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Gálatas 1:16 - Biblia Castellano Antiguo (Nuevo Testamento)

16 determinó un día revelarme a su Hijo, para que yo lo predicase entre los gentiles. Sin embargo, cuando esto sucedió no me fui inmediatamente a consultar con nadie,

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

16 revelar a su Hijo en mí, para que yo le predicase entre los gentiles, no consulté en seguida con carne y sangre,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

16 revelarme a su Hijo para que yo proclamara a los gentiles la Buena Noticia acerca de Jesús. Cuando esto sucedió, no me apresuré a consultar con ningún ser humano.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

16 y revelar en mí a su Hijo para que lo proclamara entre los pueblos paganos. En ese momento no pedí consejos humanos,

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La Biblia Textual 3a Edicion

16 revelar a su Hijo en mí° para que lo proclamara entre los gentiles, no consulté enseguida con carne y sangre;

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

16 revelar a su Hijo en mí, para que yo lo anunciara entre los gentiles, en seguida, sin consultar con nadie,

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Gálatas 1:16
30 Referans Kwoze  

Le dijo Jesús: Dichoso eres tú, Simón, hijo de Jonás, porque esto no te lo ha revelado ningún ser humano, sino mi Padre que está en los cielos.


Velad y orad, para no caer en tentación. Ya veo que vuestro espíritu está dispuesto, pero vuestro cuerpo es débil.


Pero él me dijo: 'Sal de aquí, porque yo voy a enviarte lejos, a los gentiles'. Pablo el ciudadano romano


siguieron enseñando y predicando en el templo y por las casas que Jesús era el Mesías.


Le respondió el Señor: Ve y haz lo que te digo, porque yo he escogido a este hombre como instrumento apto para dar a conocer mi mensaje en medio de las naciones gentiles, en presencia de reyes y ante el propio pueblo de Israel.


y comenzó a predicar en las sinagogas, afirmando abiertamente que Cristo era el Hijo de Dios. Saulo en Damasco y en Jerusalén


Y derramó Dios su misericordia sobre nosotros por medio de Jesucristo, que nos ha dado el encargo de invitar en su nombre a todas las naciones a creer en Dios y prestarle obediencia.


Me estoy dirigiendo a vosotros, los que no sois judíos, porque he sido constituido apóstol para trabajar entre vosotros y honrar con ese trabajo mi ministerio.


Pero os digo, hermanos, que ningún cuerpo hecho de carne y sangre podrá tener herencia en el reino de Dios, por lo mismo que nuestra naturaleza, destinada a corrupción, no puede ser heredera de una naturaleza incorruptible.


Porque Dios, que ordenó a la luz resplandecer de las tinieblas, ha llenado de luz nuestro corazón para que podamos reconocer en el rostro de Jesucristo el esplendor de la propia gloria de Dios.


Por eso, de aquí en adelante ya no medimos a los demás según los criterios con que el mundo los mide. Confieso que hubo un tiempo en el que, erróneamente, yo juzgaba a Cristo según tales criterios; pero ahora ya no lo juzgo así.


Catorce años más tarde volví a Jerusalén en compañia de Bernabé. También Tito iba conmigo.


Yo, Pablo, soy prisionero de Cristo Jesús. Estoy en la cárcel por causa de vosotros los gentiles.


porque nuestra lucha no es contra seres de carne y hueso, sino contra potestades y autoridades, contra los que gobiernan las tinieblas de este mundo y también contra los espíritus malignos que habitan regiones celestiales.


tratan de impedir que hablemos a los gentiles para que también puedan salvarse; de modo que van llevando al colmo la medida de sus pecados, y definitivamente atraen sobre sí la ira de Dios. Pablo anhela ver a los tesalonicenses


mensaje del cual (estoy diciendo la verdad, no miento) Dios me ha puesto por predicador y apóstol, con la misión de instruir a los gentiles en la fe y la verdad de Cristo.


Precisamente Dios me constituyó predicador suyo, y me encargó que anunciara y enseñara ese mensaje a los gentiles,


Puesto que nosotros, hijos de Dios, somos seres de carne y hueso, también de carne y hueso nació Cristo Jesús; porque solamente siendo de naturaleza igual a la nuestra podía morir, para destruir con su propia muerte al que tenía el imperio de la muerte, es decir, al diablo.


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