Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt
- Piblisite -





Juan 14:10 - Biblia Castellano Antiguo (Nuevo Testamento)

10 ¿Acaso no crees que yo soy en el Padre y que el Padre es en mí? Las palabras que yo os hablo no las hablo de mi propia cuenta, sino que es el Padre, que está en mí, quien actúa por medio de mí.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

10 ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

10 ¿Acaso no crees que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí? Las palabras que yo digo no son mías, sino que mi Padre, quien vive en mí, hace su obra por medio de mí.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

10 ¿No crees que yo estoy en el Padre y que el Padre está en mí? Cuando les enseño, esto no viene de mí, sino que el Padre, que permanece en mí, hace sus propias obras.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

10 ¿No crees que Yo estoy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que Yo os digo, no las hablo por mi propia cuenta; sino el Padre que mora en mí, hace sus obras.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 ¿No crees que yo estoy en el Padre y que el Padre está en mí? Las palabras que yo os digo, no las digo por mi cuenta; el Padre que mora en mí es quien realiza sus obras.

Gade chapit la Kopi




Juan 14:10
26 Referans Kwoze  

Y el Padre y yo somos uno.


pero si las hago, aunque no me creáis a mí, creed a mis obras. Así os conveceréis de que el Padre está en mí y yo en el Padre.


Porque nadie que vive y cree en mí morirá para siempre. ¿Crees esto, Marta?


Porque lo que yo os he dicho no lo he dicho de mi propia cuenta, sino que fue el Padre quien me ordenó lo que yo tenía que decir, las cosas de las que había de hablar.


Lo que vosotros habéis de hacer es creer que yo soy en el Padre y que el Padre es en mí. En otro caso, creed por las mismas obras que habéis presenciado.


Cuando yo vuelva a vivir, conoceréis que estoy en el Padre, que vosotros estáis en mí y que yo estoy en vosotros.


En cambio, el que no me ama, tampoco va a cumplir mis mandamientos. Ahora bien, recordad que todo esto que os digo no es mío, sino del Padre, que me envió.


porque les he transmitido todas las palabras que me diste; ellos las recibieron, y saben con toda certidumbre que salí de ti para venir acá, y han creído que tú me enviaste.


Rabí, sabemos que Dios te ha enviado como maestro, porque nadie podría hacer las señales milagrosas que tú haces, si Dios no estuviera con él.


Jesús les dijo: Mi Padre no deja de trabajar, y yo sigo su ejemplo.


Jesús tomó la palabra y les dijo: Os aseguro que el Hijo no puede hacer nada por sí mismo, sino solamente aquello que ve hacer al Padre. Lo que el Padre hace, eso es lo que hace igualmente el Hijo.


Jesús les explicó: No os estoy ofreciendo ninguna enseñanza propiamente mía. Mi enseñanza es de Dios, que me envió.


Jesús continuó: Cuando hayáis alzado al Hijo del hombre, entenderéis que yo soy, y que no hago nada por mi propia cuenta, sino que mis palabras corresponden a lo que el Padre me enseñó.


Yo os hablo de lo que he visto estando junto a mi Padre, pero vosotros hacéis lo que habéis oído estando junto a vuestro padre.


pero vosotros tratáis de matarme porque os he dicho la verdad, la cual he oído de Dios. Abraham nunca hizo nada semejante,


Y, sin duda, también sabéis que Dios ungió con el Espíritu Santo y dotó con su propia autoridad a Jesús de Nazaret, el cual anduvo haciendo el bien y sanando a todos los que padecen bajo la opresión del diablo, porque Dios estaba con él.


Dicho de otro modo: Por medio de Cristo, Dios le ha brindado al mundo la oportunidad de reconciliarse con él, sin tomar en cuenta los pecados cometidos por la gente. Y a nosotros nos ha encargado que proclamamos el mensaje de la reconciliación.


porque a Dios le agradó que en él residiera la plenitud de la divinidad.


porque tan sólo en él se encuentra la plenitud de Dios encarnada en cuerpo humano.


Sabemos que Jesucristo vino al mundo por medio de agua y de sangre: no solo por medio del agua, sino por el agua y por la sangre vertida en la cruz. De esto da testimonio el Espíritu Santo, que es la verdad misma, y de ese modo los testigos son tres


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite