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Apocalipsis 3:1 - Biblia Castellano Antiguo (Nuevo Testamento)

1 Escribe al ángel de la iglesia que está en Sardis:'El que tiene los siete espíritus de Dios y las siete estrellas, dice:'Yo conozco todas tus obras: que tienes fama de estar vivo, aunque yo sé que estás muerto.

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Biblia Reina Valera 1960

1 Escribe al ángel de la iglesia en Sardis: El que tiene los siete espíritus de Dios, y las siete estrellas, dice esto: Yo conozco tus obras, que tienes nombre de que vives, y estás muerto.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 »Escribe esta carta al ángel de la iglesia de Sardis. Este es el mensaje de aquel que tiene el Espíritu de Dios de siete aspectos y las siete estrellas: »Yo sé todo lo que haces y que tienes la fama de estar vivo, pero estás muerto.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Escribe al ángel de la Iglesia de Sardes: Así habla el que tiene los siete espíritus de Dios y las siete estrellas: Conozco tus obras; te creen vivo, pero estás muerto.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 Escribe al ángel de la iglesia en Sardis. Esto dice el que tiene los siete espíritus de Dios y las siete estrellas: Sé tus obras, que tienes reputación de que vives, pero estás muerto.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Al ángel de la Iglesia de Sardes escribe: 'Esto dice el que tiene los siete espíritus de Dios y las siete estrellas: 'Conozco tus obras. Se dice que vives, pero estás muerto.

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Apocalipsis 3:1
30 Referans Kwoze  

porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a vivir, se había perdido y lo hemos encontrado'. La alegría fue general;


pero era menester hacer fiesta y alegrarnos en casa, porque tu hermano estaba muerto y ha revivido, se había perdido y lo hemos encontrado'.


Todos hemos recibido con plenitud las riquezas de su gracia, que él ha derramado sin cesar sobre nosotros.


Y no sabía que él fuese el que esperábamos, pero Dios, que me mandó a bautizar, me dijo: 'Cuando veas que el Espíritu desciende y se posa sobre uno, ése es el que bautiza con Espíritu Santo'.


En seguida sopló sobre ellos y les dijo: Recibid el Espíritu Santo.


Porque el que ha sido enviado por Dios, habla las propias palabras de Dios, pues el Espíritu de Dios está en él sin límite ni medida.


Con el poder de su diestra lo exaltó al lugar de honor en los cielos; y después de haber recibido del Padre la promesa de enviar al Espíritu Santo, lo derramó de la forma que vosotros habéis podido ver y oir.


Tiempo atrás, vosotros también estabais muertos a causa de vuestros delitos y pecados.


que, a pesar de estar ya muertos a causa de los pecados, nos dio nueva vida juntamente con Cristo (¡sólo por la gracia de Dios somos salvos!);


A vosotros, que estabais muertos en vuestros pecados y no llevabais en vuestro cuerpo la señal de la circuncisión, Dios os dio vida juntamente con Cristo y os perdonó todos vuestros pecados.


Otra cosa es la viuda que, dada a placeres y diversiones, se muestra como si estuviera muerta en vida.


Así como el cuerpo sin espíritu está muerto, también la fe está muerta si no se traduce en buenas obras.


Se preguntaban a qué persona y a qué tiempo se refería el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, cuando de antemano les mandaba anunciar los padecimientos a los que Cristo había de someterse y los hechos gloriosos que vendrían después.


Sin embargo, semejantes individuos os acompañan en vuestras comidas fraternales, y en ellas, mostrándose como son, impúdicos y glotones, hacen que os avergoncéis. Comen y beben hasta no poder más; parecen nubes sin agua, llevadas de un lado a otro por vientos contrarios. Son como árboles en otoño, que no dieron fruto en su tiempo, dos veces muertos y arrancados de raíz;


que me decía: Escribe en un libro las cosas que vas a ver, y envíalo a las siete iglesias de la provincia de Asia: Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea.


Con la mano derecha sostenía siete estrellas, de la boca le salía una espada aguda de doble filo y el rostro le brillaba con el fulgor del sol cuando está en toda su fuerza.


El significado de las siete estrellas que tengo en mi mano derecha, y de las siete lámparas de oro es este: las siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias, y las siete lámparas son las siete iglesias.


Juan, a las siete iglesias de la provincia de Asia. Que sobre vosotros, hermanos míos, repose la gracia y la paz de Dios, el que es y era y ha de venir, de los siete espíritus que están delante de su trono,


'Yo conozco todas tus obras: sé que te has mantenido fiel, a pesar de vivir en la ciudad donde Satanás ha levantado su trono; y sé que no renegaste de mí ni siquiera cuando en ese lugar donde habita Satanás llevaron al martirio a Antipas, mi fiel testigo.


'Yo conozco todas tus obras: tu amor, tu fe, el servicio que prestas y la paciencia con que haces frente a la adversidad. Me consta que en todo ello creces de día en día.


'Yo conozco todas tus obras. He visto cómo te esfuerzas en tu trabajo y con qué paciencia soportas las dificultades. Sé que no toleras a quienes actúan con maldad, y que has puesto a prueba a los que se llaman apóstoles pero no lo son, y los has encontrado mentirosos;


'Yo conozco todas tus obras: sé que has sufrido mucho por mi causa, y que eres pobre, aunque tienes un tesoro en el cielo; y he visto cómo te injurian esos que se dicen judíos cuando en realidad no lo son, sino que son sinagoga de Satanás.


'Yo conozco todas tus obras: que no eres ni frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente!


Despierta, cuida y restablece lo poco que te queda y que también está a punto de morir; y piensa que las cosas que haces no son buenas ante los ojos de Dios.


'Yo conozco todas tus obras: que aunque no eres muy fuerte has tratado de obedecerme y no has negado mi nombre. Por eso he abierto delante de ti una puerta que nadie podrá cerrar.


Del trono salían relámpagos, truenos y voces; y delante de él había siete lámparas encendidas que representaban los siete espíritus de Dios,


Yo, pues, miré, y en medio del trono, de los cuatro seres vivientes y de los veinticuatro ancianos vi un cordero. Estaba de pie, aunque se conocía que había sido sacrificado. Tenía siete cuernos y siete ojos, que son los siete espíritus de Dios enviados a toda la tierra.


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