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1 Samuel 10:27 - Biblia Castilian 2003

27 Algunos hombres perversos dijeron: '¿Cómo nos va a salvar éste?'. Lo despreciaron y no le ofrecieron ningún presente. Pero él no se dio por enterado.

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Biblia Reina Valera 1960

27 Pero algunos perversos dijeron: ¿Cómo nos ha de salvar este? Y le tuvieron en poco, y no le trajeron presente; mas él disimuló.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

27 Sin embargo, había unos sinvergüenzas que se quejaban: «¿Cómo puede este hombre salvarnos?». Y lo despreciaban y se negaban a llevarle regalos; pero Saúl no les hizo caso. [Nahas, rey de los amonitas, había estado oprimiendo gravemente a los habitantes de Gad y de Rubén que vivían al oriente del río Jordán. Les sacó el ojo derecho a todos los israelitas que vivían allí, y no permitía que nadie viniera a rescatarlos. De hecho, de todos los israelitas que vivían al oriente del río Jordán, no había uno solo a quien Nahas no le hubiera sacado el ojo derecho. Pero había siete mil hombres que habían escapado de los amonitas y se habían establecido en Jabes de Galaad].

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Biblia Católica (Latinoamericana)

27 Pero hubo gente malvada que dijo: '¡Qué nos va a librar ése!' Lo despreciaron y no le ofrecieron ningún regalo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

27 Pero algunos hijos de Belial dijeron: ¿Qué? ¿Éste nos va a salvar? Y lo menospreciaron, y no le llevaron presente alguno; pero él disimuló.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

27 Algunos hombres perversos dijeron: '¿Cómo nos va a salvar éste?'. Lo despreciaron y no le ofrecieron ningún presente. Pero él no se dio por enterado.

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1 Samuel 10:27
21 Referans Kwoze  

Hallábase all un hombre perverso, llamado Seba, hijo de Bicr, benjaminita, que mandó tocar la trompeta y dijo: 'No tenemos parte con David, ni herencia con el hijo de Jesé. ¡Cada uno a su tienda, Israel!'.


Derrotó también a los moabitas y, haciéndolos tenderse en el suelo, los midió a cordel; condenó a muerte a dos cordeles y al tercer cordel los dejó con vida. As, los moabitas quedaron sometidos a David y le pagaban tributo.


Todos le llevaban presentes: objetos de plata y de oro, vestidos, armas, perfumes, caballos y mulos. Y as a o tras a o.


Dominaba Salomón sobre todos los reinos, desde el R o hasta el pa s de los filisteos y los confines de Egipto: todos le pagaban tributo y le estaban sometidos durante todo el tiempo que vivió.


Y se le unieron hombres vanos y perversos, que se hicieron fuertes contra Roboán, hijo de Salomón, porque Roboán era joven y de poco carácter, que no tuvo valor para hacerles frente.


Yahveh consolidó el reino en su mano, y todo Judá ofrec a presentes a Josafat, que as llegó a tener riquezas y gloria en abundancia.


Los que acechan mi vida me golpean, los que buscan mi mal hablan de ruina y rumian todo el d a fraudulencias.


Los monarcas de Tarsis y las islas le pagarán tributo, y los reyes de Sabá y de Seba le traerán presentes.


Y no pongas atención a todo lo que se dice, no sea que oigas a tu siervo murmurar de ti;


Ellos callaron y no le respondieron palabra, pues el rey hab a dado esta orden: 'No le respondáis'.


Entrando en la casa, vieron al ni o con Mar a, su madre y, postrados en tierra, lo adoraron. Abrieron luego sus cofres y le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra.


A este Moisés a quien hab an rechazado diciendo: '¿Quién te ha constituido pr ncipe y juez?', Dios lo envió como pr ncipe y libertador, con la ayuda del ángel que se le apareció en la zarza.


Si oyes decir que de una de las ciudades que Yahveh, tu Dios, te da para que habites en ella,


Dijo entonces el pueblo a Samuel: '¿Quiénes son los que dec an: 'Acaso va a reinar Saúl sobre nosotros?'. Entregadnos esos hombres para que les demos muerte'.


Pero Saúl replicó: 'Nadie morirá en este d a, puesto que Yahveh ha salvado hoy a Israel'.


Tomó Jesé un asno cargado de pan, un odre de vino y un cabrito, y se los envió a Saúl con su hijo David.


Ahora bien, los hijos de El eran hombres perversos, que no reconoc an a Yahveh


Ahora, pues, recapacita y mira lo que has de hacer, porque es cosa decidida la desgracia de nuestro amo y de toda su casa, ya que es un hombre tan perverso que no se puede tratar con él'.


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