuestras manos han ganado y lo que te haya aportado la bendición de Dios.


Por no haber servido a Yahveh, tu Dios, con alegr a y de buen corazón cuando ten as de todo en abundancia,


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