Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt
- Piblisite -





2 Timoteo 3:11 - Biblia Castilian 2003

11 mis persecuciones y mis sufrimientos, como los que me sobrevinieron en Antioqu a, en Iconio y en Listra. ¡Qué persecuciones tuve que sufrir! Pero de todas ellas me libró el Se or.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

11 persecuciones, padecimientos, como los que me sobrevinieron en Antioquía, en Iconio, en Listra; persecuciones que he sufrido, y de todas me ha librado el Señor.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

11 Sabes cuánta persecución y sufrimiento he soportado, y cómo fui perseguido en Antioquía, Iconio y Listra; pero el Señor me rescató de todo eso.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

11 mi valentía, mis persecuciones y sufrimientos; sabes lo que me pasó en Antioquía, Iconio y Listra. ¡Cuántas persecuciones tuve que sufrir! Pero de todas me libró el Señor.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

11 mis persecuciones, mis sufrimientos, como los que me sucedieron en Antioquía,° en Iconio,° en Listra,° como los padecimientos que sufrí, y de todos me libró el Señor.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 mis persecuciones y mis sufrimientos, como los que me sobrevinieron en Antioquía, en Iconio y en Listra. ¡Qué persecuciones tuve que sufrir! Pero de todas ellas me libró el Señor.

Gade chapit la Kopi




2 Timoteo 3:11
43 Referans Kwoze  

el Ángel que me ha librado de todo mal, bendiga a estos jóvenes. Que en ellos sobreviva mi nombre y el nombre de mis antepasados, Abrahán e Isaac, y se multipliquen y crezcan en medio de la tierra'.


Dirigió David a Yahveh las palabras de este cántico el d a en que Yahveh le libró del poder de todos sus enemigos y de la mano de Saúl.


Tú me libras de mis perseguidores, sobre mis adversarios me enalteces, me salvas del hombre violento.


Cercano al afligido está el Se or, Qof él levanta al de esp ritu abatido.


El Se or lo socorre y lo rescata, lo libra del imp o y lo preserva, por haber buscado en él refugio.


Ya que en m se complace, yo le salvo, yo lo pongo en seguro, por conocer mi nombre.


no temas, que yo estoy contigo; no te asustes, que yo soy tu Dios. Te fortalezco y te ayudo, te sostengo con mi diestra salvadora.


No temas, gusanillo de Jacob, larva de Israel. 'Yo te ayudo', dice Yahveh; tu redentor es el Santo de Israel.


Si pasas por las aguas, contigo estoy, si por los r os, no te anegarán; si andas por el fuego, no te quemarás y la llama no te abrasará.


Te combatirán, pero no podrán contigo, porque contigo estoy yo - oráculo de Yahveh - para salvarte.


Por m mismo promulgo este decreto: en todos los dominios de mi reino teman todos y tiemblen ante el Dios de Daniel, porque él es el Dios vivo que subsiste eternamente; su reino no será destruido, y su imperio durará hasta el fin.


Ellos, después de atravesar Perge, llegaron a Antioqu a de Pisidia y, entrando en la sinagoga el d a de sábado, se sentaron.


Pero al ver los jud os la muchedumbre, se llenaron de envidia y contradec an con injurias las afirmaciones de Pablo.


En Listra yac a sentado un hombre, inválido de los pies, cojo de nacimiento, que nunca hab a podido andar.


sirviendo al Se or con toda humildad y lágrimas y adversidades, ocasionadas por las insidias de los jud os;


Ante el gran alboroto producido, temeroso el tribuno de que lincharan a Pablo, ordenó a la tropa bajar a rescatarlo de en medio de ellos y conducirlo de nuevo al cuartel.


Yo te salvaré de tu pueblo y de las naciones a las cuales te voy a enviar,


pero, gracias a la ayuda que recib de Dios, me he mantenido firme hasta el d a de hoy dando testimonio a peque os y grandes, sin decir otra cosa distinta de lo que predijeron los profetas y Moisés que hab a de suceder:


porque yo le mostraré cuántas cosas deberá padecer por mi nombre'.


para que me vea libre de los incrédulos que hay en Judea, y para que este servicio m o en beneficio de Jerusalén sea bien recibido por los hermanos


Porque, as como abundan en nosotros los padecimientos de Cristo, as también, mediante Cristo, abunda nuestra consolación.


Nuestra esperanza respecto de vosotros tiene firme fundamento, pues sabemos que de la misma manera que tenéis parte en los padecimientos, as la tenéis también en el consuelo.


Por eso me complazco, por amor de Cristo, en flaquezas, insultos, necesidades, persecuciones y angustias; porque cuando me siento débil, entonces soy fuerte.


He combatido el buen combate, he llegado a la meta de la carrera, he guardado la fe.


El Se or sabe librar de la prueba a los piadosos y reservar para el castigo hasta el d a del juicio a los imp os,


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite