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2 Samuel 11:25 - Biblia Castilian 2003

25 Entonces dijo David al mensajero: 'Esto has de decir a Joab: 'No te aflijas por este incidente, pues la espada devora unas veces a unos y otras veces a otros. Refuerza tu ataque contra la ciudad y arrásala. Y tú dale ánimo''.

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Biblia Reina Valera 1960

25 Y David dijo al mensajero: Así dirás a Joab: No tengas pesar por esto, porque la espada consume, ora a uno, ora a otro; refuerza tu ataque contra la ciudad, hasta que la rindas. Y tú aliéntale.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

25 —Bien, dile a Joab que no se desanime —dijo David—. ¡La espada devora a este hoy y a aquel mañana! La próxima vez esfuércense más, ¡y conquistarán la ciudad!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

25 David dijo al mensajero: 'Dile a Joab que no se preocupe más por este asunto, porque la espada devora tanto aquí como acullá. Dile que refuerce su ataque contra la ciudad hasta que la destruya; que se mantenga firme'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

25 Y David dijo al mensajero: Así dirás a Joab: Que esto no te desagrade, porque la espada devora tanto a uno como a otro. Refuerza tu ataque contra la ciudad y destrúyela. Y tú, aliéntale.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

25 Entonces dijo David al mensajero: 'Esto has de decir a Joab: 'No te aflijas por este incidente, pues la espada devora unas veces a unos y otras veces a otros. Refuerza tu ataque contra la ciudad y arrásala. Y tú dale ánimo''.

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2 Samuel 11:25
8 Referans Kwoze  

pero los arqueros tiraban contra tus servidores desde lo alto de la muralla y murieron algunos de los servidores del rey, entre ellos tu vasallo Ur as, el hitita'.


Cuando la mujer de Ur as se enteró de que hab a muerto su marido, hizo duelo por su se or.


Joab siguió atacando a Rabá de los amonitas y se apoderó de la ciudad real.


Sin embargo, los israelitas cobraron ánimos y se pusieron en orden de batalla en el mismo lugar en que se hab an organizado el d a anterior.


Fijaos bien: si toma el camino de su pa s y sube hacia Bet Semes, es Yahveh quien nos ha tra do esta gran calamidad; en caso contrario, sabremos que no fue su mano la que nos hirió, sino que esto nos ha sucedido por casualidad'.


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