Juan 10:27 - Biblia Castellano Antiguo (Nuevo Testamento)

²⁷ Mis ovejas conocen mi voz, yo las conozco a ellas y ellas me siguen,

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

²⁷ Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen,

Biblia Nueva Traducción Viviente

²⁷ Mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozco, y ellas me siguen.

Biblia Católica (Latinoamericana)

²⁷ Mis ovejas escuchan mi voz y yo las conozco. Ellas me siguen,

La Biblia Textual 3a Edicion

²⁷ Mis ovejas oyen mi voz, y Yo las conozco, y me siguen,

Biblia Serafín de Ausejo 1975

²⁷ Mis ovejas oyen mi voz: yo las conozco y ellas me siguen.

Juan 10:27 Referans Kwoze

Mateo 16:24

Luego añadió Jesús a sus discípulos: Mirad, si alguno quiere venir conmigo, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame.

Mateo 17:5

Pero mientras estaba hablando, una nube resplandeciente los cubrió, y se oyó una voz desde la nube: Este es mi Hijo amado, y en él me complazco. Obedecedle.

Mateo 25:12

Pero el novio les respondió: 'Os aseguro que no sé quiénes sois'. Parábola de las monedas de oro

Mateo 7:23

Entonces yo les declararé: '¡Jamás os conocí! ¡Apartaos de mí, malhechores!' El prudente y el insensato

Marcos 10:21

Jesús, mirándolo entonces con profundo afecto, le dijo: Siendo así, tan sólo te falta una cosa: ve, vende todo lo que tienes y reparte el dinero a los pobres. Así tendrás un tesoro en el cielo. Luego vuelve acá y sígueme.

Marcos 8:34

Luego, dirigiéndose a toda la gente que se había reunido allí junto con sus discípulos, añadió: ¡Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame!

Lucas 13:27

Pero de nuevo os dirá: 'Repito que no os conozco. ¡Apartaos de mí, malvados!'

Lucas 9:23

Después, dirigiéndose a todos, siguióq diciendo: Todo aquel que quiera seguirme deberá renunciar a los mayores anhelos de su vida, y tendrá que cargar con la cruz de cada día.

Juan 10:14

Pero yo soy el buen pastor; conozco a mis ovejas y ellas me conocen,

Juan 10:16

Además de estas ovejas, tengo otras que no son de este redil. También a ellas debo traerlas conmigo; oirán mi voz, y habrá un solo rebaño y un solo pastor.

Juan 10:8

Todos los que han venido antes de mí han sido ladrones y salteadores, y las ovejas no los escucharon.

Juan 12:26

Si alguno desea ser discípulo mío, que venga y me siga, porque allí donde yo esté, allí estará también mi siervo. Y mi Padre honrará a todo el que me sirva.

Juan 21:22

Si quiero que él quede aquí hasta mi regreso, ¿qué te importa a ti? ¡Tú sígueme!

Juan 5:25

Y además os aseguro que la hora está llegando (o mejor, ya ha llegado) cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la escuchen, vivirán.

Juan 8:12

En otra ocasión dijo Jesús: Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en tinieblas, sino que la luz de la vida iluminará su camino.

Juan 8:43

Pero, ¿sabéis por qué no podéis entender lo que os digo? Porque no sois capaces de escuchar el mensaje que os traigo.

Hechos 3:23

pues todo aquel que se niegue a escucharlo será eliminado de en medio del pueblo'.

1 Corintios 8:3

Sin embargo, si uno ama a Dios, Dios le conoce a él.

Gálatas 4:9

Pero puesto que habéis llegado a conocer a Dios (o, más exactamente, puesto que Dios os reconoce a vosotros), ¿cómo ahora volvéis atrás vuestros pasos para caer de nuevo en unos principios religiosos vacíos y sin sentido, a los cuales queréis someteros otra vez en la condición de esclavos?

2 Timoteo 2:19

Pero el fundamento de la verdad de Dios permanece firme, acreditado con el sello que dice: 'El Señor conoce a los que de veras son suyos' y 'Apártese de la maldad todo aquel que invoca el nombre del Señor'.

Hebreos 3:7

Atendiendo a la superioridad de Cristo, el Espíritu Santo dice: 'Si oís hoy la voz de Dios,

Apocalipsis 14:4

Estos son los que no se han contaminado con mujeres; además, se mantienen vírgenes. Son los que siguen al Cordero por dondequiera que va, los que fueron comprados de entre todos los habitantes de la tierra, para ser, como los primeros frutos de una cosecha, dedicados a Dios y al Cordero en calidad de ofrenda santa.

Apocalipsis 3:20

No olvides que yo estoy a la puerta y llamo, y si alguno oye mi llamada y abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él, y él cenará conmigo.