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Apocalipsis 2:23 - Biblia Castilian 2003

23 A sus hijos los mataré sin remisión, y conocerán todas las Iglesias que soy yo quien escruta los corazones y las entra as. Yo os daré a cada uno de vosotros según sus obras.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

23 Y a sus hijos heriré de muerte, y todas las iglesias sabrán que yo soy el que escudriña la mente y el corazón; y os daré a cada uno según vuestras obras.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

23 Heriré de muerte a sus hijos. Entonces todas las iglesias sabrán que yo soy el que examina los pensamientos y las intenciones de cada persona. Y le daré a cada uno de ustedes lo que se merezca.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

23 A sus hijos los heriré de muerte; así entenderán todas las Iglesias que yo soy el que escudriña el corazón y la mente, dando a cada uno según sus obras.

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La Biblia Textual 3a Edicion

23 y a sus hijos mataré con mala muerte,° y todas las iglesias conocerán que Yo soy el que escudriña riñones y corazones,° y os daré a cada uno de vosotros conforme a vuestras obras.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

23 A sus hijos los mataré sin remisión, y conocerán todas las Iglesias que soy yo quien escruta los corazones y las entrañas. Yo os daré a cada uno de vosotros según sus obras.

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Apocalipsis 2:23
39 Referans Kwoze  

¿Qué más podr a decirte David por la gloria que concedes a tu siervo? Tú conoces a tu siervo.


Y tú, Salomón, hijo m o, reconoce al Dios de tu padre y s rvele con corazón perfecto y ánimo generoso, porque Yahveh sondea todos los corazones y penetra la ndole de todos los pensamientos. Si lo buscas, él se dejará hallar por ti; pero si lo abandonas, te rechazará para siempre.


Yo sé, oh Dios m o, que tú sondeas los corazones y amas la rectitud; por eso con rectitud de corazón te he ofrecido espontáneamente todo esto, y ahora veo con alegr a que tu pueblo, aqu presente, te ofrece por su propia voluntad sus dones.


escucha tú desde el cielo, lugar de tu morada, y perdona y actúa y da a cada uno según su conducta, tú que conoces su corazón, porque sólo tú conoces el corazón de todos los hijos de los hombres,


Le dejaba tener seguridad y apoyo, pero sus ojos vigilaban sus caminos.


Del director. De David. Salmo. Tú me escrutas, Se or, y me conoces:


Explórame, Se or, y ponme a prueba, sondea mi interior y mis entra as.


Si hubiéramos nosotros olvidado a nuestro Dios y elevado las manos hacia un dios extranjero


Una cosa ha dicho Dios, estas dos yo he escuchado: que de Dios es el poder


- Yahveh hace juicio a las naciones -. Hazme, Se or, justicia, según tu rectitud y conforme a mi inocencia.


Yahveh Sebaot, juez justo, que sondeas el corazón y las entra as, vea yo tu venganza contra ellos, pues a ti encomiendo mi causa.


Yo, Yahveh, escruto el corazón, sondeo las entra as, para dar a cada uno según su conducta, según el fruto de sus obras.


Yahveh Sebaot, juez justo, que sondeas el corazón y las entra as, vea yo tu venganza contra ellos, pues a ti encomiendo mi causa.


¡Gemid, habitantes del Mortero, porque han sido aniquilados los cananeos, exterminados todos los que pesan la plata!


Porque el Hijo del hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces dará a cada uno conforme a su conducta.


Pero él les dijo: 'Vosotros presum s de justos delante de los hombres, pero Dios conoce vuestro corazón; porque lo que los hombres estiman, lo abomina Dios.


Por tercera vez le pregunta: 'Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?'. Pedro sintió pena cuando Jesús le dijo por tercera vez '¿me quieres?' y le respondió: 'Se or, tú lo sabes todo, tú conoces bien que te quiero'. D cele Jesús: 'Apacienta mis ovejas.


Él le contesta: 'Anda, llama a tu marido y vuelve aqu '.


Y puestos en oración dijeron: 'Tú, Se or, conocedor de los corazones de todos, ind canos a quién de estos dos has elegido


Por consiguiente, cada uno de nosotros dará cuenta a Dios de s mismo.


Pero aquel que escudri a los corazones sabe cuál es el anhelo del Esp ritu, porque éste intercede, según el querer de Dios, por los a él consagrados.


Todos nosotros tenemos que comparecer ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba lo merecido de todo lo que hizo mientras vivió en el cuerpo: bueno o malo.


pues cada uno llevará su propia carga de responsabilidad.


Lo lapidarás hasta que muera, por haber intentado apartarte de Yahveh, tu Dios, que te sacó de Egipto, de la casa de la esclavitud.


Todo el pueblo, cuando se entere, temerá, y no actuará más con arrogancia.


Los demás, al enterarse, temerán, y no volverán a cometer semejante maldad en medio de ti.


Entonces todos los hombres de la ciudad lo lapidarán hasta que muera. As harás desaparecer la maldad de en medio de ti, y todo Israel, al enterarse, temerá.


Nada creado está oculto a su presencia: todo está desnudo y patente a los ojos de aquel a quien hemos de rendir cuentas.


Y si invocáis como Padre al que juzga imparcialmente a cada uno según sus obras, conduc os con temor en el tiempo de vuestra peregrinación,


Quien tenga o dos, oiga lo que dice el Esp ritu a las Iglesias. El que venza, no sufrirá da o de la muerte segunda'.


Quien tenga o dos, oiga lo que el Esp ritu dice a las iglesias. Al que venza, le daré a comer del árbol de la vida que está en el para so de Dios'.


Vi a los muertos, grandes y peque os, de pie delante del trono, y se abrieron los libros. Se abrió otro libro, que es el de la vida. Se juzgó a los muertos de acuerdo con lo que estaba escrito en los libros, según sus obras.


El mar devolvió a los muertos que en él estaban, y la muerte y el Hades devolvieron a los muertos que en ellos estaban; y todos fueron juzgados según sus obras.


Mirad: vengo en seguida y traigo aqu la recompensa conmigo, para dar a cada uno según sean sus obras.


Miré y apareció un caballo bayo; su jinete ten a por nombre la Peste, y le acompa aba el Hades. Les fue dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra para matar con espada, con hambre o con peste y con las fieras de la tierra.


Pero Yahveh dijo a Samuel: 'No mires su buena presencia ni su gran estatura, porque yo lo he descartado. Dios no mira como mira el hombre; porque el hombre no ve más que la apariencia, pero Yahveh ve el corazón'.


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