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2 Reyes 14:9 - Biblia Castilian 2003

9 Joás, rey de Israel, envió a Amas as, rey de Judá, esta respuesta: 'El cardo del L bano mandó a decir al cedro del L bano: 'Dame tu hija para esposa de mi hijo'. Pero pasaron las bestias salvajes del L bano y pisotearon al cardo'.

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Biblia Reina Valera 1960

9 Y Joás rey de Israel envió a Amasías rey de Judá esta respuesta: El cardo que está en el Líbano envió a decir al cedro que está en el Líbano: Da tu hija por mujer a mi hijo. Y pasaron las fieras que están en el Líbano, y hollaron el cardo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 Entonces el rey Yoás de Israel respondió a Amasías, rey de Judá, con el siguiente relato: «En las montañas del Líbano, un cardo le envió un mensaje a un poderoso cedro: “Entrega a tu hija en matrimonio a mi hijo”; pero justo en ese momento, un animal salvaje del Líbano pasó por allí, ¡pisó el cardo y lo aplastó!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Yoás rey de Israel mandó decir a Amasías rey de Judá: 'El espino del Líbano mandó decir al cedro del Líbano: Da tu hija a mi hijo como esposa. Pero el animal salvaje del Líbano pasó y arrasó con el espino.

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 Y Jeoás rey de Israel, envió a decir a Amasías rey de Judá: El cardo que está en el Líbano envió a decir al cedro que está en el Líbano: Da tu hija por mujer a mi hijo; y pasó una fiera de campo del Líbano y pisoteó el cardo.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Joás, rey de Israel, envió a Amasías, rey de Judá, esta respuesta: 'El cardo del Líbano mandó a decir al cedro del Líbano: 'Dame tu hija para esposa de mi hijo'. Pero pasaron las bestias salvajes del Líbano y pisotearon al cardo'.

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2 Reyes 14:9
15 Referans Kwoze  

Joás, rey de Israel, envió a Amas as, rey de Judá esta respuesta: 'El cardo del L bano mandó a decir al cedro del L bano: 'Dame a tu hija para esposa de mi hijo'. Pero pasaron las bestias salvajes del L bano y pisotearon el cardo.


Entonces Yahveh hizo que vinieran contra ellos los jefes del ejército del rey de Asiria, quienes prendieron a Manasés con garfios, lo ataron con grillos de bronce y as se lo llevaron a Babilonia.


- pues a él, como padre, lo eduqué desde joven y desde el seno materno le guié -;


Se le apareció el ángel de Yahveh en una llama de fuego, en medio de una zarza. Observó Moisés que la zarza ard a, pero no se consum a.


Rama de espino en manos de un borracho: tal es el proverbio en boca de los necios.


Como lirio entre espinos, as mi amada entre las jóvenes.


Crecerán en sus palacios espinos, ortigas y cardos en sus baluartes. Será cubil de chacales, cercado para avestruces.


Se evaden de la devastación, pero Egipto los recoge y Menfis los sepulta. Sus tesoros de plata los heredará la ortiga; cardos crecerán en sus tiendas.


Aunque el pie dijera: 'Como yo no soy mano, no pertenezco al cuerpo', no por eso dejar a de pertenecer al cuerpo.


Cuando los israelitas se vieron en peligro, pues estaban cercados, se escondieron en las cuevas y en la maleza, en las rocas, en las fosas y en las cisternas.


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