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1 Reyes 3:28 - Biblia Castilian 2003

28 Se enteró todo Israel de la sentencia que hab a pronunciado el rey y sintieron temor reverencial ante él, pues vieron que en él hab a sabidur a divina para administrar justicia.

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Biblia Reina Valera 1960

28 Y todo Israel oyó aquel juicio que había dado el rey; y temieron al rey, porque vieron que había en él sabiduría de Dios para juzgar.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

28 Cuando el pueblo se enteró de la decisión que había tomado el rey, todos en Israel quedaron admirados porque reconocieron la sabiduría que Dios le había dado para impartir justicia.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

28 Todo Israel oyó hablar de la sentencia que había pronunciado el rey; desde entonces hubo un gran respeto por el rey porque se veía que la sabiduría de Dios estaba con él cuando administraba justicia.

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La Biblia Textual 3a Edicion

28 Y todo Israel se enteró de la sentencia que había dado el rey, y tuvieron temor al rey, porque vieron que la sabiduría de Dios estaba en su corazón para hacer justicia.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

28 Se enteró todo Israel de la sentencia que había pronunciado el rey y sintieron temor reverencial ante él, pues vieron que en él había sabiduría divina para administrar justicia.

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1 Reyes 3:28
25 Referans Kwoze  

¡Bendito sea Yahveh, tu Dios, que se ha complacido en ti y te ha puesto en el trono de Israel! Por el amor que Yahveh tiene siempre a Israel te ha constituido rey, para administrar derecho y justicia'.


Entonces el rey intervino diciendo: 'Entregad a aquélla el ni o vivo y no lo matéis; ella es su madre'.


El rey Salomón fue rey de todo Israel.


Todos los jefes y todos los valientes, as como todos los hijos del rey David rindieron homenaje al rey Salomón.


Y tú, Esdras, conforme a la sabidur a de tu Dios que posees, instituye jueces y magistrados que administren justicia a todo el pueblo de la provincia Transeufratina, a todos los que conocen las leyes de tu Dios; y a quienes no las conocen, ensé aselas.


a fin de que gobierne tu pueblo en equidad y a tus humildes rectamente.


Él dará a los humildes sus derechos, socorrerá a los hijos de los pobres, reprimirá al opresor.


Israel vio el gran poder que hab a desplegado Yahveh contra Egipto, y el pueblo temió a Yahveh, y creyó en Yahveh y en Moisés, su siervo.


Un oráculo son los labios del rey; cuando juzga, su boca no yerra.


Teme, hijo m o, a Yahveh y al rey; no te rebeles contra ninguno de los dos;


Gloria de Dios es encubrir una cosa; gloria de los reyes, averiguarla.


Por m los reyes reinan y los gobernantes dictan justicia,


La sabidur a hace al sabio más fuerte que diez gobernantes en una ciudad.


esp ritu de justicia, para el que preside el tribunal; y fortaleza de los que rechazan a los atacantes en la puerta.


Dios otorgó a aquellos cuatro jóvenes conocimiento e inteligencia de toda escritura y sabidur a. Daniel, además, pose a el discernimiento de toda suerte de visiones y sue os.


Es Él quien cambia los tiempos y los momentos, quien destrona y entroniza a los reyes, quien otorga la sabidur a a los sabios y la ciencia a los inteligentes.


Y tomando la palabra, le dijo a Daniel: 'Verdaderamente, vuestro Dios es el Dios de los dioses, el Se or de los reyes y el revelador de los misterios, ya que tú has sido capaz de revelar este misterio'.


Hay en tu reino un hombre que posee el esp ritu de la adivinación divina y ya en tiempo de tu padre se halló en él una luz, una perspicacia y una sabidur a semejantes a las de los dioses. Por eso el rey Nabucodonosor, tu padre, lo nombró jefe de los magos, de los adivinos, de los caldeos y de los astrólogos.


mas, para los que han sido llamados, tanto jud os como griegos, Cristo es poder de Dios y sabidur a de Dios.


De Dios viene el que vosotros estéis en Cristo Jesús, el cual, por iniciativa de Dios, se hizo nuestra sabidur a, como también justicia, santificación y redención.


para que se consuelen sus corazones, caminen unidos en amor y alcancen toda la riqueza de la plenitud de la inteligencia en el profundo conocimiento del misterio de Dios, Cristo,


en quien se encuentran, escondidos, todos los tesoros de la sabidur a y del conocimiento.


Aquel d a encumbró Yahveh a Josué a los ojos de todo Israel y lo respetaron como hab an respetado a Moisés durante toda su vida.


Samuel invocó a Yahveh, y Yahveh envió aquel d a truenos y lluvia; por lo que todo el pueblo sintió gran temor delante de Yahveh y de Samuel.


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