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Apocalipsis 12:9 - Biblia Castilian 2003

9 Fue arrojado el gran dragón, la antigua serpiente, el que se llama Diablo y Satanás, el que seduce al universo entero. Fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

9 Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 Este gran dragón —la serpiente antigua llamada diablo o Satanás, el que engaña al mundo entero— fue lanzado a la tierra junto con todos sus ángeles.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 El dragón grande, la antigua serpiente, conocida como el Demonio o Satanás, fue expulsado; el seductor del mundo entero fue arrojado a la tierra y sus ángeles con él.

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 Y fue arrojado el gran dragón, la serpiente antigua,° el llamado diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra,° y sus ángeles fueron arrojados con él.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Fue arrojado el gran dragón, la antigua serpiente, el que se llama Diablo y Satanás, el que seduce al universo entero. Fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él.

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Apocalipsis 12:9
68 Referans Kwoze  

La serpiente, el más astuto de todos los animales del campo que Yahveh - Dios hab a hecho, dijo a la mujer: '¿Conque os ha dicho Dios: 'No comáis de ningún árbol del para so'?'.


Dijo Yahveh - Dios a la mujer: '¿Qué es lo que has hecho?'. Respondió la mujer: 'La serpiente me enga ó, y com '.


Satán se levantó contra Israel e incitó a David a que hiciera el censo de Israel.


Respondió él: 'Saldré y me haré esp ritu de mentira en boca de todos sus profetas'. Dijo Yahveh: 'Tú conseguirás seducirlo. Sal, y hazlo as '.


Suscita contra él hombre perverso y que tenga a su derecha acusador;


¡Cómo has ca do del cielo, lucero brillante, estrella matutina, derribado por tierra, vencedor de naciones!


Aquel d a castigará Yahveh con su espada resistente, gigante, potente, a Leviatán, serpiente huidiza, a Leviatán, serpiente tortuosa, y matará al dragón del mar.


El lobo y el cordero juntos pastarán, y el león, como el buey, comerá paja. En cuanto a la serpiente, su pan será el polvo. No harán mal ni harán da o en toda mi santa monta a' - dice Yahveh -.


La gran amplitud de tu comercio llenó tu interior de pecado y violencia; te arrojé entonces de la monta a de Dios y te arranqué, querub n protector, de entre las piedras de fuego.


el enemigo que la siembra es el diablo; la siega es el final de los tiempos; los segadores son los ángeles.


porque surgirán falsos cristos y falsos profetas que harán grandes se ales y prodigios, para enga ar, si fuera posible, aun a los mismos elegidos.


Entonces dirá también el rey a los de la izquierda: 'Apartaos de m, malditos, al fuego eterno que está preparado para el diablo y sus ángeles.


Entonces fue llevado Jesús por el Esp ritu al desierto, para ser tentado por el diablo.


Entonces le responde Jesús: 'Ret rate, Satanás, porque escrito está: Al Se or tu Dios adorarás y a él solo darás culto'.


Entonces el diablo lo llevó a la ciudad santa, lo puso sobre el alero del templo


De nuevo lo llevó el diablo a un monte elevad simo, le mostró todos los reinos de la tierra y su esplendor,


Él les dijo: 'Yo estaba viendo a Satanás caer del cielo como un rayo.


Pues entonces, a ésta, que es hija de Abrahán, a la que Satanás ten a atada desde hace dieciocho a os, ¿no hab a que desatarla de esta atadura, aunque fuera en sábado?'.


Entonces Satanás entró en Judas, el que se llamaba Iscariote, que era del número de los Doce.


Simón, Simón, mira que Satanás os ha reclamado para cribaros como al trigo;


Los del borde del camino son los que escuchan; pero luego viene el diablo y se lleva de su corazón la palabra, para que no crean y se salven.


'Éste es el momento de la condenación de este mundo; ahora el jefe de este mundo será arrojado fuera.


Ya no hablaré mucho con vosotros, porque está al llegar el jefe del mundo. Contra m nada puede;


de condena, porque el jefe de este mundo ya está condenado.


Vosotros procedéis del diablo, que es vuestro padre, y son los deseos de vuestro padre los que queréis poner en práctica. Él fue homicida desde el principio; y no se mantuvo en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando profiere la mentira, está diciendo lo que le es propio, porque es mentiroso y padre de la mentira.


a fin de que les abras los ojos y se conviertan de las tinieblas a la luz, y del dominio de Satanás a Dios, y alcancen la remisión de los pecados y tengan parte en la herencia de los que han sido santificados por la fe en m '.


Pedro le dijo: 'Anan as, ¿por qué ha llenado Satanás tu corazón impulsándote a enga ar al Esp ritu Santo y a guardarte una parte del precio del campo?


Esos tales no sirven a Cristo, Se or nuestro, sino a sus propios bajos apetitos y, con su modo de hablar lisonjero y adulador, seducen el corazón de los sencillos.


Y el Dios de la paz aplastará muy pronto a Satanás bajo vuestros pies. La gracia de nuestro Se or Jesús sea con vosotros.


Y nada tiene de extra o, pues el mismo Satanás se disfraza de ángel de luz.


Pero temo que, como la serpiente enga ó a Eva con su astucia, también vuestros pensamientos se corrompan apartándose de la sencillez [y de la pureza] que debéis a Cristo.


o sea, a causa de tan grandes revelaciones. Por eso, para que no me arrastre la soberbia, se me clavó un aguijón en la carne: un enviado de Satanás, para que me abofetee, a fin de que no me envanezca.


para no vernos enga ados por Satanás, pues no ignoramos sus designios.


en aquellos incrédulos cuya mente obcecó el dios de este mundo, para que no vean el resplandor del evangelio de la gloria de Cristo, que es imagen de Dios.


para que ya no seamos ni os, sacudidos por las olas y llevados de acá para allá por todo viento de doctrina, a merced de las trampas de los hombres y de la astucia que urde las artima as del error,


Que nadie os enga e en modo alguno. Porque si primero no viene la apostas a y aparece el hombre imp o, el hijo de la perdición,


Y no fue Adán el seducido, sino la mujer, que, una vez seducida, incurrió en la transgresión.


Pero los hombres malvados e impostores irán de mal en peor, enga ando y enga ados.


Y como los hijos comparten la sangre y la carne, de igual modo él participó de ambas, para que as, por la muerte, destruyera al que ten a el dominio de la muerte, o sea, al diablo,


Sed sobrios, velad. Vuestro enemigo, el diablo, como león rugiente, ronda buscando a quién devorar.


Sabemos que somos de Dios, y que el mundo entero está sometido al Maligno.


Cuando el arcángel Miguel, oponiéndose al diablo, discut a sobre el cuerpo de Moisés, no se atrevió a proferir un juicio injurioso, sino que dijo: 'Que el Se or te reprenda'.


Por esto, alegraos, cielos, y los que moráis en ellos. ¡Ay de la tierra y del mar! Porque ha bajado a vosotros el diablo, pose do de grande furor, sabiendo que le queda poco tiempo'.


Y apareció otra se al en el cielo: un gran dragón de un rojo encendido, que ten a siete cabezas y diez cuernos y, sobre sus cabezas, siete diademas.


Se entabló una batalla en el cielo. Miguel y sus ángeles combatieron contra el dragón. El dragón presentó batalla, junto con sus ángeles.


Pero no prevaleció ni hubo lugar para ellos en el cielo.


Seduce, con los prodigios que le permitieron hacer al servicio de la bestia, a los moradores de la tierra, diciéndoles que hagan una imagen en honor de la bestia que, a pesar de la herida de la espada, sobrevivió.


Son esp ritus demon acos que obran se ales y visitan a los reyes de la tierra entera con el objetivo de congregarlos para la batalla del gran d a del Dios todopoderoso.


Gritó con voz potente, diciendo: '¡Cayó, cayó Babilonia, la grande! Se ha convertido en morada de demonios, en guarida de toda clase de esp ritus inmundos, en guarida de toda suerte de aves impuras y aborrecibles.


No brillará más en ti luz de lámpara. Y voz de esposo y de esposa no se escuchará más en ti. Porque tus mercaderes eran los magnates de la tierra. Porque con tus maleficios se extraviaron todas las naciones.


Cayó prisionera la bestia, y con ella el falso profeta, el que hac a a su servicio las se ales con las que extravió a los que recibieron la marca de la bestia y a cuantos adoraron su imagen. Ambos fueron arrojados vivos al lago de fuego que arde en azufre.


'Conozco dónde moras: all donde está el trono de Satanás. Mantienes firme mi nombre y no has negado mi fe, ni en los d as de Antipas, mi testigo, mi fiel, que fue muerto entre vosotros, ah donde mora Satanás.


Y a vosotros, los que quedáis en Tiatira, cuantos no segu s esa doctrina, los que no habéis conocido las profundidades de Satanás, como ellos las llaman, os digo: no echo sobre vosotros otra carga;


'Conozco tu tribulación y tu pobreza - aunque eres rico - y la maledicencia que proviene de los que dicen ser jud os y no lo son, sino sinagoga de Satanás.


El diablo que los hab a seducido fue arrojado al lago de fuego y azufre, donde están también la bestia y el falso profeta, y serán atormentados d a y noche por los siglos de los siglos.


y saldrá para seducir a los pueblos que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, para congregarlos para la guerra, tan numerosos como la arena del mar.


Mira: voy a entregarte algunos de la sinagoga de Satanás, que dicen ser jud os y no lo son, sino que mienten. Los voy a obligar a que vengan y se postren a tus pies, y sepan que te amo.


Tocó el quinto ángel. Entonces vi una estrella que hab a ca do del cielo a la tierra, a la que se le hab a dado la llave del pozo del abismo.


El resto de los hombres, los que no fueron exterminados por estas plagas, no se convirtieron de las obras de sus manos, de modo que no dejaron de adorar a los demonios y a los dolos de oro y de plata y de bronce y de piedra y de madera, que no pueden ver ni o r ni andar.


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