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Efesios 4:1 - Biblia Castellano Antiguo (Nuevo Testamento)

1 Yo, pues, encarcelado por servir al Señor, os ruego que viváis y actuéis como es digno de quienes han sido llamados a pertenecer a Cristo.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

1 Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Por lo tanto, yo, prisionero por servir al Señor, les suplico que lleven una vida digna del llamado que han recibido de Dios, porque en verdad han sido llamados.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Yo, 'el prisionero de Cristo', les exhorto, pues, a que se muestren dignos de la vocación que han recibido.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 Yo, pues, el prisionero del Señor, os exhorto que andéis como es digno del llamamiento con que fuisteis llamados:

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Así, pues, yo, prisionero por el Señor, os exhorto a conduciros de una manera digna de la vocación a la que fuisteis llamados,

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Efesios 4:1
36 Referans Kwoze  

Por aquel tiempo, las iglesias de Judea, Galilea y Samaria tenían paz, eran edificadas en el temor reverencial con que se conducían delante del Señor, y crecían en número fortalecidas por la acción del Espíritu Santo. Eneas y Dorcas


Porque Dios jamás retira sus dones ni su llamamiento, ni se retracta de sus promesas.


Así pues, hermanos míos, con el pensamiento puesto en la inagotable misericordia de Dios, os ruego que le presentéis vuestro cuerpo como un sacrificio vivo y santo, entregado por entero a su servicio. Esta será vuestra más auténtica manera de rendirle culto.


Por tanto, os ruego que me imitéis.


Yo, Pablo, cuando ruego algo, lo hago con mansedumbre y ternura, como Cristo mismo lo haría. Sin embargo, hay quienes andan diciendo que, así como por escrito me las doy de atrevido, luego, estando personalmente entre vosotros, me comporto con la mayor humildad.


Así pues, somos embajadores en nombre de Cristo, que es como si Dios os hablase por medio de nosotros. Por tanto, en el nombre de Cristo os rogamos que aceptéis la oferta de reconciliaros con Dios.


Nosotros, como colaboradores de Dios, os exhortamos a que no despreciéis el mensaje de la gracia de Dios.


Hermanos míos, en nada me habéis agraviado; pero os ruego que consideréis mis razones, como también yo consideré las vuestras en otro tiempo.


Porque nosotros somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para llevar a cabo las buenas obras que de antemano dispuso Dios que realizásemos. Unidad en Cristo


Yo, Pablo, soy prisionero de Cristo Jesús. Estoy en la cárcel por causa de vosotros los gentiles.


Esto os digo y requiero en el Señor: Que no viváis ya como viven los otros gentiles, vacíos de mente


porque todos somos parte de un mismo cuerpo, participamos de un mismo Espíritu y hemos sido convocados a una misma esperanza.


Que vuestra conducta se base en el amor, siguiendo el ejemplo de Cristo, que nos amó y se entregó a sí mismo en sacrificio por nosotros; ofrenda ésta de la que Dios se agradó como de un perfume delicado.


De todos modos os exhorto a que viváis como es propio del evangelio de Cristo, para que, tanto si voy a veros otra vez como si no, siempre oiga decir que permanecéis firmes, participando de un mismo espíritu, unidos en la misma lucha en pro de la fe del evangelio


procuro alcanzar la meta y recibir el premio celestial al que Dios me ha llamado por medio de Cristo Jesús.


para que con vuestra vida y conducta honréis al Señor, agradándole en todo, llevando siempre frutos de bondad y creciendo cada día en el conocimiento de Dios.


Por lo tanto, de la misma manera que un día recibisteis a Cristo Jesús, el Señor, permaneced en él confiándole vuestra existencia.


Epafras, paisano vuestro y siervo de Cristo Jesús, os saluda. Él ora siempre fervientemente en favor vuestro, y ruega en sus oraciones que Dios os haga fuertes, perfectos y cabales, a fin de que en todo cumpláis su voluntad.


animándoos, consolándoos y hasta urgiéndoos a andar como es digno de Dios, que os ha invitado a compartir la gloria de su reino.


Por eso oramos en todo tiempo por vosotros, a fin de que nuestro Dios os tenga por dignos de su llamamiento y os ayude con su poder a llevar a cabo todos vuestros propósitos de hacer el bien.


Piensa que Dios nos salvó y nos llamó a una relación de santidad con él, no porque nosotros y nuestros actos lo mereciésemos, sino porque desde la eternidad era propósito suyo hacernos objeto de su gracia mediante Cristo Jesús.


y que no roben, sino que se hagan merecedores de toda confianza. De esa manera serán un precioso modelo de la enseñanza recibida de Dios nuestro Salvador.


os haga aptos para cumplir su voluntad con toda suerte de buenas acciones. Y que os haga gratos a sus ojos mediante el poder de Jesucristo, a quien sea la gloria por toda la eternidad. Amén.


Por tanto, hermanos míos del pueblo de Dios, participantes del mismo llamamiento celestial, poned la mayor atención en Cristo Jesús, el apóstol y sumo sacerdote de nuestra fe,


Amados hermanos, puesto que por este mundo tan sólo transitamos en calidad de extranjeros y peregrinos, os ruego que os abstengáis de los deseos carnales, esos impuros deseos que combaten contra el alma.


y nunca paguéis mal por mal ni injuria por injuria; por el contrario, bendecid siempre, sabiendo que Dios os ha llamado a haceros herederos de su bendición.


Pero después que hayáis padecido por un poco de tiempo, el Dios de toda gracia, que nos ha llamado a su gloria eterna por medio de Jesucristo, os restaurará y dará seguridad, os fortalecerá y afianzará vuestra fe.


Todo lo que nos es necesario para vivir de una manera verdaderamente piadosa nos ha sido otorgado por Dios, por su poder soberano y merced al conocimiento de aquel que ha querido compartir con nosotros la gloria y la excelencia que le son propias;


No creo necesario, Señora, escribirte ahora ningún mandamiento nuevo, pero sí recordarte el que Dios nos dio desde el principio: que nos amemos fraternalmente unos a otros.


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