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Daniel 5:20 - Biblia Castilian 2003

20 Pero cuando su corazón se ensoberbeció y su esp ritu se obstinó en el orgullo, fue derribado de su trono real y despojado de su gloria.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

20 Mas cuando su corazón se ensoberbeció, y su espíritu se endureció en su orgullo, fue depuesto del trono de su reino, y despojado de su gloria.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

20 Sin embargo, cuando su corazón y su mente se llenaron de arrogancia, le fue quitado el trono real y se le despojó de su gloria.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

20 Pero cuando su corazón se infló de orgullo y se endureció su espíritu, fue echado de su trono real y se le quitó la gloria.

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La Biblia Textual 3a Edicion

20 Pero cuando su corazón se ensoberbeció y su espíritu se endureció en su orgullo, fue depuesto del trono de su reino, y despojado de su gloria.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

20 Pero cuando su corazón se ensoberbeció y su espíritu se obstinó en el orgullo, fue derribado de su trono real y despojado de su gloria.

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Daniel 5:20
27 Referans Kwoze  

Pero ellos no les prestaron atención, sino que endurecieron su cerviz como hab an hecho sus antepasados, que no quisieron creer en Yahveh, su Dios.


Pero no correspondió Ezequ as al beneficio recibido, sino que le dominó la soberbia, por lo que la cólera divina se encendió contra él, as como contra Judá y Jerusalén.


Se rebeló también contra el rey Nabucodonosor, que le hab a exigido juramento de fidelidad por Dios. Endureció su cerviz y se obstinó en su corazón para no convertirse a Yahveh, Dios de Israel.


Ahora reconozco que Yahveh es más grande que todos los dioses, pues as se ha mostrado en el preciso momento en que se tiranizaba a los suyos'.


Tú te opones todav a a mi pueblo y no lo dejas partir.


El Faraón hizo averiguaciones y, en efecto, no hab a muerto ni un solo animal de los ganados de los israelitas. Con todo, se endureció el corazón del Faraón y no dejó partir al pueblo.


La arrogancia precede a la ruina, la altivez de esp ritu precede al fracaso.


Yahveh abomina los corazones altaneros; jamás quedarán sin castigo.


Baja, siéntate en el polvo, virgen, hija de Babel; siéntate en el suelo, sin trono, hija de los caldeos; que ya no te llamarán la mimada, la delicada.


Di al rey y a la reina madre: Sentaos más abajo, porque cayó de vuestra cabeza vuestra gloriosa corona.


'As dice Yahveh Sebaot, Dios de Israel: mirad: voy a traer sobre esta ciudad y sobre todas sus vidas toda la desgracia que he anunciado contra ella, porque han endurecido su cerviz y no han escuchado mis palabras'.


Baja de la gloria y siéntate en lo seco, hija que habitas en Dibón; pues el devastador de Moab sube contra ti, destruye tus castillos.


As dice Yahveh: 'Caerán los apoyos de Egipto y se hundirá su orgullosa potencia; desde Migdol a Siene caerán a espada con él - oráculo del Se or Yahveh.


Por eso, as dice el Se or Yahveh: 'Puesto que se elevó en altura, levantó su copa hasta las nubes y se ufanó en su corazón a causa de su gran estatura,


'El rey actuará a su capricho, se henchirá de soberbia, se ensalzará por encima de todos los dioses y dirá cosas arrogantes contra el Dios de los dioses. Tendrá éxito hasta que la cólera llegue a su colmo, porque lo que está decretado se cumplirá.


Doce meses después, mientras estaba paseándose por el palacio real de Babilonia,


Aún ten a el rey la palabra en la boca, cuando bajó del cielo una voz: 'Contigo hablo, rey Nabucodonosor: se te ha quitado el reino;


El macho cabr o creció mucho; pero cuando más fuerte era se le rompió el gran cuerno y en su lugar le salieron cuatro cuernos orientados a los cuatro vientos del cielo.


Os digo que éste descendió a su casa justificado, y aquél no; porque todo el que se ensalza será humillado, pero el que se humilla será ensalzado'.


por el contrario, animaos mutuamente cada d a, mientras aquel hoy perdura, sin que ninguno de vosotros se endurezca por el enga o del pecado.


¿Por qué vais a endurecer vuestro corazón, como lo endurecieron los egipcios y el Faraón? ¿No tuvieron que dejarlos partir después que Dios los castigó?


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