Daniel 11:2 - Biblia Castilian 20032 'Ahora te revelaré la verdad: habrá aún tres reyes en Persia, y el cuarto acumulará mayores riquezas que todos los demás. Cuando gracias a sus riquezas aumente su poder, concitará a todos contra el reino de Grecia. Gade chapit laPlis vèsyonBiblia Reina Valera 19602 Y ahora yo te mostraré la verdad. He aquí que aún habrá tres reyes en Persia, y el cuarto se hará de grandes riquezas más que todos ellos; y al hacerse fuerte con sus riquezas, levantará a todos contra el reino de Grecia. Gade chapit laBiblia Nueva Traducción Viviente2 »Ahora te daré a conocer la verdad. Reinarán otros tres reyes persas y seguirá un cuarto rey, mucho más rico que los otros. Usará su riqueza para incitar a todos a luchar contra el reino de Grecia. Gade chapit laBiblia Católica (Latinoamericana)2 en Persia surgirán todavía tres reyes y el cuarto será mucho más rico que los demás. Su riqueza lo volverá poderoso y hará todo lo posible para oponerse al reino de Yaván. Gade chapit laLa Biblia Textual 3a Edicion2 Y ahora te anunciaré la verdad: He aquí que se levantarán todavía tres reyes en Persia, y el cuarto se hará de grandes riquezas más que todos ellos, y cuando se haya hecho fuerte por medio de sus riquezas, agitará a todos contra el reino de Grecia. Gade chapit laBiblia Serafín de Ausejo 19752 'Ahora te revelaré la verdad: habrá aún tres reyes en Persia, y el cuarto acumulará mayores riquezas que todos los demás. Cuando gracias a sus riquezas aumente su poder, concitará a todos contra el reino de Grecia. Gade chapit la |
(1a) El a o segundo del reinado de Artajerjes el Grande, el d a primero del mes de nisán, tuvo un sue o Mardoqueo hijo de Ya r, hijo de Seme, hijo de Quis, de la tribu de Benjam n. (1b) Mardoqueo era un jud o que viv a en la ciudad de Susa, personaje muy importante, que serv a en el palacio del rey. (1c) Era de los deportados que Nabucodonosor, rey de Babilonia, hab a llevado de Jerusalén con Jecon as, rey de Judea. (1d) Y éste fue su sue o. Hab a gritos y alboroto, truenos y terremotos, temblor en la tierra. (1e) Y en esto dos grandes dragones avanzaron, uno y otro dispuestos a luchar, y lanzaron un gran rugido. (1f) A su rugido, todas las naciones se aprestaron para la guerra, para combatir contra la nación de los justos. (1g) Fue un d a de tinieblas y de oscuridad, de tribulación y de angustia, de estrago y de gran perturbación sobre la tierra. (1h) Toda la nación de los justos se turbó por miedo a tantos males; se dispon an a morir y clamaron a Dios. (1i) A su clamor, nació como de una peque a fuente un gran r o, agua en abundancia. (1k) La luz y el sol se levantaron; los humildes fueron ensalzados y devoraron a los revestidos de gloria. (1l) Cuando despertó Mardoqueo, ten a profundamente grabado el sue o y se empe ó a toda costa, hasta llegada la noche, en desentra ar su sentido y lo que Dios se propon a hacer. (1m) Mardoqueo viv a en el palacio con Gabat y Tarra, los dos eunucos del rey que custodiaban el palacio. (1n) All tuvo noticia de sus planes, descubrió sus proyectos y averiguó que se preparaban para poner sus manos sobre el rey Artajerjes. Entonces los denunció al rey. (1o) El rey mandó interrogar a los dos eunucos, que después de haberlo confesado, fueron llevados al suplicio. (1p) Para memoria de ello, el rey mandó poner estos hechos por escrito, y también Mardoqueo escribió sobre estos sucesos. (1q) El rey dio orden de que Mardoqueo desempe ase un cargo en el palacio y le dio regalos por su actuación. (1r) Pero Amán, hijo de Hamdatá, del pa s de Agag[, que gozaba del favor del rey, buscó la manera de hacer da o a Mardoqueo y a su pueblo por el asunto de los dos eunucos del rey. Sucedió en tiempos de Asuero, aquel Asuero que reinó desde la India hasta Etiop a sobre ciento veintisiete provincias,