Daniel 5:18 - Biblia Castilian 2003

¹⁸ ¡Oh rey!, el Dios Alt simo dio a Nabucodonosor, tu padre, el reino, la grandeza, la gloria y la majestad.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

¹⁸ El Altísimo Dios, oh rey, dio a Nabucodonosor tu padre el reino y la grandeza, la gloria y la majestad.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹⁸ El Dios Altísimo le dio soberanía, majestad, gloria y honor a su antecesor, Nabucodonosor.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹⁸ Oh rey, el Dios Altísimo dio a tu padre Nabucodonosor la realeza, el poder, la gloria y la majestad.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹⁸ Oh rey: ’Elaha ‘Il•laya dio a tu padre Nabucodonosor el reino y la grandeza, la gloria y la majestad.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹⁸ ¡Oh rey!, el Dios Altísimo dio a Nabucodonosor, tu padre, el reino, la grandeza, la gloria y la majestad.

Daniel 5:18 Referans Kwoze

2 Reyes 25:28

Le habló benévolamente y le dio un asiento superior a los asientos de los otros reyes que estaban con él en Babilonia.

Salmos 47:2

Batid palmas, pueblos todos, aclamad al Se or con voces de alegr a.

Salmos 7:17

Sus intrigas revierten sobre su cabeza, y en su propia cerviz se abate su violencia.

Salmos 9:2

Yo te alabo, Se or, con todo el corazón, Álef refiriendo tus numerosas maravillas.

Salmos 92:8

Si el imp o germina como el césped y florece el fautor de iniquidad, es para ser destruidos para siempre,

Jeremías 25:9

mirad que yo mando a buscar a todas las tribus del norte - oráculo de Yahveh - y a Nabucodonosor, rey de Babilonia, mi siervo, y las traeré contra este pa s y sus habitantes y contra todas estas naciones de su entorno, los entregaré al exterminio y haré de ellos horror, rechifla y ruinas perpetuas.

Jeremías 27:5

yo hice la tierra, al hombre y a los animales que hay sobre la superficie de la tierra, con mi gran potencia y con mi brazo extendido, y la doy a quien parece bien a mis ojos.

Jeremías 27:7

Todas las naciones le servirán, a él, a su hijo y al hijo de su hijo, hasta que también a su pa s le llegue el tiempo en que naciones numerosas y reyes poderosos lo esclavicen.

Lamentaciones 3:35

violar el derecho de un hombre ante la faz del Alt simo;

Lamentaciones 3:38

¿No salen de la boca del Alt simo los males y los bienes?

Ezequiel 31:11

por eso lo entregué en manos de un conductor de naciones, para que lo tratara a su gusto: lo hice desaparecer según su maldad.

Daniel 4:17

El árbol que viste, que crec a y se hac a fuerte, cuya copa llegaba hasta el cielo y se ve a desde toda la tierra,

Daniel 4:19

eres tú, ¡oh rey!, que has crecido y te has hecho fuerte; tu grandeza se ha acrecentado y ha llegado hasta el cielo, y tu imperio hasta los confines de la tierra'.

Daniel 4:2

cuando tuve un sue o que me aterró. Las pesadillas que tuve en mi lecho, mientras dorm a, y las visiones de mi mente me conturbaron.

Daniel 4:32

Nada cuentan todos los habitantes de la tierra. Según su querer dispone del ejército del cielo y de los moradores de la tierra. No hay nadie que se oponga a su poder ni le pida cuentas de sus actos.'

Daniel 4:34

'Ahora yo, Nabucodonosor, alabo, ensalzo y glorifico al rey del cielo, cuyas obras son todas verdad, sus caminos justicia y puede humillar a los que caminan con soberbia.'

Daniel 5:21

Fue expulsado de entre los hijos de los hombres, su corazón se hizo semejante al de las bestias, convivió con los asnos salvajes, comió hierba como los bueyes y su cuerpo se empapó del roc o del cielo, hasta que reconoció que el Dios Alt simo es quien domina sobre el reino de los hombres y pone sobre él a quien le place.

Daniel 6:22

Daniel contestó al rey: '¡Viva el rey eternamente!

Hechos 26:13

a medio d a, por el camino, vi, oh rey, que me rodeaba, a m y a los que conmigo iban, una luz proveniente del cielo que superaba el resplandor del sol.

Hechos 26:19

A partir de entonces, no fui desobediente, rey Agripa, a la visión celestial,

Hechos 7:48

Con todo, no habita el Alt simo en edificios fabricados por mano de hombre, según dice el Profeta:

Deuteronomio 32:8

Cuando el Alt simo entregaba a cada nación su heredad, cuando diseminaba a los hijos de Adán, fijó los confines de los pueblos según el número de los hijos de Dios,