Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Juan 6:40 - Biblia Castellano Antiguo (Nuevo Testamento)

40 Así pues, la voluntad de mi Padre es que todos los que ven al Hijo y creen en él tengan vida eterna, y que yo los resucite en el día último.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

40 Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

40 Pues la voluntad de mi Padre es que todos los que vean a su Hijo y crean en él tengan vida eterna; y yo los resucitaré en el día final.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

40 Sí, ésta es la decisión de mi Padre: toda persona que al contemplar al Hijo crea en él, tendrá vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

40 Porque ésta es la voluntad de mi Padre: que todo el que ve al Hijo y cree en Él, tenga vida eterna, y Yo lo resucitaré en el día postrero.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

40 Porque ésta es la voluntad de mi Padre: que todo el que ve al Hijo y cree en él tenga vida eterna, y que yo lo resucite en el último día'.

Gade chapit la Kopi




Juan 6:40
37 Referans Kwoze  

Os aseguro que, al llegar el día del juicio, el castigo de Sodoma y Gomorra será más soportable que el de aquella ciudad.


Por tanto, estos irán al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.


Los que crean y se bauticen, serán salvos; pero el que no crea, será condenado.


he visto con mis propios ojos al Salvador


Aquella Palabra se hizo hombre, y como hombre vivió entre nosotros con plenitud de gracia y de verdad. Y fuimos testigos de su gloria, la gloria que pertenece al Hijo único de Dios Padre.


y les doy vida eterna, y jamás morirán ni habrá quien me las arrebate,


Sí, ya lo sé. Resucitará cuando resucitemos todos en el día último.


Respondió Jesús: Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá.


El que me ve, está viendo al que me envió.


Y sé que sus mandamientos son para vida eterna. Por tanto, todo lo que hablo, lo hablo como el Padre me ha dicho que debo hablar.


que es el Espíritu que conduce a la verdad. El mundo no puede recibirlo, porque no lo busca ni lo conoce; pero vosotros sí lo conocéis, porque él está ahora con vosotros, y un día estará en vosotros.


Dentro de poco, el mundo dejará de verme, pero vosotros sí me veréis; porque yo vivo, y vosotros viviréis por la vida que os daré.


dando vida eterna a todos los que le has confiado, y según la autoridad que le concediste sobre la humanidad entera.


El que cree en el Hijo tiene vida eterna, pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios estará sobre su cabeza.


En cambio, nunca más tendrá sed aquel que beba del agua que yo ofrezco, porque el agua que yo le daré se convertirá en su interior en una fuente inagotable de vida eterna.


Os aseguro esto: El que escucha mi mensaje y cree a Dios, que me envió, tiene vida eterna; y nunca caerá en condenación a causa de sus pecados, porque ha pasado de la muerte a la vida.


Pues bien, poned todo vuestro empeño en trabajar, no por una comida perecedera, sino por la comida permanente de la vida eterna, que es la comida que yo, el Hijo del hombre, os ofrezco, porque para eso me ha enviado Dios el Padre a este mundo.


Y la voluntad de mi Padre, que me envió, es que yo no pierda a ninguno de los que él me ha confiado, sino que en el día último los resucite a todos para vida eterna.


Nadie puede venir a mí, si el Padre, que me envió, no lo trae; y a quien él traiga, yo lo resucitaré en el día último.


El que come mi carne y bebe mi sangre, sí tiene vida eterna, y yo lo resucitaré el día último.


Abraham, vuestro antepasado, se alegraba pensando que vería mi día, ¡y lo vio, y se alegró de mi venida!


Así que el pecado reinó sobre el hombre y lo condujo a la muerte, pero ahora, por la justicia de Dios, reina su gracia salvadora para dar vida eterna mediante nuestro Señor Jesucristo.


porque, como sabéis, la paga del pecado es muerte, pero el regalo de Dios es la vida eterna que nos ofrece en Cristo Jesús Señor nuestro.


Porque Dios, que ordenó a la luz resplandecer de las tinieblas, ha llenado de luz nuestro corazón para que podamos reconocer en el rostro de Jesucristo el esplendor de la propia gloria de Dios.


La fe es la certidumbre de lo que se espera, la convicción de alcanzar lo que no se ve.


Así, por la fe salió Moisés de Egipto sin temor a la ira del rey, y se mantuvo firme, como si estuviera viendo al Invisible, a Dios, caminar a su lado.


Vosotros, aunque no le habéis visto, le amáis; y confiáis en él, aun cuando en el momento actual todavía no le veáis. Por eso, el gozo que sentís es indescriptible y glorioso,


Porque en esto, en la vida eterna, consiste la promesa que nos hizo Jesucristo.


Permaneced siempre en el amor de Dios, esperando que nuestro Señor Jesucristo, en su misericordia, os conduzca a la vida eterna.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite