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Daniel 2:44 - Biblia Castilian 2003

44 Por el tiempo de esos reyes, suscitará el Dios del Cielo un reino que nunca será destruido ni será entregado a otro pueblo. Pulverizará y aniquilará a todos esos reinos, mientras que él permanecerá por siempre,

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Biblia Reina Valera 1960

44 Y en los días de estos reyes el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

44 »Durante los gobiernos de esos reyes, el Dios del cielo establecerá un reino que jamás será destruido o conquistado. Aplastará por completo a esos reinos y permanecerá para siempre.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

44 En tiempo de esos reinos, el Dios del Cielo suscitará un reino que nunca será destruido; su poder no pasará a pueblo alguno. Derrotará y destruirá a todos los reinos y los reemplazará para siempre.

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La Biblia Textual 3a Edicion

44 Y en los días de estos reyes, el Dios de los cielos establecerá un reino que no será jamás destruido, ni el reino será dejado a otro pueblo, sino que desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

44 Por el tiempo de esos reyes, suscitará el Dios del Cielo un reino que nunca será destruido ni será entregado a otro pueblo. Pulverizará y aniquilará a todos esos reinos, mientras que él permanecerá por siempre,

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Daniel 2:44
38 Referans Kwoze  

No se apartará de Judá el cetro, ni de entre sus pies el bastón de mando, hasta que se le ofrezca el tributo y los pueblos le obedezcan.


Él edificará una casa a mi nombre, y yo afirmaré el trono de su reino para siempre.


Tu casa y tu reino permanecerán para siempre ante m, y tu trono quedará consolidado para siempre'.


Un reino de eternidades es tu reino, tu gobierno, por las generaciones.


Pues la nación o el reino que no te sirvan, perecerán; esas naciones serán exterminadas por completo.


Residirán en el pa s que le di a mi siervo Jacob, en el cual residieron vuestros padres; en él vivirán para siempre ellos, sus hijos y los hijos de sus hijos; y mi siervo David será siempre su pr ncipe.


pero hay un Dios en el cielo que revela los misterios, y él ha dado a conocer al rey Nabucodonosor lo que sucederá al fin de los d as. Tu sue o y las visiones de tu mente, las que tuviste mientras estabas en el lecho, son las siguientes:


Estabas mirando y, de pronto, se desprendió una piedra de la monta a sin intervención de mano alguna, chocó contra los pies de la estatua, que eran de hierro y de arcilla, y los pulverizó.


Entonces se desmenuzaron también el hierro, la arcilla, el bronce, la plata y el oro, y quedaron como tamo de las eras en verano. El viento se los llevó sin dejar rastro alguno; mas la piedra que chocó contra la estatua se convirtió en una gran monta a que llenó toda la tierra.


Tú, ¡oh rey!, eres rey de los reyes, a quien el Dios del Cielo ha concedido el imperio, el poder, la fuerza y la gloria.


El hierro que viste mezclado con arcilla indica que se mezclarán mediante cruce de linajes, pero no se unirán entre s, como el hierro no se amalgama con la arcilla.


Di orden de que vinieran a mi presencia todos los sabios de Babilonia, a fin de que me dieran a conocer la interpretación de mi sue o.


'Ahora yo, Nabucodonosor, alabo, ensalzo y glorifico al rey del cielo, cuyas obras son todas verdad, sus caminos justicia y puede humillar a los que caminan con soberbia.'


Después el rey Dar o escribió a todos los pueblos, naciones y lenguas que moran en toda la tierra: '¡Que vuestra paz sea grande!


Por m mismo promulgo este decreto: en todos los dominios de mi reino teman todos y tiemblen ante el Dios de Daniel, porque él es el Dios vivo que subsiste eternamente; su reino no será destruido, y su imperio durará hasta el fin.


El reino y el dominio y la grandeza de los reinos bajo el cielo les serán dados al pueblo de los santos del Alt simo. Su reino es un reino eterno, y todos los imperios le servirán y le obedecerán'.


Gracias a su astucia prosperará el fraude en su mano, se ensalzará en su corazón, aniquilará a muchos con enga o, se alzará contra el pr ncipe de los pr ncipes, pero será quebrantado, y no por mano de hombre.


Haré de las cojas un resto, y de las extraviadas una nación poderosa. Yahveh reinará sobre ellos en el monte Sión desde ahora y para siempre.


derribaré los tronos de los reinos y destruiré el poder de los reinos de las naciones; volcaré el carro y a quien le monta: caerán por tierra los caballos y sus jinetes, cada uno por la espada de su hermano.


Pondré en movimiento a todas las naciones, vendrán los tesoros de todas las naciones y llenaré de gloria este templo - dice Yahveh Sebaot -.


Y acercándose Jesús a ellos, les habló as: 'Se me ha dado todo poder en el cielo y en la tierra.


El pueblo le contestó: 'Nosotros hemos sabido por la ley que el Cristo permanece para siempre. ¿Y cómo dices tú que el Hijo del hombre tiene que ser levantado en alto? ¿Quién es ese Hijo del hombre?'.


Por lo tanto, al recibir un reino resistente a toda sacudida, mantengamos esta gracia y, por medio de ella, demos a Dios el culto que le agrada, con un religioso temor,


Tocó el séptimo ángel. Y hubo grandes voces en el cielo que dec an: 'El reino del mundo ha pasado a nuestro Se or y a su Cristo. Él reinará por los siglos de los siglos'.


las regirá con vara de hierro, como se trituran los objetos de barro.


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