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2 Reyes 25:9 - Biblia Castilian 2003

9 Incendió el templo de Yahveh, el palacio del rey y todas las casas de Jerusalén; prendió también fuego a todas las casas importantes.

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Biblia Reina Valera 1960

9 Y quemó la casa de Jehová, y la casa del rey, y todas las casas de Jerusalén; y todas las casas de los príncipes quemó a fuego.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 Quemó por completo el templo del Señor, el palacio real y todas las casas de Jerusalén. Destruyó todos los edificios importantes de la ciudad.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Quemó la casa de Yavé, el palacio real y todas las casas de Jerusalén.

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 Y quemó la Casa de YHVH, y el palacio real, y todas las casas de Jerusalem, y también prendió fuego a todas las casas de los nobles.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Incendió el templo de Yahveh, el palacio del rey y todas las casas de Jerusalén; prendió también fuego a todas las casas importantes.

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2 Reyes 25:9
30 Referans Kwoze  

yo extirparé a Israel de la haz de la tierra que les di y arrojaré de mi presencia el templo que he consagrado a mi nombre, e Israel vendrá a ser proverbio e irrisión entre todos los pueblos.


Y este templo se convertirá en ruinas, de tal modo que todo el que pase ante él quedará pasmado y silbará y se preguntará: '¿Por qué Yahveh ha tratado as a este pa s y a este templo?'.


Luego incendiaron el templo de Dios, demolieron las murallas de Jerusalén, prendieron fuego a todos sus palacios y destruyeron todos los objetos preciosos.


Pero, por haber irritado nuestros padres al Dios del cielo, éste los entregó en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, el caldeo, quien destruyó este templo y se llevó cautivo al pueblo a Babilonia.


Salmo. De Asaf. Los gentiles han entrado, Se or, en tu heredad, profanado lo más sagrado de tu templo y convertido a Jerusalén en un montón de ruinas.


Tus santas ciudades están desiertas, Sión en desierto se ha convertido, Jerusalén, en desolación.


Pero si no me escucháis, si no santificáis el d a del sábado dejando de transportar cargas y de pasarlas por las puertas de Jerusalén el d a del sábado, entonces en sus puertas encenderé fuego que devorará los palacios de Jerusalén y no se apagará'.


¿Por qué profetizas en nombre de Yahveh, diciendo: 'Este templo quedará como Siló, y esta ciudad será arrasada sin que quede un habitante?''. Y todo el pueblo se amotinó contra Jerem as en el templo de Yahveh.


as dice Yahveh, Dios de Israel: 'Vete a hablar a Sedec as, rey de Judá, y dile: 'Mira: voy a entregar esta ciudad en mano del rey de Babilonia, que le prenderá fuego.


Estoy dando ya la orden - oráculo de Yahveh - para hacerlos volver a esta ciudad, a fin de que luchen contra ella, la tomen y la entreguen al fuego; pues de las ciudades de Judá voy a hacer un desierto, sin habitantes'.


Pues aunque derrotarais a todo el ejército de los caldeos que luchan contra vosotros y sólo quedaran entre ellos hombres malheridos, se levantar an cada uno de su tienda y prender an fuego a esta ciudad.


y entonces volverán los caldeos, atacarán esta ciudad, la tomarán y la incendiarán.


Los caldeos prendieron fuego al palacio real y a las casas de la población y derribaron las murallas de Jerusalén.


llegaron ochenta hombres de Siquén, de Siló y de Samar a, con la barba rapada, los vestidos rasgados y cubiertos de incisiones, con oblaciones e incienso, para ofrecerlos en el templo de Yahveh.


Incendió el templo, el palacio del rey y todas las casas de Jerusalén; prendió fuego también a todas las casas importantes.


por eso haré con el templo sobre el cual se invoca mi nombre, en el que confiáis, y con el lugar que os di a vosotros y a vuestros padres, como hice con Siló:


Su mano tendió el opresor Yod a todos sus tesoros; ella vio a las naciones entrar en su santuario, aquellas a las que prohibiste entrar en tu asamblea.


Desde ó su altar el Se or, Zain profanó su santuario; entregó los muros de sus palacios en poder del enemigo; éste gritó en la casa de Yahveh como en d a de fiesta.


por el monte de Sión, que está devastado. ¡Las raposas se pasean por él!


Y dijo al hombre vestido de lino: 'Métete entre las ruedas, por debajo de los querubines, llena el hueco de tus manos de carbones encendidos de entre los querubines y espárcelos por la ciudad'. Él se metió ante mis propios ojos.


Prenderán fuego a tus casas y te aplicarán los castigos a la vista de numerosas mujeres. Acabaré con tu prostitución y ya no podrás dar encima la paga.


Convertiré vuestras ciudades en montones de ruinas, derribaré vuestros santuarios y no aspiraré ya más vuestros aromas calmantes.


A vosotros os dispersaré entre las naciones y desenvainaré la espada detrás de vosotros. Vuestro pa s será arrasado y vuestras ciudades reducidas a escombros.


enviaré fuego a Judá que devorará los palacios de Jerusalén.


Mirad lo que Yahveh manda: reducir a escombros la casa grande, y a escorias la casa peque a.


Justamente por vuestra culpa, Sión será arada como un campo, Jerusalén reducida a un montón de ruinas y el monte del templo a un cerro de maleza.


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