Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt
- Piblisite -





2 Reyes 4:26 - Biblia Castilian 2003

26 Corre a su encuentro y pregúntale: '¿Estás bien? ¿Están bien tu marido y tu ni o?''. Respondió ella: 'S; están bien'.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

26 Te ruego que vayas ahora corriendo a recibirla, y le digas: ¿Te va bien a ti? ¿Le va bien a tu marido, y a tu hijo? Y ella dijo: Bien.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

26 Corre a su encuentro y pregúntale: “¿Están todos bien, tú, tu esposo y tu hijo?”». «Sí —contestó ella—, todo está bien».

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

26 Corre a encontrarla y pregúntale: ¿Cómo estás? ¿Tu marido se porta bien? ¿Cómo está el niño?' Ella respondió: '¡Bien!'

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

26 Corre ahora a su encuentro, y dile: ¿Estás en paz? ¿Está en paz tu marido? ¿Está en paz el niño? Ella respondió: Shalom.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

26 Corre a su encuentro y pregúntale: '¿Estás bien? ¿Están bien tu marido y tu niño?''. Respondió ella: 'Sí; están bien'.

Gade chapit la Kopi




2 Reyes 4:26
16 Referans Kwoze  

Les dijo él: '¿Goza de buena salud?'. Contestaron ellos: 'S, está bien; mira, ah viene Raquel, su hija, con el reba o'.


Le dijo su padre: 'Vete a ver cómo están tus hermanos y el reba o, y me lo cuentas cuando vuelvas'. Lo envió desde el valle de Hebrón, y José llegó a Siquén.


Él les preguntó cómo estaban y les dijo: '¿Goza de buena salud vuestro padre, el anciano de quien me hablasteis? ¿Vive todav a?'.


Preguntó el rey: '¿Está bien el joven Absalón?'. Respondió Ajimás: 'Yo vi un gran alboroto en el momento en que el servidor del rey, Joab, enviaba a tu siervo, pero no sé de qué se trataba'.


Respondió él: '¿Para qué vas a ir a él hoy? No es novilunio ni sábado'. Pero ella respondió: 'No te preocupes'.


Ella partió y llegó adonde estaba el varón de Dios, en el monte Carmelo. Cuando el varón de Dios la vio de lejos, dijo a su criado Guejaz: '¡Ah viene la sunamita!


Pero apenas llegó ante el varón de Dios, en el monte, se abrazó a sus pies. Guejaz se acercó para apartarla, pero el varón de Dios le dijo: 'Déjala, porque su alma está llena de amargura, pero Yahveh me lo ha ocultado y no me lo ha manifestado'.


Él respondió: 'Todo bien. Pero mi se or me ha enviado a decirte: 'Acaban de llegar a m dos jóvenes de la monta a de Efra n, de los hijos de los profetas. Por favor, dame para ellos un talento de plata y dos mudas de vestidos''.


Presérvame de toda rebeld a, no me expongas a las afrentas de los necios.


Dijo Moisés a Aarón: esto es lo que hab a dicho Yahveh: 'En los que se me acercan demostraré que yo soy santo y a los ojos de todo el pueblo seré glorificado'. Aarón calló.


Yo pregunté: '¿Qué vienen a hacer éstos?'. Contestó: 'Aquéllos son los cuernos que dispersaron a Judá, de modo que nadie levantó ya cabeza; pero éstos vienen para espantarlos, para derribar los cuernos de las naciones que alzaron los cuernos contra el pa s de Judá para dispersarlo'.


Algunos d as más tarde, dijo Pablo a Bernabé: 'Vamos a visitar de nuevo a los hermanos por todas las ciudades en las que anunciamos la palabra del Se or, para ver cómo están'.


Lleva también estos diez requesones al jefe de su millar. Mira a ver cómo están tus hermanos y recibe de ellos alguna respuesta'.


Entonces Samuel se lo manifestó todo, sin ocultarle nada. Dijo entonces El: '¡Él es Yahveh! ¡Que haga lo que bien parezca a sus ojos!'.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite