Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt
- Piblisite -





2 Reyes 20:3 - Biblia Castilian 2003

3 '¡Oh Yahveh! Acuérdate de que yo he andado en tu presencia con fidelidad e integridad de corazón, haciendo lo que es recto a tus ojos'. Y Ezequ as rompió en un gran llanto.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

3 Te ruego, oh Jehová, te ruego que hagas memoria de que he andado delante de ti en verdad y con íntegro corazón, y que he hecho las cosas que te agradan. Y lloró Ezequías con gran lloro.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

3 «Acuérdate, oh Señor, que siempre te he sido fiel y te he servido con singular determinación, haciendo siempre lo que te agrada»; y el rey se echó a llorar amargamente.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

3 ¡Oh Yavé, te lo suplico, acuérdate como he caminado delante de ti con sinceridad y con un corazón fiel! He hecho lo que es justo a tus ojos. Y Ezequías lloró y lloró mucho.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

3 Te ruego, oh YHVH, te ruego que recuerdes que he andado delante de ti con verdad y con un corazón íntegro, y que he hecho lo bueno ante tus ojos. Y Ezequías lloraba amargamente.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 '¡Oh Yahveh! Acuérdate de que yo he andado en tu presencia con fidelidad e integridad de corazón, haciendo lo que es recto a tus ojos'. Y Ezequías rompió en un gran llanto.

Gade chapit la Kopi




2 Reyes 20:3
47 Referans Kwoze  

Ten a Abrán noventa y nueve a os cuando se le apareció Yahveh y le dijo: 'Yo soy El - Sadday; anda en mi presencia y sé perfecto.


Después de engendrar a Matusalén, anduvo Henoc en compa a de Dios trescientos a os; y engendró hijos e hijas.


Caminó Henoc con Dios y desapareció, porque se lo llevó Dios.


Se acordó Dios de Noé, de todos los animales y de todas las bestias que estaban con él en el arca. Entonces hizo pasar Dios un viento sobre la tierra y fueron decreciendo las aguas.


Efectivamente, en la vejez de Salomón, sus mujeres inclinaron su corazón tras otros dioses, y su corazón no era ya todo entero para Yahveh, su Dios, como lo hab a sido el corazón de su padre David.


Aunque no desaparecieron los lugares altos, sin embargo el corazón de Asá estuvo integramente con Yahveh durante toda su vida.


Y as cumplirá Yahveh la palabra que me dio cuando me dijo: 'Si tus hijos siguen su camino para andar en mi presencia con fidelidad, con todo su corazón y toda su alma, no te faltará varón sobre el trono de Israel'.


Respondió Salomón: 'Tú trataste con gran benevolencia a tu siervo David, mi padre, porque él caminó ante tu faz con lealtad y justicia y rectitud de corazón hacia ti. Y tú le conservaste esta gran benevolencia al concederle un hijo que se sentara sobre su trono tal y como hoy acontece.


exclamó: '¡Yahveh, Dios de Israel! No hay Dios semejante a ti, ni arriba en el cielo ni abajo en la tierra. Tú, que guardas la alianza y la benignidad para con aquellos siervos tuyos que de todo corazón andan en tu presencia;


Sea, pues, vuestro corazón todo entero para Yahveh, nuestro Dios, caminando según sus preceptos y guardando sus mandamientos, como lo es en el d a de hoy'.


En cuanto a ti, si caminas en mi presencia como caminó tu padre David, con integridad y rectitud de corazón, haciendo en todo conforme a lo que te he mandado y guardando mis preceptos y mis normas,


Entonces Ezequ as volvió el rostro hacia la pared y dirigió a Yahveh esta plegaria:


Pero sucedió que aún no hab a salido Isa as del patio central, cuando le fue dirigida la palabra de Yahveh, que le dec a:


Porque los ojos de Yahveh recorren toda la tierra para fortalecer a los que se le entregan con entero corazón. Neciamente has procedido esta vez. Por eso desde ahora habrá guerras contra ti'.


¡Acuérdate de m, oh Dios m o, por estas cosas, y no borres las obras piadosas que he hecho por el templo de Yahveh y por su servicio!


Ordené asimismo a los levitas que se purificasen y viniesen a vigilar las puertas para santificar el d a del sábado. ¡También por esto, oh Dios m o, acuérdate de m, y ten piedad de m según tu gran misericordia!


Y lo mismo hice para las ofrendas de le a a plazos fijos y para las primicias. ¡Acuérdate de m, oh Dios m o, para mi bien!


¡Acuérdate para mi bien, oh Dios m o, de todo lo que hice por este pueblo!


Hab a en la región de Us un hombre llamado Job. Era ntegro y recto, tem a a Dios y evitaba el mal.


'¿Has reparado - le dijo Yahveh - en mi siervo Job? No hay otro igual en la tierra. Es hombre ntegro y recto, teme a Dios y evita el mal.'


¡Llegue hasta Dios mi plegaria, lloren mis ojos en su presencia!


Tu piedad, ¿no te da ya confianza, ni tu recto camino te sostiene?


Mis enemigos me afrentan todo el d a, y juran contra m como dementes.


Yo describo mi camino y tú me atiendes: adoctr name en tus instituciones;


Ten presente a tu siervo la promesa Zain en que me has hecho que esperara.


está vecino al que le invoca, al que lo llama con verdad.


Mis errores de joven y mis culpas, ésos no los recuerdes: acuérdate de m según tu amor, en gracia a tus bondades.


De David. Hazme, Se or, justicia, que mi conducta es pura: conf o en el Se or, no habré de resbalar.


Tus bondades las tengo ante mis ojos y me conduzco en tu verdad.


dichoso el hombre al que el Se or no culpa de maldad, que no tiene en su esp ritu fals a.


Oye, Se or, mi súplica, escucha mis pesares, no te mantengas sordo ante mis lágrimas. Yo soy un extranjero junto a ti, un peregrino, como todos mis antepasados.


No se tiene de ti memoria entre los muertos, y en el seol, ¿quién puede darte gracias?


Yo me consumo en medio de gemidos, inundo de llanto mi cama cada noche y humedezco de lágrimas mi lecho:


¿Hasta cuándo, Se or? ¿Te ocultarás por siempre? ¿Arderá tu rencor igual que el fuego?


¿En dónde están, Se or, tus favores de otro tiempo, que juraste a David en lealtad?


Como golondrina, as triso, zureo como paloma. Desfallecen mis ojos mirando a lo alto. ¡Se or, estoy oprimido, protégeme!


Entonces se acordó de los tiempos antiguos, de Moisés que estaba con él: ¿dónde está el que sacó del mar al pastor de su reba o? ¿Dónde, el que puso en su interior su santo esp ritu;


Si juras: '¡Por vida de Yahveh!'. con verdad, rectitud y justicia, en él serán bendecidas las naciones y en él se gloriarán.


Pues as dice Yahveh a la casa de Israel: 'Buscadme y viviréis'.


Ambos eran realmente rectos ante Dios y llevaban una conducta intachable en conformidad con todos los mandamientos y órdenes del Se or.


Jesús vio a Natanael, que se le acercaba, y dice de él: 'Éste es un auténtico israelita, en quien no hay doblez'.


Mi orgullo se basa en el testimonio de nuestra conciencia de que hemos actuado en el mundo, y especialmente con vosotros, con la simplicidad y honradez de Dios, [y] no con sabidur a carnal, sino con la gracia de Dios.


Cristo, en los d as de su vida mortal, presentó, a gritos y con lágrimas, oraciones y súplicas al que pod a salvarlo de la muerte, y fue escuchado en atención a su piedad reverencial.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite