Lucas 10:22 - Biblia Castellano Antiguo (Nuevo Testamento)

²² Mi Padre me ha encomendado todas las cosas, y nadie sabe quién es el Hijo excepto el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquellos a quienes el Hijo se lo quiera revelar.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

²² Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce quién es el Hijo sino el Padre; ni quién es el Padre, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar.

Biblia Nueva Traducción Viviente

²² »Mi Padre me ha confiado todo. Nadie conoce verdaderamente al Hijo excepto el Padre, y nadie conoce verdaderamente al Padre excepto el Hijo y aquellos a quienes el Hijo decide revelarlo».

Biblia Católica (Latinoamericana)

²² Mi Padre ha puesto todas las cosas en mis manos; nadie sabe quién es el Hijo, sino el Padre; nadie sabe quién es el Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo quiera dárselo a conocer.

La Biblia Textual 3a Edicion

²² Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre,° y nadie conoce quién es el Hijo sino el Padre, ni quién es el Padre sino el Hijo,° y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

²² Todo me lo ha confiado mi Padre. Y nadie conoce quién es el Hijo sino el Padre; ni quién es el Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo quiere revelárselo'.

Lucas 10:22 Referans Kwoze

Mateo 11:25

También por entonces, tomando la palabra, Jesús dijo: Gracias te doy, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque ocultaste estas cosas a los sabios y a los sensatos, y se las revelaste a los niños.

Mateo 11:27

Todas las cosas me han sido confiadas por mi Padre. Nadie conoce al Hijo, sino el Padre; y nadie conoce al Padre, sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.

Mateo 28:18

Pero él, acercándose, les dijo: Yo he recibido toda autoridad en el cielo y en la tierra.

Juan 1:18

Nadie ha visto jamás a Dios; pero su Hijo único, que está siempre con el Padre, nos lo ha dado a conocer. Juan el Bautista niega ser el Cristo

Juan 10:15

del mismo modo que mi Padre me conoce y yo lo conozco a él. Yo pongo mi vida por mis ovejas.

Juan 13:3

Y Jesús sabía que el Padre había puesto todas las cosas en sus manos, y que así como había venido de Dios, a Dios había de volver.

Juan 17:10

y todo lo mío es tuyo, como también lo tuyo es mío; y por causa de ellos he sido glorificado.

Juan 17:2

dando vida eterna a todos los que le has confiado, y según la autoridad que le concediste sobre la humanidad entera.

Juan 17:26

les he dado a conocer quién eres, y se lo daré a conocer todavía más, a fin de que el mismo amor que tú me tienes llegue a estar en ellos como yo lo estoy.

Juan 17:5

Ahora pues, Padre, glorifícame junto a ti, con aquella misma gloria que yo tenía estando contigo desde antes de la fundación del mundo. Jesús ora por sus discípulos

Juan 3:35

El Padre ama al Hijo y ha puesto en sus manos todo cuanto existe.

1 Corintios 15:24

Entonces llegará el fin, cuando Cristo, tras eliminar toda oposición de dominios, autoridades y poderes, entregue al Dios y Padre el reino definitivo.

2 Corintios 4:6

Porque Dios, que ordenó a la luz resplandecer de las tinieblas, ha llenado de luz nuestro corazón para que podamos reconocer en el rostro de Jesucristo el esplendor de la propia gloria de Dios.

Efesios 1:21

por encima de todo principado, autoridad, potestad o señorío. Porque la gloria de Cristo va más allá de la que nadie ha alcanzado en este mundo ni alcanzará en el venidero.

Hebreos 2:8

Todo lo sometiste debajode sus pies'.Que Dios lo sometiera todo al hombre significa ciertamente que nada dejó sin someter a su gobierno, aun cuando nosotros todavía no vemos que todas las cosas le hayan sido sometidas.

1 Juan 5:20

pero nos consta que Cristo, el Hijo de Dios, ha acudido en nuestro auxilio, y que nos ha dado la necesaria inteligencia para conocer al Dios verdadero. Y en él estamos, en el verdadero, porque estamos en su Hijo Jesucristo. ¡Él es el Dios verdadero y la vida eterna!

2 Juan 1:9

Todo aquel que habiendo perdido el rumbo se aparta de la enseñanza de Cristo y no persevera en ella, se aparta también de Dios. Para tener al Padre y al Hijo es preciso permanecer fielmente en la enseñanza de Cristo.