Eclesiastés 1:2 - Biblia Castilian 2003

² ¡Vanidad de vanidades!, dice Qohélet. ¡Vanidad de vanidades. Todo es vanidad!

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

² Vanidad de vanidades, dijo el Predicador; vanidad de vanidades, todo es vanidad.

Biblia Nueva Traducción Viviente

² «Nada tiene sentido —dice el Maestro—, ¡ningún sentido en absoluto!».

Biblia Católica (Latinoamericana)

² ¡Esto no tiene sentido!, decía Qohelet, ¡esto no tiene sentido, nada a qué aferrarse!

La Biblia Textual 3a Edicion

² Vanidad de vanidades, dice Cohélet. Vanidad de vanidades,° todo es vanidad.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

² ¡Vanidad de vanidades!, dice Qohélet. ¡Vanidad de vanidades. Todo es vanidad!

Eclesiastés 1:2 Referans Kwoze

Job 11:12

Pero el necio se tornará sensato cuando el onagro salvaje sea manso.

Salmos 144:4

Lo mismo que el vapor es el hombre, sus d as, como la sombra que declina.

Salmos 89:47

¿Hasta cuándo, Se or? ¿Te ocultarás por siempre? ¿Arderá tu rencor igual que el fuego?

Eclesiastés 11:10

Aparta de tu corazón la tristeza y ten lejos de tu carne el sufrimiento, porque juventud y cabellos negros presto se pasan.

Eclesiastés 11:8

El hombre que vive largos a os disfrute de todos ellos, pero recuerde que los d as sombr os serán muchos, y que cuanto sucede es vanidad.

Eclesiastés 12:8

¡Vanidad de vanidades!, dice Qohélet. ¡Todo es vanidad!

Eclesiastés 2:11

Luego he reflexionado sobre todas las obras que hicieron mis manos y las fatigas que en ellas hab a puesto, y veo que todo es vanidad y atrapar viento: no existe provecho bajo el sol.

Eclesiastés 2:15

Y me dije: 'Si me aguarda la misma suerte del necio, ¿de qué sirve ser sabio?'. Y he concluido que también eso es vanidad.

Eclesiastés 2:17

Detesto la vida, porque me hast a cuanto se hace bajo el sol, pues todo es vanidad y atrapar viento.

Eclesiastés 2:19

¿Quién sabe si será sabio o necio? Lo cierto es que será due o de todo mi trabajo, al que dediqué las fatigas y los desvelos de mi vida. También eso es vanidad.

Eclesiastés 2:21

pues sucede que quien trabajó con sensatez, ingenio y fortuna, debe dejar su hacienda a quien nada hizo por ella. También eso es vanidad y grave miseria.

Eclesiastés 2:23

Toda su vida es dolor; y su preocupación, tormento. Ni aun de noche reposa su corazón. También eso es vanidad.

Eclesiastés 2:26

A quien es grato a sus ojos, Dios le da sabidur a, ciencia y alegr a; mas al pecador le impone la tarea de reunir y acumular, para dejarlo luego a quien Dios quiere. También eso es vanidad y esfuerzo inútil.

Eclesiastés 2:8

Amontoné plata y oro, tesoros de reyes y provincias. Me procuré cantores y cantoras, todo placer humano y no pocas mujeres.

Eclesiastés 3:19

Porque una es la suerte del hombre y de la bestia: muere aquél como ésta muere, y uno solo es el hálito de ambos. No tiene, pues, ventaja el hombre sobre la bestia: todo es vanidad.

Eclesiastés 4:16

No ten a fin la muchedumbre a cuya cabeza él figuraba. Pero no se alegrarán lo mismo los que vengan después. También eso es vanidad y atrapar viento.

Eclesiastés 4:4

He visto que todo esfuerzo y todo triunfo en el trabajo provoca la envidia del hombre contra su prójimo. También eso es vanidad y atrapar viento.

Eclesiastés 4:8

un hombre completamente solo, sin hijos ni hermanos, y que, sin embargo, no pone fin a su trabajo ni sus ojos se hartan de riquezas. Entonces, ¿para quién trabajo yo y me privo de bienestar? También eso es vanidad y mal negocio.

Eclesiastés 5:10

Donde hay mucha riqueza hay muchos a comerla, y ¿qué consigue con ello el propietario más que el verlo con sus ojos?

Eclesiastés 6:11

Donde hay muchas palabras hay mucha vanidad; y el hombre, ¿qué gana con ello?

Romanos 8:20

La creación, en efecto, está sometida a frustración, no por propia voluntad, sino a causa del que la sometió, pero con una esperanza: