Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt
- Piblisite -





Efesios 1:3 - Biblia Castellano Antiguo (Nuevo Testamento)

3 ¡Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que por nuestra unión con Cristo nos bendijo con toda clase de bendiciones espirituales en los cielos!

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo,

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Toda la alabanza sea para Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien nos ha bendecido con toda clase de bendiciones espirituales en los lugares celestiales, porque estamos unidos a Cristo.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

3 ¡Bendito sea Dios, Padre de Cristo Jesús nuestro Señor, que nos ha bendecido en el cielo, en Cristo, con toda clase de bendiciones espirituales!

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

3 Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesús, el Mesías, quien nos bendijo en los cielos° con toda bendición espiritual en el Mesías,

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Bendito Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido con toda bendición espiritual en el cielo, en Cristo,

Gade chapit la Kopi




Efesios 1:3
39 Referans Kwoze  

Simeón lo tomó en brazos y alabó a Dios, diciendo:


Cuando yo vuelva a vivir, conoceréis que estoy en el Padre, que vosotros estáis en mí y que yo estoy en vosotros.


Mi ruego es que todos permanezcan unidos: que así como tú, Padre, permaneces unido a mí, y yo a ti, que también ellos permanezcan unidos a nosotros.


Jesús le advirtió: ¡No me toques!, porque aún no he subido adonde está mi Padre. Pero ve a buscar a mis hermanos y diles que subo al que es mi Padre y vuestro Padre, mi Dios y vuestro Dios.


así también el cuerpo de Cristo está formado por el conjunto de todos nosotros, que somos igualmente muchos y miembros los unos de los otros.


Así, unánimes y a una voz, podréis alabar y glorificar a Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo.


Por eso, porque Dios así lo ha querido, vosotros estáis unidos a Cristo Jesús, a quien Dios ha constituido para nosotros en sabiduría, justificación, santificación y redención.


Así como el cuerpo humano es uno, aunque está formado por muchos miembros, y todos esos miembros, aun siendo muchos, no forman sino un solo cuerpo, así también sucede con el 'cuerpo de Cristo', que es la iglesia.


¡Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre lleno de misericordia y Dios de todo consuelo!


El Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien por siempre debe ser alabado, sabe que estoy diciendo la verdad.


Cuando alguien se convierte a Cristo, se transforma en una nueva criatura. Su existencia anterior queda atrás, y él comienza a vivir una nueva vida, a ser parte de una nueva creación.


Porque Dios tomó a Cristo, que de sí mismo no conocía el pecado, y le hizo cargar con el nuestro como si fuera suyo; de esta forma, a nosotros, libres ya de toda culpa, Dios nos declara justos.


Por eso, todos los que ponen su fe en Cristo reciben las mismas bendiciones que recibió Abraham.


De acuerdo con ese plan, en el momento oportuno nos recogerá dondequiera nos hallemos, sea en el cielo o en la tierra, para que estemos con él, unidos a Cristo para siempre.


Constantemente pido a Dios, el glorioso Padre de nuestro Señor Jesucristo, que os dé sabiduría y os revele a Cristo y su obra.


Es el mismo poder que desplegó resucitando a Cristo de entre los muertos y haciéndolo sentar a su derecha en el cielo,


y juntamente con él, nos resucitó, y también con Cristo Jesús nos hizo sentar en los cielos.


De esta forma, los principados y potestades celestiales conocen ahora, por medio de la iglesia, que Dios actúa con su multiforme sabiduría


porque nuestra lucha no es contra seres de carne y hueso, sino contra potestades y autoridades, contra los que gobiernan las tinieblas de este mundo y también contra los espíritus malignos que habitan regiones celestiales.


y para que toda lengua glorifique a Dios Padreconfesando que Jesucristo es el Señor. Testimonio de luz


Pero el ministerio sacerdotal consiste en este mundo en figuras y símbolos representativos del verdadero santuario, el celestial; porque cuando Moisés se disponía a construir el santuario terrenal, Dios le ordenó: 'Mira, hazlo todo conforme al modelo que se te ha mostrado en el monte'.


Por eso, Moisés tuvo que purificar con sangre el santuario terrenal, que con las cosas que contenía simbolizaba las celestiales; pero las propias cosas celestiales requerían mejores sacrificios.


Alabemos al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que en su infinita misericordia y gracias a Jesucristo resucitado de los muertos, nos concedió el privilegio de nacer de nuevo y disfrutar de una esperanza viva,


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite