1 Samuel 2:21 - Biblia Castilian 2003

²¹ Efectivamente, Yahveh visitó a Ana, la cual concibió y dio a luz tres hijos y dos hijas. Entre tanto, el joven Samuel iba creciendo en presencia de Yahveh.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

²¹ Y visitó Jehová a Ana, y ella concibió, y dio a luz tres hijos y dos hijas. Y el joven Samuel crecía delante de Jehová.

Biblia Nueva Traducción Viviente

²¹ Entonces el Señor bendijo a Ana, y ella concibió y dio a luz tres hijos y dos hijas. Entre tanto, Samuel crecía en la presencia del Señor.

Biblia Católica (Latinoamericana)

²¹ Yavé se acordó de Ana: concibió y dio a luz tres hijos y dos hijas. Samuel mientras tanto crecía bajo la mirada de Yavé.

La Biblia Textual 3a Edicion

²¹ Y YHVH visitó a Ana, y concibió, y dio a luz tres hijos y dos hijas. Y el joven Samuel crecía en presencia de YHVH.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

²¹ Efectivamente, Yahveh visitó a Ana, la cual concibió y dio a luz tres hijos y dos hijas. Entre tanto, el joven Samuel iba creciendo en presencia de Yahveh.

1 Samuel 2:21 Referans Kwoze

Génesis 21:1

Yahveh visitó a Sara, como hab a dicho, e hizo Yahveh por Sara lo que le hab a prometido.

Salmos 127:3

En verdad son los hijos heredad del Se or, y los frutos del vientre son una recompensa.

Proverbios 3:4

y hallarás favor y buena acogida ante Dios y ante los hombres.

Lucas 1:68

' Bendito el Se or Dios de Israel, porque ha venido a ver a su pueblo y a traerle el rescate,

Lucas 1:80

El ni o crec a y su esp ritu se fortalec a; y moraba en lugares despoblados hasta el momento de manifestarse ante Israel.

Lucas 2:40

El ni o crec a, se fortalec a y se llenaba de sabidur a. Y la gracia de Dios resid a en él.

Lucas 2:52

Y Jesús iba progresando en sabidur a, estatura y gracia ante Dios y los hombres.

Jueces 13:24

La mujer dio a luz un hijo y le llamó Sansón. El ni o creció, y Yahveh lo bendijo.

1 Samuel 2:26

Entre tanto, el joven Samuel iba creciendo y haciéndose grato a Yahveh y a los hombres.

1 Samuel 3:19

Samuel iba creciendo y Yahveh estaba con él, de suerte que no dejó caer en tierra ninguna de sus palabras.