Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt
- Piblisite -





1 Corintios 1:10 - Biblia Castilian 2003

10 Os ruego, hermanos, en el nombre de nuestro Se or Jesucristo que tengáis todos concordia y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis unidos en el mismo pensamiento y en el mismo parecer.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

10 Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Amados hermanos, les ruego por la autoridad de nuestro Señor Jesucristo que vivan en armonía los unos con los otros. Que no haya divisiones en la iglesia. Por el contrario, sean todos de un mismo parecer, unidos en pensamiento y propósito.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Les ruego, hermanos, en nombre de Cristo Jesús, nuestro Señor, que se pongan todos de acuerdo y terminen con las divisiones, que encuentren un mismo modo de pensar y los mismos criterios.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

10 Os ruego pues hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesús, el Mesías, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis enteramente unidos en una misma mente y un mismo parecer.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Os ruego, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo que tengáis todos concordia y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis unidos en el mismo pensamiento y en el mismo parecer.

Gade chapit la Kopi




1 Corintios 1:10
44 Referans Kwoze  

Canto gradual. De David. ¡Ved cómo es bueno y delicioso estar los hermanos avenidos!


Les daré un solo corazón y un solo modo de obrar, para que me teman todos los d as en bien suyo y de sus hijos después de ellos.


Nadie echa en un vestido viejo un remiendo de pa o sin cardar, porque este a adido tirar a del vestido y el desgarrón se har a mayor.


'Nadie echa un remiendo de pa o sin cardar en un vestido viejo; porque, si no, el remiendo nuevo tirar a de lo viejo y el desgarrón se har a mayor.


Si un reino se divide en bandos, ese reino no puede resistir;


De nuevo estas palabras provocaron división entre los jud os.


Yo en ellos y tú en m, para que lleguen a ser consumados en uno, y as el mundo conozca que tú me has enviado y que los has amado como tú me has amado a m.'


Hab a, pues, diversos bandos en el pueblo por causa de él.


Algunos fariseos dec an: 'Este hombre no viene de parte de Dios, pues no guarda el sábado'. Pero otros replicaban: '¿Cómo puede un pecador realizar se ales como éstas?'. Y hab a división entre ellos.


Uno era el corazón y una el alma de la muchedumbre de los que hab an cre do, y nadie consideraba propio nada de lo que pose a, sino que todo lo ten an en común.


No quiero que ignoréis, hermanos, que muchas veces me he propuesto llegar hasta vosotros, para recoger también entre vosotros, al igual que entre los demás gentiles, algún fruto; pero hasta ahora me ha sido imposible.


Por lo tanto, os exhorto hermanos, por la misericordia de Dios, a que ofrezcáis vuestras propias personas como v ctima viva, santa, agradable a Dios; sea éste vuestro culto espiritual.


Tened unos con otros el mismo sentir, sin abrigar sentimientos de grandeza, sino dejándoos llevar al trato con los humildes. No os tengáis por sabios ante vosotros mismos.


Os ruego, hermanos, por Jesucristo nuestro Se or y por amor del Esp ritu, que luchéis juntamente commigo, dirigiendo a Dios oraciones por m,


Os ruego, hermanos, que estéis alerta frente a los que suscitan discordias y escándalos, en contra de la doctrina que aprendisteis. Apartaos de ellos.


Porque, hermanos m os, los de Cloe me han informado que entre vosotros hay discordias.


Oigo decir, en efecto, en primer lugar que al congregaros en asamblea, se forman entre vosotros grupos separados, y en parte lo creo.


para que no haya división en el cuerpo, sino que los miembros se preocupen por un igual los unos de los otros.


ya que aún sois puramente humanos. Porque, mientras entre vosotros haya contienda y discordia, ¿no continuáis siendo puramente humanos, y no es vuestra conducta puramente humana?


Por lo tanto, os ruego que sigáis mi ejemplo.


Yo mismo, Pablo, os voy a hacer un ruego en nombre de la humildad y la condescendencia de Cristo; yo, tan t mido cuando estoy presente y tan atrevido cuando estoy ausente.


Por lo demás, hermanos, estad alegres. Procurad vuestra perfección, daos ánimos, tened un mismo sentir, vivid en paz. Y el Dios del amor y de la paz estará con vosotros.


Nos alegramos cuando nosotros somos débiles y vosotros sois fuertes. Y esto es lo que pedimos: vuestra perfección completa.


Hacemos, pues, de embajadores en nombre de Cristo y es Dios el que por medio de nosotros os exhorta: 'En nombre de Cristo os lo pedimos: dejaos reconciliar con Dios'.


Siendo, pues, colaboradores suyos, también os exhortamos a que no recibáis en vano la gracia de Dios.


Os lo suplico, hermanos: sed como yo, que también yo me hice como vosotros. En nada me habéis ofendido.


Lo único que importa es que llevéis una vida digna del evangelio de Cristo, para que, ya sea que vaya a veros, ya sea que esté ausente, oiga yo decir de vosotros que estáis firmes en un solo Esp ritu, luchando a una por la fe del evangelio,


En todo caso, partiendo del punto adonde hayamos llegado, sigamos caminando en la misma dirección.


Mostradles la mayor estima y el mayor amor por lo que están haciendo. Procurad la paz entre vosotros mismos.


Y ahora, hermanos, a propósito de la parus a de nuestro Se or Jesucristo y de nuestra reunión con él, os hacemos un ruego:


En la presencia de Dios y Cristo Jesús y de los ángeles, sus elegidos, te encargo solemnemente que observes estas normas, sin prejuicio, siendo en todo imparcial.


Te conjuro, en presencia de Dios y de Cristo Jesús, que ha de juzgar a vivos y a muertos, en nombre de su venida y de su reino:


Se presentaron ante los rubenitas, los gaditas y la mitad de la tribu de Manasés, en el pa s de Galaad, y les dijeron:


Queridos hermanos, os exhorto a que, como extranjeros y peregrinos, os abstengáis de los deseos puramente humanos que combaten contra el alma.


El Dios de toda gracia, el que os llamó a su eterna gloria en Cristo después que hayáis padecido un poco, os restablecerá, confirmará, robustecerá y hará inconmovibles.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite