1 Reyes 14:4 - Biblia Castilian 2003

⁴ H zolo as la mujer de Jeroboán: se fue a Siló y entró en la casa de Aj as. Aj as no pod a ya ver, porque sus ojos se hab an quedado yertos a causa de su vejez.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

⁴ Y la mujer de Jeroboam lo hizo así; y se levantó y fue a Silo, y vino a casa de Ahías. Y ya no podía ver Ahías, porque sus ojos se habían oscurecido a causa de su vejez.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁴ Entonces la esposa de Jeroboam fue a la casa de Ahías en Silo. El hombre ya era anciano y no podía ver;

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁴ Así lo hizo la mujer de Jeroboam: se fue para Silo y entró en la casa de Ajías. Este ya no podía ver, tenía fija la vista por su avanzada edad.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁴ Y así lo hizo la mujer de Jeroboam, y se levantó, fue a Silo y llegó a la casa de Ahías. Y Ahías ya no podía ver, pues sus ojos se habían quedado fijos por la vejez.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁴ Hízolo así la mujer de Jeroboán: se fue a Siló y entró en la casa de Ajías. Ajías no podía ya ver, porque sus ojos se habían quedado yertos a causa de su vejez.

1 Reyes 14:4 Referans Kwoze

Génesis 27:1

Con la vejez, se le nublaron a Isaac los ojos hasta quedarse sin vista. Llamó a Esaú, su hijo mayor, y le dijo: 'Hijo m o'. Él contestó: 'Aqu estoy'.

Génesis 48:10

Los ojos de Israel se hab an debilitado por la vejez y no pod a ver. José se los acercó, y él los besó y abrazó.

1 Reyes 11:29

En cierta ocasión en que Jeroboán sal a de Jerusalén, encontró en el camino al profeta Aj as de Siló, que iba cubierto con un manto nuevo. Los dos estaban solos en el campo.

1 Reyes 14:2

y Jeroboán dijo a su mujer: 'Anda, disfrázate de modo que no se conozca que eres la esposa de Jeroboán, y vete a Siló, donde está el profeta Aj as, el mismo que me predijo que yo hab a de reinar sobre este pueblo.

Salmos 90:10

Nuestra vida es setenta a os, ochenta a os la vida de los fuertes: casi todos en afanes y miseria, pues rápido se pasan y nosotros nos volamos.

Eclesiastés 12:3

cuando tiemblan los guardianes de la casa, cuando los robustos se encorvan, cuando las mujeres dejen la molienda porque la luz se debilita y se entenebrece en las ventanas,

Deuteronomio 34:7

Moisés murió a la edad de ciento veinte a os. Sus ojos no se hab an debilitado, ni hab a disminuido su vigor.

Josué 18:1

La comunidad entera de los israelitas se congregó en Siló, y all asentaron la tienda del encuentro. El pa s se les hab a sometido.

1 Samuel 3:2

Cierto d a El estaba ya acostado en su aposento. Sus ojos hab an comenzado a debilitarse y no pod a ver.

1 Samuel 4:15

Contaba El noventa y ocho a os; ten a los ojos inmóviles y no pod a ver.