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1 Samuel 23:14 - Biblia Castilian 2003

14 David viv a en el desierto, en los refugios, y se estableció en las colinas del desierto de Zif. Y aunque Saúl lo buscaba sin pausa, Dios no lo entregó en sus manos.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

14 Y David se quedó en el desierto en lugares fuertes, y habitaba en un monte en el desierto de Zif; y lo buscaba Saúl todos los días, pero Dios no lo entregó en sus manos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

14 David se refugió en unas fortalezas que había en el desierto y en la zona montañosa de Zif. Saúl lo perseguía día tras día, pero Dios no permitió que Saúl lo encontrara.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

14 David permaneció en los refugios del desierto, en la montaña y en el desierto de Zif. Saúl lo buscaba todos los días, pero Dios no lo puso en sus manos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

14 Y David permaneció en el desierto, en lugares de difícil acceso, en la región montañosa del desierto de Zif, entre tanto Saúl lo buscaba cada día; pero ’Elohim no lo entregó en su mano.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

14 David vivía en el desierto, en los refugios, y se estableció en las colinas del desierto de Zif. Y aunque Saúl lo buscaba sin pausa, Dios no lo entregó en sus manos.

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1 Samuel 23:14
19 Referans Kwoze  

Tú eres mi refugio: me libras del pesar y me ci es del gozo del rescate. Selah


Y digo: '¡Quién me diera alas de paloma para poder volar y hallar reposo!'.


porque sus pies corren al mal y se apresuran a verter sangre;


No hay sabidur a, ni inteligencia, ni consejo que valga contra Yahveh.


Porque ellos no duermen si no hacen mal, no concilian el sue o si no hacen tropezar;


sino que el rey ordenó a Yerajmeel, hijo del rey; a Serayas, hijo de Azriel, y a Selem as, hijo de Abdel, que prendieran a Baruc, el secretario, y a Jerem as, el profeta; pero Yahveh los escondió.


¿Qué más decir? Si Dios está por nosotros, ¿quién contra nosotros?


mis persecuciones y mis sufrimientos, como los que me sobrevinieron en Antioqu a, en Iconio y en Listra. ¡Qué persecuciones tuve que sufrir! Pero de todas ellas me libró el Se or.


David tuvo miedo al saber que Saúl hab a salido a campa a para atentar contra su vida. David estaba en el desierto de Zif, en Jorsá.


Anunciaron a Saúl que David hab a ido a Queilá, y dijo Saúl: 'Dios lo ha entregado en mis manos, pues ha ido a encerrarse en una ciudad que tiene puertas y cerrojos'.


Hoy mismo han visto tus ojos que Yahveh te entregaba en mis manos en la cueva. Se me incitaba a matarte; pero sent piedad de ti y me dije: 'No extenderé yo mi mano contra mi se or, pues es el ungido de Yahveh'.


Pero David se dijo en sus adentros: 'Algún d a voy a perecer a manos de Saúl. Nada mejor para m que escaparme a tierra de los filisteos, para que as Saúl desista de volver en mi busca por todo el territorio de Israel. As me libraré de sus manos'.


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