Gálatas 4:3 - Biblia Castellano Antiguo (Nuevo Testamento)3 Pues bien, esa era nuestra situación antes de que Cristo viniera: estábamos sometidos a la esclavitud de las leyes y las normas del mundo en que vivimos. Gade chapit laPlis vèsyonBiblia Reina Valera 19603 Así también nosotros, cuando éramos niños, estábamos en esclavitud bajo los rudimentos del mundo. Gade chapit laBiblia Nueva Traducción Viviente3 Eso mismo sucedía con nosotros antes de que viniera Cristo. Éramos como niños; éramos esclavos de los principios espirituales básicos de este mundo. Gade chapit laBiblia Católica (Latinoamericana)3 De igual modo, también nosotros pasamos por una etapa de niñez y estuvimos sometidos a las normas y principios que rigen el mundo. Gade chapit laLa Biblia Textual 3a Edicion3 Así también nosotros, cuando éramos menores de edad, estábamos esclavizados bajo los rudimentos del mundo.° Gade chapit laBiblia Serafín de Ausejo 19753 Así también nosotros, cuando éramos niños, estábamos reducidos a esclavos bajo los elementos del mundo. Gade chapit la |
Entonces, ¿para qué se promulgó la ley? Pues sabed que la ley fue añadida a la promesa para demostrarnos que, ante los ojos de Dios, todos somos culpables de haberla quebrantado. Pero la ley tenía una vigencia temporal: sólo podía estar en vigor hasta la llegada de aquella descendencia prometida a Abraham. Y fue a los ángeles a quienes Dios encomendó que pusieran la ley en manos de Moisés, a fin de que él fuese mediador para su transmisión al pueblo de Israel.
Esto es una alegoría que representa los dos pactos de Dios con el hombre. El uno procede del monte Sinaí, de donde vienen los hijos sometidos a la esclavitud de la ley: este pacto lo representa Agar (el monte Sinaí en Arabia) y corresponde a la Jerusalén de hoy, que, junto con sus hijos, está sometida a esclavitud.
Ya hace tiempo que sois creyentes y que, por ello, deberíais ser maestros y estar en condiciones de enseñar a otros. Pero, al contrario, tanto habéis retrocedido, que os es necesario volver otra vez a los más sencillos principios de la palabra de Dios. De tal modo os habéis debilitado, que de nuevo necesitáis tomar leche en lugar de alimento sólido;