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Daniel 3:4 - Biblia Castilian 2003

4 El heraldo proclamó en voz alta: 'A vosotros, pueblos, naciones y lenguas, se os manda lo siguiente:

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Biblia Reina Valera 1960

4 Y el pregonero anunciaba en alta voz: Mándase a vosotros, oh pueblos, naciones y lenguas,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

4 Entonces un vocero proclamó: «¡Gente de todas las razas, naciones y lenguas escuchen el mandato del rey!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Un mensajero anunció con toda su voz: '¡Escuchen hombres de todas las razas, naciones y lenguas!'

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 Entonces el heraldo pregonó a gran voz: Pueblos, naciones y lenguas:

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 El heraldo proclamó en voz alta: 'A vosotros, pueblos, naciones y lenguas, se os manda lo siguiente:

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Daniel 3:4
13 Referans Kwoze  

Llamaron, pues, a los secretarios del rey en aquel momento, en el tercer mes, que es el mes de siván, el veintitrés del mismo, y siguiendo las instrucciones de Mardoqueo, escribieron a los jud os, a los sátrapas, a los gobernadores y a los grandes de las provincias, desde la India hasta Etiop a, o sea, a las ciento veintisiete provincias; a cada provincia según su escritura, y a cada pueblo según su lengua, y a los jud os según su escritura y según su lengua.


Sube a un monte elevado, mensajera de Sión. Alza con fuerza tu voz, mensajera de Jerusalén. Álzala sin miedo, di a las ciudades de Judá: mirad a vuestro Dios.


Clama a voz en cuello, no te contengas, alza tu voz como trompeta y anuncia a mi pueblo su rebelión y a la casa de Jacob sus pecados.


Tú, ¡oh rey!, has dado un decreto según el cual todo el que oiga el sonido de la trompeta, de la flauta, de la c tara, de la sambuca, del salterio, de la cornamusa y de toda suerte de instrumentos de música debe postrarse para adorar la estatua de oro;


Reuniéronse, pues, los sátrapas, prefectos, gobernadores, consejeros, tesoreros, juristas, jueces y todas las autoridades de la provincia para la dedicación de la estatua que el rey Nabucodonosor hab a erigido, y se pusieron ante la estatua alzada por Nabucodonosor.


Por eso, cuando todos los pueblos oyeron el sonido de la trompeta, de la flauta, de la c tara, de la sambuca, del salterio, de la cornamusa y de toda suerte de instrumentos de música, todos los pueblos, naciones y lenguas se postraron para adorar la estatua de oro que hab a erigido el rey Nabucodonosor.


Yo, Nabucodonosor, estaba tranquilo en mi casa y viv a feliz en mi palacio


Por decreto de los vigilantes es esta sentencia, por orden de los santos es esta decisión, para que sepan todos los vivientes que el Alt simo domina sobre el reino de los hombres; lo da a quien le place y eleva al más humilde de los hombres.'


El rey mandó que trajeran a aquellos hombres que hab an denunciado a Daniel y que los arrojaran al foso de los leones, a ellos, a sus hijos y a sus mujeres. Aún no hab an llegado al fondo del foso, cuando ya se hab an lanzado sobre ellos los leones y los hab an despedazado.


Efra n está oprimido, su derecho es conculcado, porque se encuentra satisfecho cuando corre tras los dolos.


Has seguido las leyes de Omr y todas las prácticas de la casa de Ajab; te has portado según sus consejos, por eso te entregaré a la devastación, y a tus habitantes al escarnio. As cargaréis con el oprobio de los pueblos'.


Y cantan un cántico nuevo, diciendo: 'Digno eres de tomar el rollo y de abrir sus sellos, porque fuiste degollado, y rescataste para Dios con tu sangre a hombres de toda tribu y lengua y pueblo y nación.


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