Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt
- Piblisite -





2 Corintios 7:7 - Biblia Castilian 2003

7 y no sólo con su llegada, sino también con el consuelo que él hab a recibido entre vosotros. Él nos ha contado vuestro ardiente afecto, vuestro pesar y vuestra preocupación por m, y esto me dio aún más alegr a.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

7 y no solo con su venida, sino también con la consolación con que él había sido consolado en cuanto a vosotros, haciéndonos saber vuestro gran afecto, vuestro llanto, vuestra solicitud por mí, de manera que me regocijé aún más.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

7 Su presencia fue una alegría, igual que la noticia que nos trajo del ánimo que él recibió de ustedes. Cuando nos dijo cuánto anhelan verme y cuánto sienten lo que sucedió y lo leales que me son, ¡me llené de alegría!

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

7 No solamente porque ya lo tenía a mi lado, sino también porque ustedes le habían dado una excelente acogida. Me comentó que ustedes me echaban de menos, que lamentaban lo ocurrido y que estaban muy preocupados por mí, con lo cual me alegré mucho.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

7 Y no sólo con su venida, sino también con la consolación con la cual fue consolado respecto a vosotros, informándonos de vuestro anhelo, de vuestro llanto y de vuestro celo por mí, de manera que aún me regocijé más.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 y no sólo con su llegada, sino también con el consuelo que él había recibido entre vosotros. Él nos ha contado vuestro ardiente afecto, vuestro pesar y vuestra preocupación por mí, y esto me dio aún más alegría.

Gade chapit la Kopi




2 Corintios 7:7
34 Referans Kwoze  

Que el justo me golpee y el p o me reprenda; mas el aroma del malvado no perfume mi cabeza:


Cantad salmos al Se or, amados suyos, alabad su nombre santo.


En verdad, estoy a punto de caer con mi dolor siempre a la vista.


Del director. Salmo. De David.


Se acordó entonces Pedro de aquello que Jesús le hab a dicho: 'Antes que el gallo cante, me habrás negado tres veces'. Y saliendo afuera, lloró amargamente.


Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.


Y en medio de la angustia, segu a orando con más intensidad. Su sudor era como gruesas gotas de sangre que ca an en tierra].


el cual, al llegar y ver la gracia de Dios, se alegró y exhortaba a todos a permanecer con firmeza de corazón unidos al Se or,


o mejor, para que, en vuestra compa a, recibamos mutuo aliento, por medio de la fe que nos es común tanto a vosotros como a m.


¡Y todav a continuáis inflados de orgullo! ¿No deber ais más bien haberlo lamentado y haber expulsado de entre vosotros al que ha cometido semejante acción?


lo mismo que comprendisteis en parte que nosotros somos vuestro orgullo, como vosotros seréis el nuestro en el d a del Se or Jesús.


Él nos consuela en toda tribulación, hasta el punto de que, mediante esa consolación con la que a nosotros mismos nos consuela Dios, podamos consolar a los que están en toda clase de tribulación.


Pues para esto también os escrib: para hacer la prueba de que sois obedientes en todo.


Y por esto gemimos, anhelando ser sobrevestidos de nuestra morada celestial,


Pero Dios, que consuela a los abatidos, nos trajo el consuelo con la llegada de Tito;


Porque, aun cuando os entristec con la carta, no me pesa; y aun cuando me pesaba - veo que aquella carta os entristeció, aunque fuera momentáneamente -,


Gracias sean dadas a Dios que ha puesto en el corazón de Tito la misma solicitud por vosotros;


según mi ávida expectación y mi esperanza de que en nada seré defraudado, sino que, con toda valent a, ahora como siempre, Cristo será públicamente magnificado en mi cuerpo, ya sea mediante la vida, ya sea mediante la muerte.


Pues aunque estoy ausente en el cuerpo, en esp ritu estoy presente entre vosotros y me alegra ver vuestra disciplina y la solidez de vuestra fe en Cristo.


Ahora, Timoteo acaba de llegar aqu de vuestro lado y nos ha tra do buenas noticias de vuestra fe y de vuestro amor, y de que siempre conserváis recuerdo de nosotros y que estáis deseando vernos, como nosotros a vosotros.


pues al conocer vuestra firmeza en el Se or, ahora s que nos sentimos vivos.


Por eso tenemos que prestar la mayor atención a lo que hemos o do, para no extraviarnos.


El as, de nuestra misma condición humana, oró con insistencia para que no hubiera lluvia, y no llovió sobre la tierra en tres a os y seis meses.


Me ha alegrado mucho haber encontrado de entre tus hijos a quienes andan en la verdad, según el mandamiento que hemos recibido del Padre.


Queridos hermanos, he puesto toda mi diligencia en escribiros sobre nuestra común salvación, pues he sentido la necesidad de hacerlo para alentaros a que luchéis por la fe transmitida de una vez para siempre al pueblo santo.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite