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1 Samuel 1:26 - Biblia Castilian 2003

26 Dijo entonces ella: 'Perdón, se or m o; por tu vida, se or, yo soy aquella mujer que estuvo aqu, cerca de ti, orando a Yahveh.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

26 Y ella dijo: ¡Oh, señor mío! Vive tu alma, señor mío, yo soy aquella mujer que estuvo aquí junto a ti orando a Jehová.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

26 «Señor, ¿se acuerda de mí? —preguntó Ana—. Soy aquella misma mujer que estuvo aquí hace varios años orando al Señor.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

26 Ana le dijo: 'Perdona, señor, tan cierto como que tú vives, señor, que yo soy la mujer que estuvo cerca de ti orándole a Yavé.

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La Biblia Textual 3a Edicion

26 Y ella dijo: ¡Oh, señor mío, como que vive tu alma, yo soy aquella mujer que estuvo aquí junto a ti rogando a YHVH!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

26 Dijo entonces ella: 'Perdón, señor mío; por tu vida, señor, yo soy aquella mujer que estuvo aquí, cerca de ti, orando a Yahveh.

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1 Samuel 1:26
11 Referans Kwoze  

Se os someterá a una prueba. Por la vida del Faraón, que no saldréis de aqu mientras no venga aqu vuestro hermano, el peque o.


Respondióle Ur as: 'El arca, Israel y Judá habitan en tiendas; y mi se or Joab y los servidores de mi se or acampan al raso. ¿Cómo voy a entrar yo en mi casa para comer y beber y dormir con mi mujer? ¡Por tu vida, por tu propia vida, no haré yo semejante cosa!'.


Dijo el rey: '¿No anda contigo en todo esto la mano de Joab?'. Ella contestó: '¡Por tu vida, oh rey, mi se or, que no se desv a ni a la derecha ni a la izquierda cuanto ha dicho el rey mi se or, pues justamente tu servidor Joab es quien me ha dado instrucciones y ha puesto en boca de tu sierva todas estas palabras.


Y dijo El as a Eliseo: 'Quédate aqu, porque Yahveh me env a hacia Betel'. Pero Eliseo respondió: '¡Por vida de Yahveh y por tu vida, que no te abandonaré!'. Bajaron, pues, a Betel.


Y El as dijo a Eliseo: 'Quédate aqu, porque Yahveh me env a a Jericó'. Pero él respondió: '¡Por vida de Yahveh y tu vida, que no te abandonaré!'. Y llegaron a Jericó.


Le dijo luego El as: 'Quédate aqu, porque Yahveh me env a al Jordán'. Pero él respondió: '¡Por vida de Yahveh y por tu vida, que no te abandonaré!'. Y siguieron caminando los dos.


Pero la madre del ni o dijo: '¡Por vida de Yahveh y por tu vida, que no te dejaré!'. Levantóse entonces Eliseo y se fue tras ella.


Yabés invocó al Dios de Israel, diciendo: 'Si realmente me bendices y ensanchas mi territorio, si tu mano está conmigo, alejarás el mal y no sentiré aflicción'. Y Dios le otorgó lo que ped a.


Cuando vio Saúl que David sal a al encuentro del filisteo, preguntó a Abner, general del ejército: '¿De quién es hijo este muchacho, Abner?'. Abner le respondió: '¡Por tu vida, oh rey, que no lo sé!'.


Pero David insistió: 'Tu padre sabe muy bien que me tienes simpat a y por eso se habrá dicho: 'Que no sepa esto Jonatán, para que no se aflija'. ¡Sin embargo, por vida de Yahveh y por vida tuya, que estoy a un paso de la muerte!'.


Ahora, mi se or, por la vida de Yahveh y por la tuya, por Yahveh, que te ha impedido derramar sangre y hacerte justicia por tu propia mano, que tus enemigos y cuantos intentan el mal contra mi se or sean como Nabal.


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