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Juan 17:2 - Biblia Castellano Antiguo (Nuevo Testamento)

2 dando vida eterna a todos los que le has confiado, y según la autoridad que le concediste sobre la humanidad entera.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

2 como le has dado potestad sobre toda carne, para que dé vida eterna a todos los que le diste.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Pues le has dado a tu Hijo autoridad sobre todo ser humano. Él da vida eterna a cada uno de los que tú le has dado.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Tú le diste poder sobre todos los mortales y quieres que comunique la vida eterna a todos aquellos que le encomendaste.

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 así como le diste potestad sobre toda carne, para que a todos los que le diste, a ésos les dé vida eterna.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 ya que le diste autoridad sobre todos los hombres, para que él diera vida eterna a todos los que tú le has dado.

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Juan 17:2
31 Referans Kwoze  

Todas las cosas me han sido confiadas por mi Padre. Nadie conoce al Hijo, sino el Padre; y nadie conoce al Padre, sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.


Por tanto, estos irán al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.


Pero él, acercándose, les dijo: Yo he recibido toda autoridad en el cielo y en la tierra.


Padre, mi deseo es que los que me has confiado estén también conmigo donde yo estoy, para que puedan contemplar la gloria que en tu amor me has dado, porque me has amado desde antes de la fundación del mundo.


Yo he hecho manifiesto tu nombre a todos aquellos que en este mundo me confiaste. Ellos estaban en el mundo, pero tú me los diste; realmente siempre han sido tuyos, pero me los diste y han guardado tu palabra.


No te ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque son tuyos,


El Padre ama al Hijo y ha puesto en sus manos todo cuanto existe.


En cambio, nunca más tendrá sed aquel que beba del agua que yo ofrezco, porque el agua que yo le daré se convertirá en su interior en una fuente inagotable de vida eterna.


Pues bien, poned todo vuestro empeño en trabajar, no por una comida perecedera, sino por la comida permanente de la vida eterna, que es la comida que yo, el Hijo del hombre, os ofrezco, porque para eso me ha enviado Dios el Padre a este mundo.


Sin embargo, sabed que yo recibiré a todos los que el Padre me dé y vengan a mí, y no rechazaré a ninguno que él me haya enviado;


Y la voluntad de mi Padre, que me envió, es que yo no pierda a ninguno de los que él me ha confiado, sino que en el día último los resucite a todos para vida eterna.


porque, como sabéis, la paga del pecado es muerte, pero el regalo de Dios es la vida eterna que nos ofrece en Cristo Jesús Señor nuestro.


Porque Cristo tiene que reinar hasta que haya vencido y puesto debajo de sus pies a todos sus enemigos,


Es el mismo poder que desplegó resucitando a Cristo de entre los muertos y haciéndolo sentar a su derecha en el cielo,


para que al nombre de Jesússe doble toda rodillaen el cielo, en la tierra y debajo de la tierra,


pero Cristo Jesús, en su gran misericordia, ha querido servirse de mí poniéndome como ejemplo de toda su paciencia para con los más viles pecadores, a fin de que también otros crean en él y lleguen a alcanzar la vida eterna.


en estos tiempos finales nos ha hablado por medio de su Hijo, por quien hizo el universo y a quien constituyó heredero de toda la creación.


el cual subió al cielo y ocupó al lado de Dios el lugar de más alto honor. Allí le rinden pleitesía y le están sometidos los ángeles, las autoridades y los poderes celestiales.


Porque la vida se ha manifestado, y nosotros la hemos visto y damos testimonio de ella. Por eso os proclamamos ahora la vida eterna, que estaba con el Padre y se nos manifestó.


Porque en esto, en la vida eterna, consiste la promesa que nos hizo Jesucristo.


pero nos consta que Cristo, el Hijo de Dios, ha acudido en nuestro auxilio, y que nos ha dado la necesaria inteligencia para conocer al Dios verdadero. Y en él estamos, en el verdadero, porque estamos en su Hijo Jesucristo. ¡Él es el Dios verdadero y la vida eterna!


Permaneced siempre en el amor de Dios, esperando que nuestro Señor Jesucristo, en su misericordia, os conduzca a la vida eterna.


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