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2 Reyes 5:1 - Biblia Castilian 2003

1 Naamán, jefe del ejército del rey de Aram, era un hombre importante que gozaba de gran favor ante su se or, porque por su medio hab a otorgado Yahveh la victoria a Aram. Pero este hombre, de probada valent a, estaba leproso.

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Biblia Reina Valera 1960

1 Naamán, general del ejército del rey de Siria, era varón grande delante de su señor, y lo tenía en alta estima, porque por medio de él había dado Jehová salvación a Siria. Era este hombre valeroso en extremo, pero leproso.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 El rey de Aram sentía una gran admiración por Naamán, el comandante del ejército, porque el Señor le había dado importantes victorias a Aram por medio de él; pero a pesar de ser un poderoso guerrero, Naamán padecía de lepra.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Naamán era el comandante en jefe del ejército del rey de Aram. Era un hombre muy estimado por su señor; era su favorito porque por su intermedio había Yavé dado la victoria a los arameos. Pero ese hombre valiente era leproso.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 Naamán, capitán del ejército del rey de Siria, era un hombre muy estimado por su señor, porque por su intermedio YHVH había dado victoria° a Siria. Era además valeroso en extremo, pero leproso.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Naamán, jefe del ejército del rey de Aram, era un hombre importante que gozaba de gran favor ante su señor, porque por su medio había otorgado Yahveh la victoria a Aram. Pero este hombre, de probada valentía, estaba leproso.

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2 Reyes 5:1
20 Referans Kwoze  

Caiga ésta sobre la cabeza de Joab y sobre toda la casa de su padre. Que no falte de la casa de Joab quien padezca de flujo, ni leproso, ni quien camine con muletas, ni quien caiga a filo de espada, ni quien carezca de pan'.


Cierto d a pasaba Eliseo por Sunén. Hab a all una mujer principal, que con insistencia lo invitó a comer. Y en adelante, siempre que pasaba, se deten a all a comer.


Los arameos, en una de sus expediciones guerrilleras, se hab an tra do de la tierra de Israel, como cautiva, a una jovencita que quedó al servicio de la esposa de Naamán.


Pero la lepra de Naamán se te pegará a ti y a tu descendencia para siempre'. Y salió de su presencia leproso, blanquezino como la nieve.


A la entrada de la puerta hab a cuatro leprosos que se dec an unos a otros: '¿Para qué estamos sentados aqu esperando la muerte?


Porque el jud o Mardoqueo fue el segundo después del rey Asuero. Fue grande entre los jud os y amado por sus numerosos hermanos. Buscó el bien de su pueblo y se preocupó de la paz en favor de toda su raza. (3a) Y dijo Mardoqueo: 'De Dios ha venido todo esto. (3b) Me he acordado, en efecto, del sue o que tuve referente a estos hechos, ninguno de los cuales ha dejado de cumplirse, (3c) de cómo la fuentecilla se convirtió en r o y de la abundancia que hubo de luz, de sol y de agua. El r o es Ester, a quien el rey tomó por esposa y la hizo reina. (3d) Los dos dragones somos yo y Amán. (3e) Los pueblos son los que se juntaron para acabar con el nombre de los jud os. (3f) Mi pueblo es este Israel, que clamó a Dios y fue salvado. El Se or salvó a su pueblo y él nos libró de todos estos males; Dios obró estas se ales y estos grandes prodigios, cuales nunca hubo entre los gentiles. (3g) Por eso él determinó estas dos suertes: una para el pueblo de Dios, y otra para todos los demás pueblos. (3h) Y estas dos suertes se han cumplido en la hora y en el momento oportuno, como d a de juicio se alado por Dios para todas las naciones. (3i) Dios se acordó de su pueblo e hizo justicia a su heredad. (3k) Y estos d as del mes de Adar, el catorce y el quince de este mes, serán para los jud os d as de asamblea y de alegr a y de regocijo en presencia de Dios por todas las generaciones, para siempre en su pueblo Israel. (3l) El a o cuarto del reinado de Tolomeo y Cleopatra, Dositeo, que dec a ser sacerdote y levita, y su hijo Tolomeo, trajeron la presente carta sobre los purim, de la cual afirmaron que era auténtica y que hab a sido traducida por Lis maco, hijo de Tolomeo, de la comunidad de Jerusalén.


ya que Mardoqueo era poderoso en la casa del rey y su fama se hab a difundido por todas las provincias. De hecho, su poder se acrecentaba de d a en d a.


Yahveh hizo que el pueblo se ganara el favor de los egipcios. Moisés gozaba de gran prestigio en Egipto tanto en la corte del Faraón como entre el pueblo.


Se adiestra al caballo para el d a del combate; pero la victoria es cosa de Yahveh.


Y muchos leprosos hab a en Israel en tiempo del profeta Eliseo; pero ninguno de ellos fue curado, sino Naamán, el sirio'.


Respondió Jesús: 'Ninguna autoridad tendr as sobre m, si no te la hubieran dado de lo alto. Por eso, el que me ha entregado a ti tiene mayor pecado'.


Pues no me atrever a a hablar de nada, fuera de lo que Cristo, para obtener la obediencia de los gentiles, ha realizado, valiéndose de m, de palabra y de hecho,


o sea, a causa de tan grandes revelaciones. Por eso, para que no me arrastre la soberbia, se me clavó un aguijón en la carne: un enviado de Satanás, para que me abofetee, a fin de que no me envanezca.


Solamente respetaste el pa s de los amonitas, la ribera del torrente Yaboc, las ciudades de la monta a y los lugares que Yahveh, nuestro Dios, nos hab a prohibido.


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