Apocalipsis 12:10 - Biblia Castilian 2003

¹⁰ Y o una gran voz en el cielo que dec a: 'Ahora ya ha llegado la salvación, el poder y el reino de nuestro Dios y el imperio de su Cristo. Porque ha sido arrojado el acusador de nuestros hermanos, el que d a y noche los acusaba ante nuestro Dios.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

¹⁰ Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹⁰ Luego oí una fuerte voz que resonaba por todo el cielo: «Por fin han llegado la salvación y el poder, el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo. Pues el acusador de nuestros hermanos —el que los acusa delante de nuestro Dios día y noche— ha sido lanzado a la tierra.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹⁰ Oí entonces una fuerte voz en el cielo que decía: Por fin ha llegado la salvación, el poder y el reinado de nuestro Dios, y la soberanía de su Ungido. Pues echaron al acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba día y noche ante nuestro Dios.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹⁰ Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: ¡Ahora han venido° la salvación y el poder y el reino de nuestro Dios, y la soberanía de su Ungido, porque fue arrojado el acusador de nuestros hermanos,° el que los acusaba día y noche delante de nuestro Dios!

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹⁰ Y oí una gran voz en el cielo que decía: 'Ahora ya ha llegado la salvación, el poder y el reino de nuestro Dios y el imperio de su Cristo. Porque ha sido arrojado el acusador de nuestros hermanos, el que día y noche los acusaba ante nuestro Dios.

Apocalipsis 12:10 Referans Kwoze

1 Crónicas 29:11

Tuya es, oh Yahveh, la grandeza, el poder o, la magnificencia, el esplendor y la majestad, pues tuyo es cuanto hay en el cielo y en la tierra. Tuya es, oh Yahveh, la realeza, pues tú te alzas sobre todas las cosas como due o

Job 1:11

Pero prueba a extender tu mano y tocar su hacienda. ¡Ya verás cómo te maldice en tu propia cara!'.

Job 1:9

Y Satán respondió a Yahveh: '¿Acaso Job teme a Dios de balde?

Job 2:5

Prueba a extender tu mano y tocar sus huesos y su carne. ¡Ya verás cómo te maldice ante tu propia cara!'. Dijo Yahveh a Satán:

Salmos 22:28

Recordarán y volverán hacia el Se or todos los confines de la tierra: ante él se postrarán las familias todas de las gentes.

Salmos 45:6

Tus dardos son agudos, ante ti caen los pueblos, y en medio, los enemigos del monarca.

Daniel 2:44

Por el tiempo de esos reyes, suscitará el Dios del Cielo un reino que nunca será destruido ni será entregado a otro pueblo. Pulverizará y aniquilará a todos esos reinos, mientras que él permanecerá por siempre,

Mateo 26:64

Jesús le responde: 'Tú lo has dicho. Y os lo aseguro: desde ahora veréis al Hijo del hombre sentado a la diestra del Poder y viniendo sobre las nubes del cielo'.

Mateo 28:18

Y acercándose Jesús a ellos, les habló as: 'Se me ha dado todo poder en el cielo y en la tierra.

Mateo 6:10

venga tu reino; hágase tu voluntad, como en el cielo, también en la tierra.

Lucas 11:2

Él les dijo: 'Cuando vayáis a orar, decid: Padre, santificado sea tu nombre; venga tu reino.

Lucas 22:31

Simón, Simón, mira que Satanás os ha reclamado para cribaros como al trigo;

1 Corintios 5:4

En el nombre de [nuestro] Se or Jesús, congregados vosotros y mi esp ritu, con el poder de nuestro Se or Jesús,

2 Corintios 12:9

Pero él me dijo: 'Te basta mi gracia; pues mi poder se manifiesta en la flaqueza'. Muy a gusto, pues, me gloriaré de mis flaquezas, para que en m resida el poder de Cristo.

Tito 2:3

Lo mismo las ancianas: que sean venerables en su comportamiento, lejos de la maledicencia y de la embriaguez, maestras del bien,

1 Pedro 5:8

Sed sobrios, velad. Vuestro enemigo, el diablo, como león rugiente, ronda buscando a quién devorar.

Apocalipsis 11:15

Tocó el séptimo ángel. Y hubo grandes voces en el cielo que dec an: 'El reino del mundo ha pasado a nuestro Se or y a su Cristo. Él reinará por los siglos de los siglos'.

Apocalipsis 2:26

Y al que venza y al que guarde mis obras hasta el final, le daré potestad sobre las naciones;

Apocalipsis 7:10

Y gritan con gran voz, diciendo: 'La salvación se debe a nuestro Dios, al que está sentado en el trono, y al Cordero'.