Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt
- Piblisite -





2 Samuel 21:1 - Biblia Castilian 2003

1 Hubo en tiempos del rey David un hambre que duró tres a os consecutivos. Consultó entonces David a Yahveh y Yahveh le respondió: 'Hay sangre sobre Saúl y sobre su familia, por haber dado él muerte a los gabaonitas'.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

1 Hubo hambre en los días de David por tres años consecutivos. Y David consultó a Jehová, y Jehová le dijo: Es por causa de Saúl, y por aquella casa de sangre, por cuanto mató a los gabaonitas.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Durante el reinado de David hubo un hambre que duró tres años. Entonces David consultó al Señor, y el Señor dijo: «El hambre se debe a que Saúl y su familia son culpables de la muerte de los gabaonitas».

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Hubo bajo el reinado de David una hambruna que duró tres años. David consultó a Yavé y éste le respondió: 'Saúl y su familia tienen pendiente una deuda de sangre porque Saúl dio muerte a los gabaonitas'.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

1 En los días de David hubo hambre por tres años consecutivos, y buscó David el rostro de YHVH; y dijo YHVH: Es a causa de Saúl, a causa de esa casa sanguinaria que dio muerte a los gabaonitas.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Hubo en tiempos del rey David un hambre que duró tres años consecutivos. Consultó entonces David a Yahveh y Yahveh le respondió: 'Hay sangre sobre Saúl y sobre su familia, por haber dado él muerte a los gabaonitas'.

Gade chapit la Kopi




2 Samuel 21:1
34 Referans Kwoze  

Hubo hambre en aquella tierra y bajó Abrán a Egipto con ánimo de morar all, pues el hambre devastaba la tierra.


Hubo hambre en aquella tierra, distinta de aquella primera que sobrevino en los d as de Abrahán. Isaac se trasladó a Guerar, adonde Abimélec, rey de los filisteos,


De todos los pa ses ven an a Egipto para comprar trigo a José, pues el hambre arreciaba sobre toda la tierra.


Bajaron los hijos de Israel a comprar grano, igual que otros muchos que hac an lo mismo, pues hab a hambre en la tierra de Canaán.


El hambre segu a devastando la tierra.


Yahveh ha hecho recaer sobre ti toda la sangre de la casa de Saúl, cuyo reino has usurpado, y Yahveh ha entregado el reino en manos de tu hijo Absalón. Ahora has ca do en tu propia maldad, porque eres un hombre sanguinario'.


También Irá, de Ya r, era sacerdote de David.


Entonces ellos dijeron al rey: 'Aquel hombre nos aniquiló y trató de extinguirnos para hacernos desaparecer de todo el territorio de Israel.


Volvió a encenderse la cólera de Yahveh contra Israel y por eso instigó a David contra ellos, ordenándole: 'Disponte a hacer el censo de Israel y de Judá'.


Entonces David consultó a Yahveh diciendo: '¿He de subir contra los filisteos? ¿Me los vas a entregar en mis manos?'. Yahveh respondió a David: 'Sube, porque ciertamente te los voy a entregar en tus manos'.


Consultó entonces David a Yahveh, que le respondió: 'No subas. Da un rodeo por detrás de ellos y atácalos por el lado de las balsameras.


El as, el tesbita, de Tisbé de Galaad, dijo a Ajab: '¡Vive Yahveh, Dios de Israel, a quien sirvo, que en estos a os no ha de haber roc o ni lluvia, sino por orden m a'.


Fue, pues, El as a presentarse a Ajab. El hambre arreciaba en Samar a.


Hubo gran hambre en Samar a; pues tanto la asediaron que la cabeza de un asno se pagaba a ochenta siclos de plata y un pu ado de algorrobas val a cinco siclos de plata.


Eliseo habló a la mujer a cuyo hijo él hab a resucitado y le dijo: 'Disponte a partir, tú con tu familia, y vete a vivir donde puedas, porque Yahveh ha llamado al hambre, que vendrá sobre este pa s por siete a os'.


A Dios diré: ¡No me condenes! Hazme saber por qué me atacas.


De ti me dicta el corazón: 'Requerid mi presencia': tu presencia es, Se or, lo que yo busco.


Invócame en el d a de la angustia: te libraré y tú me darás gloria.


Él me invoca y yo lo atiendo, en la angustia estoy con él para librarle y ponerlo en dignidad.


Cuando yo os retire el sustento del pan, diez mujeres cocerán vuestro pan en un solo horno. Os lo darán tan tasado que lo comeréis y seguirés teniendo hambre.


Se pondrá delante del sacerdote Eleazar, quien consultará por él ante Yahveh la decisión de los urim. A una orden suya saldrán y entrarán con él todos los israelitas, toda la comunidad'.


Pero los israelitas fueron infieles en lo tocante al anatema. Porque Acán, hijo de Carm, hijo de Zabd, hijo de Zéraj, de la tribu de Judá, se guardó para s algo de lo entregado al anatema y la ira de Yahveh se encendió contra los israelitas.


Vamos, pues, a hacer con ellos lo siguiente: dejarlos con vida para no atraer sobre nosotros la cólera divina, a causa del juramento que les hemos prestado'.


En el tiempo en que gobernaban los jueces hubo hambre en el pa s. Por ello, un hombre de Belén de Judá fue a establecerse como extranjero, con su esposa y sus dos hijos, en los campos de Moab.


Consultaron entonces de nuevo a Yahveh: '¿Ha llegado ya aqu ese hombre?'. Respondió Yahveh: 'Está escondido entre los bagajes'.


¿Los habitantes de Queilá me entregarán en sus manos? ¿Bajará efectivamente Saúl, como ha o do decir tu siervo? Yahveh, Dios de Israel, d gnate manifestarlo a tu siervo'. Y contestó Yahveh: 'Bajará'.


David consultó entonces a Yahveh: '¿Debo ir a batir a estos filisteos?'. Respondió Yahveh a David: 'Vete, los derrotarás y salvarás as a Queilá'.


David consultó de nuevo a Yahveh, y Yahveh le respondió: 'Parte y baja a Queilá, porque yo voy a entregar a los filisteos en tus manos'.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite