Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt
- Piblisite -





Daniel 9:17 - Biblia Castilian 2003

17 Escucha ahora, Dios nuestro, la oración de tu siervo y sus súplicas, y haz brillar tu rostro sobre tu santuario devastado, por amor de ti mismo, Se or.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

17 Ahora pues, Dios nuestro, oye la oración de tu siervo, y sus ruegos; y haz que tu rostro resplandezca sobre tu santuario asolado, por amor del Señor.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

17 »¡Oh Dios nuestro, oye la oración de tu siervo! Escucha mientras te hago mis ruegos. Por amor a tu nombre, Señor, vuelve a sonreírle a tu desolado santuario.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

17 Escucha pues, tú, nuestro Dios, la oración de tu servidor y su súplica. Por tu honor, Señor, haz que brille tu rostro sobre tu santuario en ruinas.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

17 Ahora pues, Dios nuestro, oye la oración de tu siervo y sus ruegos, y haz que tu rostro resplandezca sobre tu Santuario asolado, por amor de ti mismo, ¡oh Adonay!

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

17 Escucha ahora, Dios nuestro, la oración de tu siervo y sus súplicas, y haz brillar tu rostro sobre tu santuario devastado, por amor de ti mismo, Señor.

Gade chapit la Kopi




Daniel 9:17
20 Referans Kwoze  

Con todo, Yahveh, mi Dios, vuelve tu rostro a la plegaria y a la súplica de tu siervo y escucha el clamor y la oración suplicante que tu siervo hace hoy en tu presencia:


Estén atentos tus o dos y abiertos tus ojos para escuchar la oración de tu siervo, la que al presente te dirijo d a y noche ante tu presencia por los israelitas, tus siervos, confesando los pecados que los israelitas hemos cometido contra ti, pues también yo y la casa de mi padre hemos pecado.


Haz brillar tu presencia ante tu siervo y ensé ame tus leyes.


ofreced ofrendas justas y confiad en el Se or.


Del director. Con instrumentos de cuerda. Salmo. Canto.


Que se apiade el Se or y nos bendiga, que haga resplandecer entre nosotros su presencia, Selah


Dirige tus pies hacia las ruinas sempiternas: todo, en tu santuario, lo ha arruinado el enemigo.


Del director; con liras de Susa. De Asaf. Salmo.


Nunca más de ti nos tornaremos: perm tenos vivir e invocaremos tu nombre.


Delante de Efra n, Benjam n y Manasés aviva tu pujanza y ven para librarnos.


Restáuranos, oh Dios: haz esplender tu rostro y seremos liberados.


Tú nos haces burla de vecinos, los enemigos se mofan de nosotros.


Por m, por m lo hago. ¡Cómo voy a permitir ser profanado! No doy mi gloria a otro.


Has o do mi voz: ¡no cierres tus o dos a mis gemidos y clamores!


por el monte de Sión, que está devastado. ¡Las raposas se pasean por él!


¡Se or, escucha! ¡Se or, perdona! ¡Se or, atiende y obra! ¡No tardes, por amor de ti mismo, Dios m o! Pues tu ciudad y tu pueblo llevan tu nombre.


Hasta ahora no habéis pedido nada en mi nombre; pedid y recibiréis, y as vuestra alegr a será plena'.


Pues todas las promesas de Dios en Él se hicieron s. Por eso, cuando damos gloria a Dios, decimos por medio de Él nuestro 'Amén'.


La ciudad no necesita del sol ni de la luna para que la iluminen, porque la ilumina la gloria de Dios y su lámpara es el Cordero.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite