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1 Reyes 14:9 - Biblia Castilian 2003

9 sino que has obrado peor que todos los que te han precedido: te has fabricado dioses ajenos e imágenes fundidas, y as has provocado mi ira y me has vuelto las espaldas.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

9 sino que hiciste lo malo sobre todos los que han sido antes de ti, pues fuiste y te hiciste dioses ajenos e imágenes de fundición para enojarme, y a mí me echaste tras tus espaldas;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 Tú has hecho cosas más malignas que todos los que vivieron antes de ti. Te has hecho otros dioses y me has enfurecido con tus becerros de oro. Como me has dado la espalda,

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Tú has actuado peor que todos los anteriores a ti, te has hecho otros dioses, ídolos de metal que sólo me irritan y me has dejado tirado.

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 sino que has hecho lo malo más que todos los que te precedieron, y has ido y te has hecho otros dioses, y has fundido imágenes para provocarme a ira, y me has dado la espalda;

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 sino que has obrado peor que todos los que te han precedido: te has fabricado dioses ajenos e imágenes fundidas, y así has provocado mi ira y me has vuelto las espaldas.

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1 Reyes 14:9
42 Referans Kwoze  

Después de haberse asesorado el rey, mandó fabricar dos becerros de oro, y dijo al pueblo: '¡Basta ya de subir a Jerusalén! Aqu tienes, Israel, a tu Dios, el que te sacó de la tierra de Egipto'.


Entregará, pues, a Israel, a causa de los pecados que cometió Jeroboán y de los que hizo cometer a Israel''.


Judá hizo el mal ante los ojos de Yahveh. Provocaron su enojo más aún que lo hicieran sus padres con los pecados que cometieron,


Al comienzo de su reinado mató a toda la familia de Jeroboán; no dejó de Jeroboán alma viviente. Los exterminó, conforme al oráculo que Yahveh hab a predicho por medio de su siervo Aj as de Siló,


a causa de los pecados cometidos por Jeroboán y de los que hizo cometer a todo Israel, provocando la ira de Yahveh, Dios de Israel.


Hizo el mal ante los ojos de Yahveh, siguió los caminos de Jeroboán y los pecados con que hizo pecar a Israel.


Omr hizo el mal ante los ojos de Yahveh y fue peor aún que todos los que le precedieron,


Ajab, hijo de Omr, hizo el mal ante los ojos de Yahveh y fue peor aún que todos los que le precedieron.


Como si fuera poco imitar los pecados de Jeroboán, hijo de Nebat, tomó por esposa a Jezabel, hija de Etbaal, rey de los sidonios, rindió culto a Baal y se postró ante él.


Ajab hizo, además, una aserá. De este modo, Ajab siguió provocando la ira de Yahveh, Dios de Israel, más que todos los reyes de Israel que le hab an precedido.


Restauró los lugares altos que su padre, Ezequ as, hab a demolido; erigió altares a Baal; construyó una aserá como la que hab a hecho Ajab, rey de Israel; se postró ante todo el ejército del cielo y le rindió culto.


Con todo, no se apagó en Yahveh el ardor de su gran cólera, la que se hab a encendido en él contra Judá, a causa de los motivos que le hab a dado Manasés para enojarse.


No obstante, persistió en las prevaricaciones de Jeroboán, hijo de Nebat, que hab a hecho pecar a Israel, y no se apartó de ellas.


y hab a instituido sus propios sacerdotes para los lugares altos y para los sátiros y los becerros que hab an fabricado.


Incluso hizo pasar por el fuego a sus propios hijos en el valle de Ben Hinón, creyó en los presagios, los encantamientos y la magia y consultó a nigromantes y adivinos. Hizo, en fin, de muchas maneras todo lo que es malo a los ojos de Yahveh, provocando as su ira.


Due os se hicieron de ciudades fortificadas y de una tierra fértil; ocuparon casas llenas de toda suerte de bienes, cisternas ya excavadas, vi edos y olivares, multitud de árboles frutales. Comieron, se saciaron, engordaron, disfrutaron las delicias de tu inmensa bondad.


Pero se rebelaron, se volvieron contra ti, echaron tu ley a sus espaldas, mataron a tus profetas, porque los exhortaban a convertirse a ti; grandes desprecios te hicieron.


Con sus obras perversas le irritaron y la peste irrumpió en medio de ellos.


tú que desprecias la instrucción y echas a tus espaldas mi palabra?


¡Cuántas veces le fueron rebeldes en la estepa, le apenaron en la vasta soledad,


Mas ellos lo tentaron, rebeldes al Alt simo, no observaron sus preceptos.


Con sus altos sagrados lo irritaron y le dieron celos con sus dolos.


No te harás dioses de metal fundido.


concedes misericordia a millares, pero haces pagar la culpa de los padres a cuenta de los hijos que vienen después de ellos, tú, Dios grande, fuerte, cuyo nombre es Yahveh Sebaot,


Los hijos amontonan la le a, los padres encienden el fuego y las mujeres amasan la pasta para hacer pasteles en honor de la Reina del Cielo y ofrecen libaciones a otros dioses, para ofenderme.


pero no me han escuchado ni aplicado su o do, sino que han endurecido su cerviz y se han portado peor que sus padres.


Por eso, as dice el Se or Yahveh: 'Por haberte olvidado de m y por haberme vuelto las espaldas, carga tú ahora con tu lascivia y tus prostituciones'.'


Me dijo: '¡Ya ves, hijo de hombre! ¿Le basta, acaso, a la casa de Israel cometer las abominaciones que cometen aqu ? Al contrario, han llenado el pa s de violencia y continúan irritándome. ¡M ralos llevándose el ramo a las narices!


Alargó una especie de mano y me asió por un mechón de los pelos de la cabeza; entonces el esp ritu me elevó entre la tierra y el cielo y me llevó, en visiones divinas, a Jerusalén, a la entrada de la puerta interior que mira al norte, donde estaba el emplazamiento del dolo del celo que provoca los celos.


No os volváis a los dolos ni os hagáis dioses de metal fundido. Yo, Yahveh, vuestro Dios.


¿O es que vamos a provocar a celos al Se or? ¿Somos acaso más fuertes que Él?


Provocaron mis celos con lo que no es Dios, me irritaron con sus dolos vanos. Mas yo provocaré sus celos con lo que ni siquiera es pueblo, los irritaré con una nación vana.


Habéis sido rebeldes a Yahveh desde el d a en que os conoc.


Por haber escogido dioses nuevos, a las puertas estaba la guerra. ¿Acaso se ve an escudos ni lanzas entre cuarenta mil en Israel?


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