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2 Reyes 9:1 - Biblia Castilian 2003

1 El profeta Eliseo llamó a uno de los hijos de los profetas y le dijo: 'C ete la cintura, toma esta alcuza de aceite en la mano y vete a Ramot de Galaad.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

1 Entonces el profeta Eliseo llamó a uno de los hijos de los profetas, y le dijo: Ciñe tus lomos, y toma esta redoma de aceite en tu mano, y ve a Ramot de Galaad.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Mientras tanto, el profeta Eliseo mandó llamar a un miembro del grupo de profetas. «Prepárate para viajar —le dijo—, y llévate este frasco de aceite de oliva. Ve a Ramot de Galaad,

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 El profeta Eliseo llamó a uno de los hermanos profetas y le dijo: 'Ponte el cinturón, llévate esta alcuza de aceite y parte para Ramot de Galaad.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 Y el profeta Eliseo llamó a uno de los hijos de los profetas y le dijo: Ciñe tus lomos, toma esta vasija de aceite en tu mano y ve a Ramot de Galaad.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 El profeta Eliseo llamó a uno de los hijos de los profetas y le dijo: 'Cíñete la cintura, toma esta alcuza de aceite en la mano y vete a Ramot de Galaad.

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2 Reyes 9:1
25 Referans Kwoze  

El sacerdote Sadoc hab a tomado de la tienda el cuerno de aceite y ungió a Salomón. Sonaron las trompetas, y todo el pueblo gritó: '¡Viva el rey Salomón!'.


La mano de Yahveh se posó sobre El as, quien se ci ó la cintura y fue corriendo delante de Ajab hasta la entrada de Yizreel.


También ungirás a Jehú, hijo de Nums, por rey de Israel. Y a Eliseo, hijo de Safat, de Abel Mejolá, lo ungirás como profeta en lugar tuyo.


Uno de los hijos de los profetas dijo a su compa ero por orden de Yahveh: '¡Hiéreme, por favor!'. Pero él se negó a herirle.


Y preguntó Yahveh: ¿quién seducirá a Ajab para que suba y perezca en Ramot de Galaad? Y uno propon a una cosa, y otro otra.


Y preguntó a Josafat: '¿Quieres venir conmigo a la guerra contra Ramot de Galaad?'. Respondió Josafat al rey de Israel: 'Una misma cosa somos tú y yo, mi pueblo y tu pueblo, mis caballos y tus caballos'.


Viéronlo los hijos de los profetas de Jericó, que estaban a alguna distancia, y dijeron: 'El esp ritu de El as está sobre Eliseo'. Fueron a su encuentro y se postraron en tierra ante él.


Los hijos de los profetas que hab a en Betel salieron al encuentro de Eliseo y le dijeron: '¿No sabes tú que Yahveh quiere arrebatar hoy a tu se or por encima de tu cabeza?'. Él respondió: 'S, también yo lo sé. Pero callad'.


Los hijos de los profetas residentes en Jericó se acercaron a Eliseo y le dijeron: '¿No sabes tú que Yahveh quiere arrebatar hoy a tu se or por encima de tu cabeza?'. Respondió él: 'S; también yo lo sé. Pero callad'.


Les segu an cincuenta hombres de entre los hijos de los profetas, que se pararon a cierta distancia frente a ellos, cuando ellos dos se detuvieron junto al Jordán.


Una mujer, de entre las mujeres de los hijos de los profetas, clamó a Eliseo, diciéndole: 'Mi marido, tu siervo, ha muerto, y bien sabes tú que tu siervo era temeroso de Yahveh. Pero el acreedor ha venido a llevarse a mis dos hijos para esclavos suyos'.


Él dijo a Guejaz: 'C ete la cintura, toma en tus manos mi bastón y vete. Si encuentras a alguno, no lo saludes, y si te saluda, no le respondas. Pon mi bastón sobre el rostro del ni o'.


El joven siervo del profeta partió hacia Ramot de Galaad.


Para sucederle, los habitantes de Jerusalén proclamaron rey a Ocoz as su hijo menor, pues a todos los mayores los hab a asesinado la banda de árabes que hab a entrado al campamento. As llegó a ser rey de Judá Ocoz as, hijo de Jorán.


Por consejo de ellos marchó con Jorán, hijo de Ajab, rey de Israel, a la guerra contra Jazael, rey de Aram, a Ramot de Galaad. All los arameos hirieron a Jorán,


As pues, c ete la cintura, levántate y diles todo lo que te mando. No tengas miedo ante ellos, no sea que yo te haga temerlos.


se le acercó una mujer con un frasco de alabastro, lleno de perfume de mucho valor, y se lo derramó en la cabeza mientras él estaba a la mesa.


Ahora, pues, Israel, escucha los preceptos y las normas que os ense o y ponedlos en práctica, para que viváis y entréis a poseer la tierra que os da Yahveh, Dios de vuestros padres.


Con vuestros propios ojos habéis visto lo que hizo Yahveh en Baal Peor: Yahveh, tu Dios, hizo desaparecer de en medio de ti a cuantos se fueron tras Baal Peor.


Por tanto, con ánimo dispuesto y vigilante, poned toda vuestra esperanza en la gracia que os llegará cuando Jesucristo se manifieste.


Tomó Samuel el frasco del aceite y lo derramó sobre la cabeza de Saúl; después le besó y le dijo: '¿No es Yahveh quien te ha ungido por pr ncipe de su pueblo Israel? Tú regirás al pueblo de Yahveh y lo librarás del poder de los enemigos que le rodean. Y ésta será la se al de que Yahveh te ha ungido por jefe de su heredad:


Yahveh dijo a Samuel: '¿Hasta cuándo vas a estar lamentándote por Saúl, una vez que yo lo he rechazado para que no sea rey de Israel? Llena tu cuerno de aceite y vete adonde te env o, a la casa de Jesé, de Belén, porque he visto entre sus hijos un rey para m '.


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