2 Samuel 19:21 - Biblia Castilian 2003

²¹ Porque yo, tu siervo, reconozco que he pecado. ¡Y hoy vengo el primero de toda la casa de José y he bajado al encuentro de mi se or, el rey!'.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

²¹ Respondió Abisai hijo de Sarvia y dijo: ¿No ha de morir por esto Simei, que maldijo al ungido de Jehová?

Biblia Nueva Traducción Viviente

²¹ Entonces Abisai hijo de Sarvia dijo: —¡Simei debe morir, porque maldijo al rey ungido por el Señor!

Biblia Católica (Latinoamericana)

²¹ Tu servidor sabe muy bien que pecó, pero ahora ha sido el primero de toda la casa de Israel en venir al encuentro del rey mi señor'.

La Biblia Textual 3a Edicion

²¹ Pero Abisai, hijo de Sarvia, respondió y dijo: ¿No ha de ser muerto Simei, por cuanto maldijo al ungido de YHVH?

Biblia Serafín de Ausejo 1975

²¹ Porque yo, tu siervo, reconozco que he pecado. ¡Y hoy vengo el primero de toda la casa de José y he bajado al encuentro de mi señor, el rey!'.

2 Samuel 19:21 Referans Kwoze

2 Samuel 16:13

Y David y sus hombres prosiguieron su camino, mientras Seme los segu a de cerca, por la ladera del monte, maldiciendo y lanzando al mismo tiempo piedras y tierra.

2 Samuel 16:5

Cuando el rey David llegó a Bajur n, salió de all un hombre del clan de la casa de Saúl, llamado Seme, hijo de Guerá. Avanzaba profiriendo maldiciones

2 Samuel 16:9

Entonces Abisay, hijo de Servia, dijo al rey: '¿Por qué ese perro muerto insulta al rey, mi Se or? ¡Perm teme que yo vaya y le corte la cabeza!'.

Salmos 84:9

Se or, Dios de los ejércitos, escucha mi plegaria, presta atención, Dios de Jacob. Selah

Éxodo 22:28

No retrasás la ofrenda de la abundancia de tu era y de tu lagar. Me entregarás el primogénito de tus hijos.

Lamentaciones 4:20

Nuestro aliento vital, el ungido de Yahveh, Res fue atrapado en sus fosos: aquel de quien dec amos: 'A su sombra viviremos entre las naciones'.

1 Samuel 24:6

Pero después se le aceleró el pulso del corazón a David por haber cortado la orla del manto de Saúl.

1 Samuel 26:9

Pero David respondió a Abisay: 'No lo mates; pues ¿quién que haya puesto su mano sobre el ungido de Yahveh puede permanecer impune?'.