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Abdías 1:12 - Biblia Castilian 2003

12 No te deleites mirando a tu hermano en el d a de su desgracia; no te alegres de los hijos de Judá en el d a de su ruina; no digas palabras insolentes en el d a de su angustia.

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Biblia Reina Valera 1960

12 Pues no debiste tú haber estado mirando en el día de tu hermano, en el día de su infortunio; no debiste haberte alegrado de los hijos de Judá en el día en que se perdieron, ni debiste haberte jactado en el día de la angustia.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

12 »No debiste alegrarte cuando desterraron a tus parientes a tierras lejanas. No debiste gozarte cuando el pueblo de Judá sufría semejante desgracia. No debiste hablar con arrogancia en ese terrible tiempo de angustia.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

12 No te alegres de la ruina de tu hermano en el día de su desgracia. No hagas burla de los hijos de Judá en el día de su angustia, no te rías de su miseria.

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La Biblia Textual 3a Edicion

12 No recrees tu vista en el día de tu hermano, En el día de su calamidad; Ni te alegres a costa de los hijos de Judá En el día de su destrucción, Ni te jactes° en el día de su angustia,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

12 No te deleites mirando a tu hermano en el día de su desgracia; no te alegres de los hijos de Judá en el día de su ruina; no digas palabras insolentes en el día de su angustia.

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Abdías 1:12
27 Referans Kwoze  

De su destino se espanta el Occidente, se llena el Oriente de terror.


No me gocé en la desgracia de mi enemigo ni celebré que el mal le alcanzara.


Mastines me circundan y me asedia una turba de malvados, ligadas mis manos y mis pies.


Que no tenga jamás que avergonzarme de invocarte, que perezca el imp o, en silencio, en el seol.


Y ahora, en mi ca da, se alegran ellos, se reúnen, confabulan para asestarme el golpe de improviso, y destrozan sin tregua.


pero el Se or se r e ante sus cuentas, viendo llegar su d a.


Recaiga la desgracia sobre mis perseguidores, destrúyelos, por tu fidelidad.


A ti, mi fortaleza, van mis ojos: pues Dios es mi refugio,


En cambio alzas mi frente, cual del búfalo, y abundo en óleo fresco.


Quien se burla del pobre ultraja a su Hacedor, quien se goza del mal ajeno no quedará sin castigo.


Por boca de tus mensajeros has escarnecido a mi Se or y has dicho: con la multitud de mis carros he subido a las cumbres de los montes, a las cimas del L bano. He talado sus más altos cedros, sus más escogidos cipreses. Penetré en sus lugares más remotos, en sus más frondosos bosques.


Abrieron su boca contra ti Pe todos tus enemigos; silbaron e hicieron rechinar los dientes, diciendo: 'La hemos destruido. ¡Éste es el d a que esperábamos, lo hemos logrado, lo hemos visto!'.


¡Alégrate, exulta, hija de Edom, Sin que moras en el pa s de Us! También a ti te llegará la copa, te embriagarás y te quedarás desnuda.


Has de saber que yo, Yahveh, he o do todos los insultos que has proferido contra las monta as de Israel cuando dec as: 'Están desoladas, nos las dan para que las devoremos'.


Como tú te alegraste a causa de la casa de Israel porque estaba desolada, eso mismo haré yo de ti. Serás desolada, monta a de Se r, lo mismo que Edom todo entero; y sabrán que yo soy Yahveh.'


Por eso, as dice el Se or Yahveh: 'S, hablo en mi ardiente celo contra las demás naciones y contra Edom entero, porque se han apropiado mi pa s con pleno regocijo de corazón y con desprecio en el alma para depredar sus pastizales'.


Ahora se reúnen contra ti naciones numerosas, que dicen: '¡Sea profanada, y nuestros ojos vean la ruina de Sión!'.


Cuando se acercó, al contemplar la ciudad, lloró por ella,


As también la lengua: es un miembro peque o, pero puede alardear de grandes cosas. Ved cómo un fuego tan peque o incendia un bosque tan grande.


Profiriendo discursos ampulosos y vac os, seducen con pasiones de la carne y desenfrenos a los que apenas han acabado de distanciarse de los que viven en el error.


Éstos son murmuradores; se quejan y caminan según sus deseos; su boca formula insolencias y adulan por interés.


Le dieron a la bestia una boca que profer a palabras grandilocuentes y blasfemas y se le concedió libertad de acción durante cuarenta y dos meses.


No multipliquéis palabras altaneras, no salga de vuestra boca la insolencia, porque Dios sapient simo es Yahveh, a él toca pesar las acciones.


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