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1 Samuel 25:26 - Biblia Castilian 2003

26 Ahora, mi se or, por la vida de Yahveh y por la tuya, por Yahveh, que te ha impedido derramar sangre y hacerte justicia por tu propia mano, que tus enemigos y cuantos intentan el mal contra mi se or sean como Nabal.

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Biblia Reina Valera 1960

26 Ahora pues, señor mío, vive Jehová, y vive tu alma, que Jehová te ha impedido el venir a derramar sangre y vengarte por tu propia mano. Sean, pues, como Nabal tus enemigos, y todos los que procuran mal contra mi señor.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

26 »Ahora, mi señor, tan cierto como que el Señor vive y que usted vive, ya que el Señor impidió que usted matara y tomara venganza por su propia mano, que todos sus enemigos y los que intenten hacerle daño sean tan malditos como lo es Nabal.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

26 ¡Por la vida de Yavé y por tu propia vida, que tus enemigos y que todos los que buscan tu mal, señor, conozcan ahora la suerte de Nabal. Pero fíjate: Yavé te ha impedido que te mancharas con sangre haciéndote justicia por ti mismo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

26 Y ahora señor mío, vive YHVH y vive tu alma, puesto que YHVH te ha impedido derramar sangre y vengarte por tu propia mano, ¡sean como Nabal tus enemigos y los que procuran el mal de mi señor!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

26 Ahora, mi señor, por la vida de Yahveh y por la tuya, por Yahveh, que te ha impedido derramar sangre y hacerte justicia por tu propia mano, que tus enemigos y cuantos intentan el mal contra mi señor sean como Nabal.

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1 Samuel 25:26
20 Referans Kwoze  

D jole Dios en el sue o: 'Yo también sé que con sencillez de tu corazón has hecho esto, y he sido también yo el que te ha impedido que pecaras contra m; por eso no te permit que la tocaras.


Preguntó el rey al cusita: '¿Está bien el joven Absalón?'. Respondió el cusita: '¡Sean tan desgraciados como ese joven los enemigos del rey, mi se or, as como todos los que se alcen para mal contra él!'.


Y dijo El as a Eliseo: 'Quédate aqu, porque Yahveh me env a hacia Betel'. Pero Eliseo respondió: '¡Por vida de Yahveh y por tu vida, que no te abandonaré!'. Bajaron, pues, a Betel.


Cuando las vasijas estuvieron llenas, dijo ella a uno de sus hijos: 'Acércame otra vasija'. Pero él respondió: 'Ya no hay más'. Y entonces el aceite cesó.


Tú mismo, con tu mano, despose ste pueblos, a fin de establecerlos, maltrataste naciones para hacerles espacio.


Ella le procura dicha y no desgracia Gu mel todos los d as de su vida.


y de ellos se tomará - y usarán los desterrados de Judá que están en Babilonia - esta maldición: ¡Que Yahveh te haga como a Sedec as y como a Ajab, a quienes tostó al fuego el rey de Babilonia!,


eres tú, ¡oh rey!, que has crecido y te has hecho fuerte; tu grandeza se ha acrecentado y ha llegado hasta el cielo, y tu imperio hasta los confines de la tierra'.


Pues bien conocemos al que ha dicho: Para m la venganza y el dar lo merecido. Y en otro lugar: El Se or hará justicia a su pueblo.


Dijo entonces ella: 'Perdón, se or m o; por tu vida, se or, yo soy aquella mujer que estuvo aqu, cerca de ti, orando a Yahveh.


Él guarda los pasos de sus fieles, mientras que los imp os perecen en tinieblas, porque no por su fuerza triunfa el hombre.


pues Jonatán ha hecho una alianza con la casa de David'.


Pero David insistió: 'Tu padre sabe muy bien que me tienes simpat a y por eso se habrá dicho: 'Que no sepa esto Jonatán, para que no se aflija'. ¡Sin embargo, por vida de Yahveh y por vida tuya, que estoy a un paso de la muerte!'.


De all se trasladó David a Mispá de Moab y dijo al rey de Moab: 'Te ruego que mi padre y mi madre puedan acogerse a vosotros hasta que yo sepa lo que Dios va hacer conmigo'.


Que mi se or no preste atención a un hombre perverso como Nabal, porque él es lo que su nombre significa: se llama Nabal y es realmente un insensato. Pero yo, tu sierva, no vi a los jóvenes que tú, mi se or, enviaste.


Cuando supo David que Nabal hab a muerto, exclamó: '¡Bendito sea Yahveh, que me ha hecho justicia por el ultraje que recib de Nabal, y que ha preservado a su siervo de cometer el mal, mientras que ha hecho recaer la maldad de Nabal sobre su propia cabeza!'. Luego David mandó a decir a Abigail que quer a tomarla por esposa.


Y a adió David: 'Por vida de Yahveh, que ha de ser Yahveh quien lo mate; cuando llegue su d a morirá, o tal vez perezca al entrar en combate.


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