Apocalipsis 6:9 - Biblia Castellano Antiguo (Nuevo Testamento)9 Cuando abrió el quinto sello, vi debajo del altar las almas de los que habían sido asesinados por predicar la palabra de Dios y ser fieles testigos de la verdad. Gade chapit laPlis vèsyonBiblia Reina Valera 19609 Cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar las almas de los que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían. Gade chapit laBiblia Nueva Traducción Viviente9 Cuando el Cordero rompió el quinto sello, vi debajo del altar las almas de todos los que habían muerto como mártires por causa de la palabra de Dios y por haber sido fieles en su testimonio. Gade chapit laBiblia Católica (Latinoamericana)9 Cuando abrió el quinto sello, divisé debajo del altar las almas de los que fueron degollados a causa de la palabra de Dios y del testimonio que les correspondía dar. Gade chapit laLa Biblia Textual 3a Edicion9 Cuando abrió el quinto sello, vi debajo del altar° las almas° de los que habían sido asesinados por causa de la palabra de Dios y por causa del testimonio que tenían. Gade chapit laBiblia Serafín de Ausejo 19759 Cuando abrió el quinto sello, vi al pie del altar las almas de los que habían sido degollados por causa de la palabra de Dios y del testimonio que mantuvieron. Gade chapit la |
Por lo tanto, no te avergüences de dar un testimonio fiel de nuestro Señor, ni de manifestar el amor fraternal que te une a mí, que estoy preso por la causa de Cristo. Al contrario, muéstrate capaz de padecer conmigo por el evangelio, porque Dios te dará fuerzas para compartir todos los sufrimientos.
Me postré entonces a sus pies, para adorarle; pero él me dijo: ¡No lo hagas! Yo soy también un siervo de Dios, lo mismo que tú y tus hermanos, los que mantienen vivo el testimonio de su fe en Jesús. Adora a Dios, porque el espíritu que anima a la profecía es dar testimonio de Jesús. El jinete del caballo blanco
Y vi unos tronos en los que se sentaban los que habían sido facultados para juzgar. Y vi también las almas de los que habían sido decapitados por ser testigos de Jesús y por proclamar la palabra de Dios. Ellos nunca habían adorado a la bestia ni a su imagen, ni habían aceptado en ningún momento que los marcaran en la frente o en las manos; y yo los vi resucitar y reinar mil años con Cristo.