Juan 5:41 - Biblia Castellano Antiguo (Nuevo Testamento)

⁴¹ No es que yo desee recibir ninguna clase de honores humanos;

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

⁴¹ Gloria de los hombres no recibo.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁴¹ »La aprobación de ustedes no significa nada para mí,

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁴¹ Yo no busco la alabanza de los hombres.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁴¹ Gloria de parte de hombres no recibo.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁴¹ 'No es de los hombres de quienes yo recibo la gloria.

Juan 5:41 Referans Kwoze

Juan 12:43

y porque en realidad amaban más el aplauso de los hombres que la gloria de Dios.

Juan 5:34

Sin embargo, no se trata del testimonio que él o algún otro dé acerca de mí; aunque yo hablo de esta manera para que creáis en mí y alcancéis la salvación. Pero mi mejor testigo no es ninguna criatura humana.

Juan 5:40

aunque vosotros no queréis venir a mí para alcanzar la vida eterna.

Juan 5:42

pero sé, porque os conozco muy bien, que vosotros carecéis por completo del amor de Dios.

Juan 5:44

Pero ¿cómo podréis creer en mí, si lo que buscáis es solamente recibir honores los unos de los otros, en vez de buscar el honor que procede del Dios único?

Juan 6:15

Jesús se dio cuenta en aquella ocasión de que muchos pretendían llevárselo, incluso a la fuerza, para coronarlo rey, y por eso se retiró de nuevo al monte, él solo. Jesús camina sobre el agua

Juan 7:18

Pero mirad, el que habla por su propia cuenta, busca cubrirse él mismo de gloria; pero el que es bueno y veraz, busca la gloria del que lo envió.

Juan 8:50

Y no busco mi propia gloria; pero hay uno que la busca y que juzgará a los que me rechazan.

Juan 8:54

Si yo me estuviera glorificando a mí mismo respondió Jesús , mis palabras no tendrían ningún valor; pero es mi Padre quien me glorifica, el que decís que es vuestro Dios.

1 Tesalonicenses 2:6

En cuanto a alabanzas, jamás las pretendimos de vosotros ni de nadie,

1 Pedro 2:21

El sufrimiento forma parte del llamamiento de que Dios nos hace objeto; y Cristo, sufriendo por nosotros, nos dejó el ejemplo al que debemos ajustar nuestros pasos.