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1 Reyes 18:29 - Biblia Castilian 2003

29 Pasado el mediod a, se entregaron a arrebatos proféticos, hasta la hora de ofrecer la oblación; pero no hubo voz ni escucha ni respuesta.

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Biblia Reina Valera 1960

29 Pasó el mediodía, y ellos siguieron gritando frenéticamente hasta la hora de ofrecerse el sacrificio, pero no hubo ninguna voz, ni quien respondiese ni escuchase.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

29 Gritaron disparates toda la tarde hasta la hora del sacrificio vespertino, pero aún no había respuesta, ni siquiera se oía un solo sonido.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

29 Siguieron gesticulando toda la tarde hasta el momento en que se presenta la ofrenda vespertina, pero no se oía nada: ¡ni una respuesta, ni tampoco reacción alguna!

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La Biblia Textual 3a Edicion

29 Y sucedió que pasado el mediodía, entraron en trance° hasta la hora de ofrecer el sacrifico de la tarde, pero no hubo voz, ni respuesta, ni nadie que escuchara.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

29 Pasado el mediodía, se entregaron a arrebatos proféticos, hasta la hora de ofrecer la oblación; pero no hubo voz ni escucha ni respuesta.

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1 Reyes 18:29
19 Referans Kwoze  

Tomaron ellos el novillo que se les hab a tra do y, después de prepararlo, estuvieron invocando el nombre de Baal desde la ma ana hasta el mediod a, diciendo: '¡Baal, respóndenos!'. Pero no hubo ni voz ni respuesta. Entre tanto, ellos danzaban cojeando junto al altar que hab an hecho.


Llegado el tiempo de ofrecer la oblación, se acercó el profeta El as y exclamó: '¡Yahveh, Dios de Abrahán, de Isaac y de Israel! Que se reconozca hoy que tú eres el Dios de Israel y yo tu siervo, y que por orden tuya he realizado todas estas cosas.


El rey de Israel y Josafat, rey de Judá, estaban sentados cada uno en su trono, con vestiduras reales, en la era que hay a la entrada de la puerta de Samar a, mientras todos los profetas, delante de ellos, se entregaban a sus trances proféticos.


Y lo mismo vaticinaban todos los profetas, diciendo: 'Sube a Ramot de Galaad. Tendrás éxito, porque Yahveh la entregará en manos del rey'.


Plata y oro son sus dolos, hechura de la mano de los hombres;


que ante ti se haga valer como el incienso mi plegaria, mi manos levantadas como la ofrenda de la tarde.


Ofrecerás uno por la ma ana y otro al caer de la tarde.


Inmolarás el segundo cordero al caer de la tarde, con la misma oblación y libación que por la ma ana, calmante aroma de manjares pasados por el fuego en honor de Yahveh.


También los magos intentaron producir mosquitos con sus encantamientos, pero no pudieron. Hombres y animales fueron presa de los mosquitos.


Cuando aparezca, fatigado, Moab sobre la altura; cuando vaya a su santuario a orar, de nada le valdrá.


lo cargan al hombro, lo llevan, lo ponen en su sitio, y él se para, de su lugar no se mueve. Si uno le grita, él no responde, de su angustia no lo salva.


todav a estaba yo diciendo mi oración, cuando Gabriel, el hombre que yo hab a contemplado en visión al principio, se acercó a mi volando, a la hora de la ofrenda de la tarde.


Es verdad que en otro tiempo, cuando no conoc ais a Dios, estabais esclavizados a dioses que no lo son en realidad;


Después llegarás a Guibeá de Dios, donde hay una guarnición de filisteos, y al entrar en la ciudad te encontrarás con un grupo de profetas que bajan del lugar alto, precedidos de arpas, tambores, flautas y c taras y arrebatados de entusiasmo profético.


Al d a siguiente, un esp ritu malo de Dios se apoderó de Saúl, y éste comenzó a desvariar dentro de su casa. David comenzó a tocar el arpa como otras veces, mientras Saúl ten a una lanza en la mano.


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