2 Reyes 8:11 - Biblia Castilian 2003

¹¹ El varón de Dios, demudado el rostro, se quedó totalmente paralizado y luego rompió a llorar.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

¹¹ Y el varón de Dios le miró fijamente, y estuvo así hasta hacerlo ruborizarse; luego lloró el varón de Dios.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹¹ Eliseo se quedó mirando a Hazael tan fijamente que Hazael se sintió incómodo. Entonces el hombre de Dios se puso a llorar.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹¹ Entonces el rostro del hombre de Dios se contrajo y su mirada quedó fija, poniéndose después a llorar.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹¹ Y lo miró fijamente hasta que se avergonzó. Entonces el varón de Dios rompió a llorar.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹¹ El varón de Dios, demudado el rostro, se quedó totalmente paralizado y luego rompió a llorar.

2 Reyes 8:11 Referans Kwoze

Génesis 45:2

Después José dio rienda suelta a su llanto, de suerte que le oyeron los egipcios, y llegó la noticia a la casa del Faraón.

2 Reyes 15:29

En los d as de Pécaj, rey de Israel, llegó Teglatfalasar, rey de Asiria, se apoderó de Iyón, Abel Bet Maacá, Yanóaj, Cades, Jasor, Galaad y Galilea, o sea, de toda la región de Neftal, y deportó a sus habitantes a Asiria.

2 Reyes 2:17

Pero tanto porfiaron que les dijo: 'Enviadlos'. Enviaron a aquellos cincuenta hombres, que estuvieron buscándolo durante tres d as, pero no lo hallaron.

Salmos 119:136

R os de agua descienden de mis ojos de que tu ley no sea observada.

Jeremías 13:17

Si no escucháis esto, llorará en secreto mi alma ante tal orgullo, se deshará en lágrimas; derramarán lágrimas mis ojos, porque es llevada cautiva la grey de Yahveh.

Jeremías 14:17

Les dirás esta palabra: Vierten lágrimas mis ojos noche y d a y no cesan, porque por un gran quebranto está quebrantada la virgen, hija de mi pueblo, por un golpe del todo incurable.

Jeremías 4:19

¡Mis entra as! ¡Mis entra as! ¡Me retuerzo de dolor! ¡Entretelas de mi corazón! Mi corazón me palpita, no puedo callarme, pues sonido de trompeta oye mi alma, alarma de guerra.

Jeremías 9:1

¡Quién me diera en el desierto un albergue de caminantes! Abandonar a a mi pueblo, me marchar a de su lado, pues todos son adúlteros, una banda de traidores.

Jeremías 9:18

¡S ! ¡Escuchad! De Sión se oye un lamento: ¡Ay! Cómo estamos oprimidos, se nos cae la cara de vergüenza; pues hemos tenido que abandonar el pa s, porque han derribado nuestras moradas.

Lucas 19:41

Cuando se acercó, al contemplar la ciudad, lloró por ella,

Juan 11:35

Jesús rompió a llorar.

Hechos 20:19

sirviendo al Se or con toda humildad y lágrimas y adversidades, ocasionadas por las insidias de los jud os;

Hechos 20:31

As, pues, vigilad, recordando que, a lo largo de tres a os, ni de noche ni de d a cesé de aconsejar con lágrimas a cada uno en particular.

Romanos 9:2

siento gran tristeza y profundo e incesante dolor en mi corazón.

Filipenses 3:18

Pues hay muchos, de los cuales os hablé a menudo, y ahora lo repito llorando, que caminan como enemigos de la cruz de Cristo,