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Juan 2:11 - Biblia Castellano Antiguo (Nuevo Testamento)

11 Aquella señal milagrosa en Caná de Galilea fue la primera que hizo Jesús. Manifestó así su glorioso poder, y logró que sus discípulos creyeran en él.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

11 Este principio de señales hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó su gloria; y sus discípulos creyeron en él.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

11 Esta señal milagrosa en Caná de Galilea marcó la primera vez que Jesús reveló su gloria. Y sus discípulos creyeron en él.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

11 Esta señal milagrosa fue la primera, y Jesús la hizo en Caná de Galilea. Así manifestó su gloria y sus discípulos creyeron en él.

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La Biblia Textual 3a Edicion

11 Este principio de las señales hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó su gloria; y sus discípulos creyeron en Él.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 Ésta es la primera de las señales que Jesús realizó en Caná de Galilea. Así manifestó su gloria, y sus discípulos creyeron en él.

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Juan 2:11
43 Referans Kwoze  

Aquella Palabra se hizo hombre, y como hombre vivió entre nosotros con plenitud de gracia y de verdad. Y fuimos testigos de su gloria, la gloria que pertenece al Hijo único de Dios Padre.


Porque ciertamente Dios, por medio de Moisés, nos reveló la ley; pero por medio de Jesucristo, en su venida, nos reveló la gracia y la verdad.


Al día siguiente, Jesús decidió ir a Galilea. Allí vio a Felipe, y le dijo: ¡Sígueme!


Jesús siguió: ¿Crees en mí tan sólo porque te he dicho que te vi debajo de la higuera? Cosas más maravillosas que estas verás todavía.


Muchos acudieron entonces a él, y decían: Lo cierto es que Juan nunca hizo ninguna señal milagrosa, pero se ha cumplido todo lo que dijo acerca de este hombre.


Y por vuestro propio bien me alegro de no haber estado allí, porque esto os dará otra oportunidad de creer en mí. Venid conmigo a visitarlo.


los cuales, juntamente con los principales sacerdotes, convocaron una reunión urgente del concilio. ¿Qué haremos? se preguntaban , porque este hombre está haciendo muchas señales milagrosas.


que salía a recibirle al oir hablar de la señal milagrosa que había hecho.


A pesar de las señales milagrosas que había hecho, la mayoría de la gente no creía que él fuese el Cristo;


Isaías, al contemplar en visión la gloria de Dios, se refirió de ese modo a Jesús.


Y sabed que todo cuanto le pidáis al Padre en mi nombre, yo lo haré, para que por medio del Hijo se manifieste la gloria del Padre.


pues el Padre, él mismo, os ama, porque vosotros me habéis amado a mí y habéis creído que yo vine de Dios.


Ahora comprendemos que tú sabes todas las cosas y que no es necesario preguntarte nada. Por eso creemos que has venido de Dios.


Dos días más tarde se celebraba una boda en el pueblo de Caná de Galilea. La madre de Jesús estaba allí,


Jesús permaneció en Jerusalén durante toda la fiesta de la Pascua, y muchos, al ver las señales que hacía, creyeron en él.


Rabí, sabemos que Dios te ha enviado como maestro, porque nadie podría hacer las señales milagrosas que tú haces, si Dios no estuviera con él.


salió de Judea y regresó a la provincia de Galilea.


En este viaje se acercó Jesús a Caná, el pueblo donde había convertido el agua en vino. Residía entonces en Cafarnaum un funcionario al servicio del rey, que tenía un hijo enfermo.


Esta fue la segunda señal milagrosa que hizo Jesús cuando fue de Judea a Galilea.


para que el mundo entero honre al Hijo de la misma manera que honra al Padre. Porque cualquiera que se niegue a honrar al Hijo enviado por Dios, se está negando también a honrar al Padre.


Al ver la gente la gran señal milagrosa que Jesús había hecho, comenzaron a exclamar: ¡Sin duda es este el profeta que esperábamos que había de venir al mundo!


Jesús les respondió: Estoy seguro de que vosotros no me venís buscando porque hayáis visto las señales milagrosas que he hecho, sino porque os di de comer hasta quedar saciados.


Pero dinos, ¿cuál es tu obra? ¿Con qué señal, con qué milagro nos demuestras que tú eres el Mesías en quien debemos creer?


Entre tanto, muchos de los que estaban allí creyeron en él, y decían: Después de todo, cuando venga el Cristo, ¿qué señales milagrosas podrá hacer que éste no haya hecho?


Algunos de ellos decían: ¡Ese Jesús no es de Dios, porque no guarda el sábado! ¿Pero cómo podría un hombre pecador hacer semejantes señales milagrosas? se preguntaban otros.De esta manera discutían unos con otros sin lograr ponerse de acuerdo.


Por lo tanto, todos nosotros, que miramos a cara descubierta la gloria del Señor, la reflejamos como claros espejos, y conforme a su propia imagen somos transformados y crecemos más y más en gloria por la acción del Espíritu del Señor.


Sea como sea, la leve y momentánea tribulación que hoy soportamos redundará finalmente en un continuo aumento de la eterna carga de gloria que Dios nos tiene reservada.


Porque Dios, que ordenó a la luz resplandecer de las tinieblas, ha llenado de luz nuestro corazón para que podamos reconocer en el rostro de Jesucristo el esplendor de la propia gloria de Dios.


A vosotros, que creéis en el Hijo de Dios e invocáis su nombre, os he escrito estas cosas para que sepáis que tenéis vida eterna;


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