Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





2 Reyes 6:33 - Biblia Castilian 2003

33 Estaba aún hablando con ellos cuando bajó el rey y le dijo: 'Ciertamente esta desgracia viene de Yahveh. ¿Qué puedo yo esperar ya de Yahveh?'.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

33 Aún estaba él hablando con ellos, y he aquí el mensajero que descendía a él; y dijo: Ciertamente este mal de Jehová viene. ¿Para qué he de esperar más a Jehová?

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

33 Mientras Eliseo decía esto, el mensajero llegó, y el rey dijo: —¡Todo este sufrimiento viene del Señor! ¿Por qué seguiré esperando al Señor?

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

33 Todavía estaba hablando Eliseo con ellos cuando llegó a la casa el rey: 'Esta desgracia viene de Yavé, dijo, ¿qué puedo ya esperar de Yavé?'

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

33 Aún hablaba con ellos, cuando he aquí el mensajero° bajaba a él, y dijo: Reconozco que esta desgracia es de parte de YHVH. ¿Qué más podría esperar de parte de YHVH?°

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

33 Estaba aún hablando con ellos cuando bajó el rey y le dijo: 'Ciertamente esta desgracia viene de Yahveh. ¿Qué puedo yo esperar ya de Yahveh?'.

Gade chapit la Kopi




2 Reyes 6:33
32 Referans Kwoze  

Respondió Ca n a Yahveh: 'Demasiado grande es mi culpa para que pueda soportarla.


Exclamó entonces el rey de Israel: '¡Ay! Parece que Yahveh ha convocado a estos tres reyes para entregarlos en manos de Moab'.


Dijo entonces Eliseo: 'O d la palabra de Yahveh: as habla Yahveh: ma ana a estas horas el seá de flor de harina se conseguirá por un siclo, y dos seás de cebada por un siclo, en la puerta de Samar a'.


Pero prueba a extender tu mano y tocar su hacienda. ¡Ya verás cómo te maldice en tu propia cara!'.


y dijo: 'Desnudo sal del seno de mi madre y desnudo volveré a él. Yahveh me lo dio, Yahveh me lo quitó. ¡Bendito sea el nombre de Yahveh!'.


cuando vuelves tu ira contra Dios y profieres semejantes palabras!


Prueba a extender tu mano y tocar sus huesos y su carne. ¡Ya verás cómo te maldice ante tu propia cara!'. Dijo Yahveh a Satán:


Le dijo su mujer: '¿Todav a sigues empe ado en tu integridad? ¡Maldice a Dios y muérete!'.


Espera en el Se or: corazón denodado y valeroso, espera en el Se or.


descansa en el Se or y espera en él. No te irrite el que triunfa en sus designios ni el que tiene por arte la asechanza.


Serán abatidos los malvados y el que espera en el Se or tendrá el pa s.


Derrocarle del puesto es cuanto está en sus planes, su gozo es la mentira: con la boca bendicen, mas su idea es maldición. Selah


La necedad del hombre tuerce su camino; contra Yahveh se irrita su corazón.


Con propósito firme aseguras la paz, pues en ti se conf a.


Quien de vosotros tema a Yahveh, escuche la voz de su Siervo. El que camine en tinieblas y no perciba ningún resplandor, conf e en el nombre de Yahveh y apóyese en su Dios.


Aguardaré a Yahveh, que oculta su rostro a la casa de Jacob, y en él esperaré.


Pasará alguien oprimido y hambriento; el hambre le irritará y maldecirá a su rey y a su Dios. Volverá su rostro hacia arriba,


Guarda tu pie de andar descalzo, y tu garganta de la sed. Tú respondes: '¡Es inútil! ¡No! Pues amo a extranjeros y tras ellos quiero ir'.


¿Quién dijo algo y sucedió Mem sin que el Se or lo disponga?


¿Por qué ha de quejarse un hombre mientras vive por el castigo de sus pecados?


'Tú, pues, hijo de hombre, di a la casa de Israel: vosotros estáis diciendo lo siguiente: 'Nuestras transgresiones y nuestros pecados pesan tanto sobre nosotros que nos estamos consumiendo. ¿Cómo podremos vivir?'.


¿Suena la trompeta en la ciudad sin que la gente se alarme? ¿Hay en la ciudad una desgracia que no haya dispuesto Yahveh?


Porque es una visión para un tiempo fijado, se acerca a su fin y no defraudará. Si tarda, espérala, pues vendrá sin falta y no fallará.


Luego les propuso una parábola sobre la necesidad que ten an de orar siempre y de no cansarse nunca.


para no vernos enga ados por Satanás, pues no ignoramos sus designios.


as que, ahora, más bien tenéis que perdonarlo y animarlo, para que no se sienta abrumado por la excesiva tristeza.


Dijo entonces a su escudero: 'Desenvaina tu espada y atraviésame con ella, no sea que lleguen esos incircuncisos y me atraviesen y hagan escarnio de m '. Pero no quiso acceder su escudero, por el gran temor que sent a. Saúl tomó entonces su propia espada y se dejó caer sobre ella.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite