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2 Corintios 6:16 - Biblia Castilian 2003

16 ¿Qué compatibilidad entre el templo de Dios y los dolos? Porque nosotros somos templo de Dios vivo, como lo dijo Dios: Habitaré y caminaré en medio de ellos; yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.

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Biblia Reina Valera 1960

16 ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, Y seré su Dios, Y ellos serán mi pueblo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

16 ¿Y qué clase de unión puede haber entre el templo de Dios y los ídolos? Pues nosotros somos el templo del Dios viviente. Como dijo Dios: «Viviré en ellos y caminaré entre ellos. Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

16 ¿Qué tiene que ver el Templo de Dios con los ídolos? Nosotros somos el Templo del Dios vivo. Dios lo dijo: Habitaré y viviré en medio de ellos; yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

16 ¿Y qué acuerdo entre el santuario de Dios y el de los ídolos? Porque nosotros somos° santuario del Dios viviente,° como dijo Dios: Habitaré entre ellos y entre ellos andaré; Y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

16 ¿Qué compatibilidad entre el templo de Dios y los ídolos? Porque nosotros somos templo de Dios vivo, como lo dijo Dios: Habitaré y caminaré en medio de ellos; yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.

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2 Corintios 6:16
60 Referans Kwoze  

Entonces El as se presentó ante todo el pueblo y les dijo: '¿Hasta cuándo vais a andar cojeando de un lado y de otro? Si Yahveh es Dios, seguidlo; si lo es Baal, id tras él'. Pero el pueblo no respondió palabra.


Oración. De Moisés, hombre de Dios. Tú te has hecho, Se or, para nosotros el refugio por las generaciones.


No tendrás otros dioses delante de m.


Guardad cuanto os he ordenado. No pronunciaréis el nombre de otros dioses; que ni asome a vuestros labios.


Harán para m un santuario, a fin de que habite en medio de ellos.


Habitaré en medio de los israelitas y seré su Dios.


No te postres delante de otro dios porque Yahveh se llama Celoso. Es un Dios celoso.


y les daré un corazón para conocerme, porque yo soy Yahveh: ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios, pues se convertirán a m con todo su corazón'.


En aquel tiempo - oráculo de Yahveh -, seré el Dios de todas las tribus de Israel y ellas serán mi pueblo.


Ésta será la alianza que sellaré con la casa de Israel, después de aquellos d as - oráculo de Yahveh -: Pongo mi ley en su interior y la escribo en su corazón; yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo.


Ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios.


para que obren según mis leyes, guarden mis normas y las practiquen y as sean mi pueblo y yo seré su Dios.


'Os rociaré con agua limpia y quedaréis limpios; os limpiaré de todas vuestras manchas y de todos vuestros dolos.


Residiréis en el pa s que di a vuestros padres, y seréis mi pueblo y yo seré vuestro Dios.


y me dec a: 'Hijo de hombre, éste es el lugar de mi trono y el lugar de las plantas de mis pies, donde voy a residir en medio de los hijos de Israel para siempre. La casa de Israel no volverá a contaminar mi santo nombre, ni ellos ni sus reyes, con sus prostituciones ni con los cadáveres de sus reyes cuando mueran,


Ahora deben alejar de m sus prostituciones y los cadáveres de sus reyes, porque voy a residir en medio de ellos para siempre.


Volverán los que se sentaban a su sombra: cultivarán el trigo, florecerán como la vi a; serán tan afamados como el vino del L bano.


Aquel d a responderé - oráculo de Yahveh -, responderé a los cielos, y ellos responderán a la tierra;


Caminaré en medio de vosotros, yo seré vuestro Dios y vosotros seréis mi pueblo.


a los que se postran en las terrazas ante el ejército del cielo; a los que se postran jurando por Yahveh, pero juran por Milcón,


Meteré ese tercio en el fuego: los purificaré como se purifica la plata y los probaré como se prueba el oro. Él invocará mi nombre, y yo lo escucharé y diré: 'Éste es mi pueblo'. Y él dirá: 'Yahveh es mi Dios'.'


Quiero traerlos a casa, para que habiten en Jerusalén. Ellos serán mi pueblo, y yo seré su Dios con verdad y con justicia'.


Tomando la palabra Simón Pedro, dijo: 'Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios vivo'.


Nadie puede servir a dos se ores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o se interesará por el primero y se despreocupará del segundo. No podéis servir a Dios y al Dinero.


Les dec a, además, una parábola: 'Nadie corta un trozo de un vestido nuevo para echar un remiendo en un vestido viejo: porque si no, romper a el nuevo, y al viejo no le ir a bien el remiendo sacado del nuevo.


Jesús le contestó: 'Si uno me ama, guardará mi palabra, mi Padre lo amará y vendremos a él para fijar morada en él.


El que come mi carne y bebe mi sangre, en m permanece, y yo en él.


Y si el Esp ritu del que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros, el que resucitó de entre los muertos a Cristo dará vida también a vuestros cuerpos mortales por medio de ese Esp ritu suyo que habita en vosotros.


Pero vosotros no viv s según la carne, sino según el esp ritu, puesto que el Esp ritu de Dios habita en vosotros. Si alguno no tiene el Esp ritu de Cristo, este tal no pertenece a Cristo.


Y en aquel mismo lugar donde se les dijo: 'Vosotros no sois mi pueblo', all serán llamados 'hijos del Dios vivo'.


No podéis beber la copa del Se or y la copa de los demonios; no podéis tomar parte en la mesa del Se or y en la mesa de los demonios.


¿O no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Esp ritu Santo que está en vosotros, que lo habéis recibido de Dios y que no os pertenecéis a vosotros mismos?


edificados sobre el cimiento de los apóstoles y profetas, siendo la piedra angular Cristo Jesús,


en el cual también vosotros sois edificados juntamente, hasta formar el edificio de Dios en el Esp ritu.


para que Cristo habite, mediante la fe, en vuestro corazón y para que, arraigados y cimentados en el amor,


No tendrás otros dioses delante de m.


Pero, si me retraso, quiero que sepas cómo hay que comportarse en la casa de Dios que es la Iglesia del Dios vivo, columna y soporte de la verdad.


Guarda ese buen depósito con la ayuda del Esp ritu Santo que habita en nosotros.


Cristo, por el contrario, en su calidad de Hijo, está al frente de su propia casa: casa que somos nosotros, con tal de que mantengamos [firme hasta el final] la confianza y la gozosa satisfacción de la esperanza.


Ésta será la alianza que yo sellaré con la casa de Israel, después de aquellos d as - dice el Se or -: mis leyes pondré en su conciencia y las escribiré en su corazón; yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.


¿O creéis que dice en vano la Escritura: 'A la envidia tiende el esp ritu que Dios puso en nosotros?'.


Servid también vosotros de piedras vivas para edificar una casa espiritual destinada a un sacerdocio santo que ofrece sacrificios espirituales, agradables a Dios por medio de Jesucristo.


A Dios nadie lo ha visto jamás. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor ha llegado en nosotros a su plenitud.


Si uno confiesa que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él, y él en Dios.


Al ángel de la Iglesia de Éfeso escribe: 'Esto dice el que tiene en su diestra las siete estrellas, el que se pasea en medio de los siete candelabros de oro:


O una gran voz que proced a del trono, la cual dec a: 'Aqu está la morada de Dios con los hombres. Morará con ellos, ellos serán su pueblo y Dios mismo estará con ellos.


El que venza, heredará estas cosas. Y yo seré su Dios y él será mi hijo.


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